Farmacia

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En realidad no teníamos nada que llevarnos más que nosotros mismos. Clementine tenía su walkie-talkie y yo el par así que estábamos muy ligeros de equipaje, aunque un cambio de ropa no vendría del todo mal, siendo honestos. Vi a una joven preciosa, con una chaqueta corta de cuero y el cabello que le llegaba al cuello. Nos dirigió una mirada difícil de interpretar y corrió hacia donde estaba su padre. Clementine y yo nos subimos a los asientos traseros con Duck, quien no tenía su actitud exaltada y estaba extrañamente callado. 

Katjaa y Kenny iban adelante, aunque éste último aún no se había subido. Cerró el capó con un delicado golpe para no alertar a ninguno de los Greene, se subió al asiento del piloto, introdujo las llaves, las hizo girar, puso la camioneta en reversa, giró hacia la derecha y después, retirando la reversa, avanzó hacia la salida de la granja, giró a la izquierda y así hasta llegar a la calle.

-¿Maggie te ha dicho algo? -preguntó Kenny con el tono de voz bastante pesado, como si cargase en sus hombros toneladas de culpa.

-No, nada. Tampoco Beth, pero es mejor así -dilucidó Katjaa poniendo una mano en el hombro de Kenny, quien, reclinándose un poco para aceptar el cariño, siguió manejando. 

Duck se había quedado profundamente dormido sin haber pasado diez minutos. Tenía la boca un poco abierta y la cerra cada par que notaba que la tenía abierta en su estado aletargado. Clem de vez en cuando sonreía un poco al ver la cara tan tonta que se le quedaba al niño, pero se dio cuenta de que era un error por mi mirada un poco severa, sonrió mirándome. 

-¿Es por esta intersección o la otra? -preguntó Katjaa con amabilidad.

-Cuando aparezca el letrero a unos veinte metros -respondí y ambos adelante asintieron con la cabeza. 

Observé que Clem se acomodaba de manera de no incomodar a Duck, se arremolinó en mi hombro y se quedó dormida, aunque con la boca cerrada (el detalle no podía faltar). Katjaa también estaba cabeceando un poco y sugerí la idea de cambiar de asiento pero Kenny negó con la cabeza. Mientras miraba hacia atrás, logré notar el terreno y la casa de Hershel como una pequeña figura deforme con techo. Comenzaba a atardecer y me estaba dando hambre, aunque mi papá me había enseñado a contener mi apetito con el paso del tiempo.

Duck despertó al cabo de mediahora y me miró. Estaba tranquilo, pero en sus ojos, esa pupila delatadora, había miedo. Tal vez aún recordaba lo que había pasado y no quería verlo constantemente en su mente, mucho menos de la manera en qué pasó. Él no vio nada de la muerte de Shawn, pero me imagino que los gritos enervantes del granjero sonaban como un eco inacabable en su cerebro.

-Pido permiso para dormir -susurré y Duck sonrió un poco y asintió. Ese aire de capataz aún no quería que lo perdiera. Es un buen niño. Recliné mi cuello lo más cómodo que pude y cerré los ojos por un instante. Si manteníamos la velocidad y no habían contratiempos, llegaríamos a Macon entrada la noche. La gasolina que Hershel le prestó a Kenny facilita un poco las cosas, dado que no tenemos que preocuparnos de que si llegamos o no. No habrá duda de que llegaremos. Me dejé llevar por el encantador siseo de la somnolencia y permití que mi mente flotara por unos instantes. Aparecían imágenes borrosas, flashes del asesinato al senador y de la muerte de Shawn. Parecía un bucle eterno en mi mente. 

Clementine me agitó un poco y cuando desperté estábamos entrando al pueblo. Nos detuvimos antes de llegar a la primera licorería y me senté adelante para orientar a Kenny al centro de Macon, es decir, donde está la farmacia de mis padres y donde trabaja mi hermano. Cruzamos a la izquierda para llegar a la esquina de Liquor Store y paramos cerca Harriet y Cherokee Hardware, dos tiendas de dos amigos de mis padres. La camioneta comenzó a jalar adelante y atrás y el flotante comenzó a indicar la falta de combustible. Nos detuvimos enfrente del taller y Kenny apagó la camioneta. 

The Walking Dead (The Game)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora