La Cita [KOOkMIN]

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>> Park JiMin <<

Casi vomito tres veces en el camino a casa de Jeongguk, pero me trago los nervios porque estoy conduciendo el auto de TaeHyung, y lo último que quiero hacer es pagar para quitar mi vómito de la tapicería.

Sinceramente no recuerdo un segundo de mi turno de cinco horas en Kim's. O mi ensayo de una hora con Mark antes. O cómo llegue de un lugar a otro. He estado en piloto automático desde que salí de la habitación de Jeongguk, cada pensamiento consciente de lo que voy hacer esta noche.

¿He dicho que estoy nervioso?

No debería estarlo, sin embargo. Sólo es sexo. Es sexo con un chico que me atrae, un chico que realmente me gusta y en quien confío.

Mis manos no deberían de temblar así, y mi corazón no debería latir tan rápido. Y sin embargo, junto al nerviosismo hay una sensación de emoción. Anticipación. Incluso estoy llevando mi ropa interior especial para este tipo de ocasión debajo de mi uniforme de camarero. Sí, sabes que estas a punto de tener sexo cuando usas un bóxer con encaje en los extremos —no me juzguen—. Y tu piel está suave como la ceda y lista para ser tocada.

Los compañeros de Jeongguk no estan en casa cuando entro. A menos que esten encerrados en sus habitaciones, pero no creo porque no hay nada más que silencio en el pasillo de arriba mientras me dirijo hacia la habitación de Jeongguk.

Me pregunto si Jeongguk les ordenó que desaparecieran. Entonces espero que no, porque... bueno, eso es como sostener un cartel de neón anunciando lo que él y yo haremos esta noche.

— Hola —dice cuando entro.

Mi corazón al mismo tiempo hace un salto mortal nervioso y una voltereta agradecida. Puedo decir que se tomó el tiempo para preparase, porque su pelo esta todavía un poco húmedo por la ducha y su rostro completamente afeitado. Echo un vistazo a sus pantalones de chándal negro y camisa gris apretada, entonces a mi uniforme chillón. Gracias al estado de nerviosismo en el que he permanecido todo el día, olvidé traer un cambio de ropa.

Por otra parte, es probable que no usemos ropa por mucho más tiempo.

— Hola —trago—. Así que... ¿cómo quieres hacer esto? ¿Debo quitarme la ropa? —hago una pausa cuando algo se me ocurre—. No te atrevas a pedirme que te haga un striptease, porque estoy bastante nervioso ya y no hay manera de que pueda bailar ni remotamente sexy en este momento.

Jeongguk se echa a reír.

— No tienes ni idea de cómo crear ambiente, ¿verdad, Parkie?

Gimo miserablemente.

— Lo sé. Estoy nervioso... —reitero. Tomando una respiración, me limpio las palmas sudorosas en el frente de mi pantalón—. ¿Podemos simplemente ponernos en marcha? Estas de pie y mirándome, y me estas volviendo loco.

Se acerca con una sonrisa tranquila, ahuecando mi barbilla en sus manos.

— En primer lugar, relájate, no hay nada sobre que estar nervioso. En segundo lugar, no espero, o particularmente quiero, un striptease —hace un giño—. Al menos no esta noche. Y en tercer lugar, no empezaremos nada este momento.

Lucho con una punzada de decepción.

— ¿No?

Jeongguk me lanza la misma camiseta con la que dormí anoche.

— Ve a cambiarte ese traje de Vaselina y ponte esto. Voy a por el siguiente disco.

Él se pasea hacia la TV y recoge la caja del DVD de Breaking Bad.