Familia por conveniencia (Tom Holland y Tu) +18

Capítulo XI

(Bert en multimedia)

-Estoy cansada- dije tirando mi mochila al lado de mi amigo quien no despegaba su vista de la pantalla- murió alguien?- pregunté mirándolo.

-Mira, Harrison está en biblioteca diciendo que está cansado- dijo mostrando una instastory- no  es lindo?- preguntó sonriendo embobado.

-Te cuento algo mejor?- asintió- yo también estoy cansada y mi mejor amigo no me da pelota alguna- dije molesta. Me ignoró- Nick- puse mi mano frente a su cara, él la ignoró- estoy harta- me dije a mi misma- Nick, podrías prestarme tu celular un segundo? Necesito mandarle un mensaje a mi hermano- él me lo dio, lástima que fue tarde para que se lo devuelva, porque había cambiado su contraseña y apagué el celular.

-POR QUÉ?- gritó intentando ingresar la clave, pero era incorrecta.

-Porque me estás ignorando- dije obvia.

-PERO SI YO... un momento- me miró- dijiste tu hermano?- asentí- pero si Jack está en España, o Autria, o donde sea- negué- cuándo ibas a contarme?- preguntó.

-Cuando dejes de ignorarme por un pene- respondí.

-Ya entendí, gracias- dijo sarcásticamente- cuando volvió- se puso más cómodo en el pasto.

-Hace dos días, dijo que quería volver a su vida anterior y arreglar nuestra relación, pero Tom se metió y le dijo muchas cosas las cuales le dolió y a mí también. Eso hizo que yo tomara una decisión dándole a Jack un mes para conseguir un trabajo y mantenernos a los dos-expliqué.

-Y si no llega al mes?- preguntó.

-Esperaré hasta los 18 y volveré a mi casa- hice una pausa- pero sin Jack- me decidí. Nick asintió.

-Es una respuesta muy adulta ______- empecé a arrancar pasto.

-Si... pero-

-Y volvemos a lo mismo- reí un poco.

-Quiero fumar o comer algo- dije sonriendo como una niña.

-Otra vez?- asentí- bueno, pero solamente porque te amo y yo también quiero- aplaudí. Nos levantamos y fuimos al estacionamiento de la escuela, nos subimos al auto de Nick y encaramos para el centro.

Media hora más tarde llegamos a la una especie de supermercado, pero ahí vendían todo tipo de drogas, obviamente... casi legal, la mayor parte era legal. Pero tenías que conocer muy bien al vendedor para que te venda más cosas.

Nick estacionó a dos cuadras del lugar, no íbamos a dejar que sus padres se enteren de lo que hacemos. Llegamos y Nick tocó la puerta. Un hombre lleno de tatuajes y aros en la cara y orejas apareció, y también tenía barba.

-Cuantas veces les dije que no toquen la puerta- dijo enojado- con sus delicadas manos abran, no es muy dificil- dijo en broma- ______, Nick.. bienvenidos- se hizo aún lado y pasamos.

-Gracias Bert- dije cerrando la puerta. Si Bert, era nuestro amigo, lo conocí en un festival de música, y le salvé la vida sacando un pedazo de salchicha de su garganta mientras se ahogaba, desde ese entonces, lo vemos una ves a la semana, era como ir al psicólogo, pero más entretenido.

-Diganme, que necesita, ayer me llegaron cajas de pipas, 50 bolsas de éxtasis, anfetaminas, cocaína, heroína, LSD..- Nick lo interrumpió.

-Ay Bert, vos sabes que es lo que queremos- dijo Nick y yo reí un poco.

-Con mucho gusto- dio un aplauso y se dio la vuelta buscando nuestras cosas. Yo reí, Bert podría parecerte lo más temible posible en éste mundo, pero el hombre era un amor, él y su esposa e hijo, ellos eran el mejor ejemplo que había visto en toda mi vida de una familia.