Capítulo 40

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Casi una semana había pasado desde esas pequeñas vacaciones que pasaron juntos y Kongpob no podía sentirse con más energía. No sabía por qué, pero también estaba un poco más cariñoso que de costumbre.

Era un sábado en la tarde y el menor tenía entre sus brazos a Arthit después de esa larga semana de trabajo. Mientras esperaban que se hiciera un poco más de noche para irse a dormir, Kongpob llenaba de mimos a su pareja por medio de besos y caricias en todo el rostro mientras de fondo se escuchaba una suave melodía que era reproducida en su celular. Sin embargo, ésta fue interrumpida por una notificación de un mensaje entrante, el cual ignoró al principio y siguió abrazando a su novio.

De ese modo pasaron los minutos, pero los mensajes fueron llegando más y más. Algo fastidiado, Kongpob bufó, estirando un brazo para tomar el aparato.

KoooOOOIoonNNGGgg!👀👀

Era Benz.

Vn a mi casaaaa!!!

ahi fiessrta Koooongg!!

A partir de allí, los mensajes estaban cada vez peor escritos que al menor casi le dolía la vista leerlos, sin embargo la curiosidad era mayor conforme seguían llegando.

me avabndidnaste la smeanan oasada

no t quueri ver nuncns maassd!;

noesciewrtoteeamoooKooOOoon;!

dmeu naoprtundiad KOOOOBNNNG

El menor alzó la ceja. ¿De verdad eran mensajes por parte de su instructor? A juzgar por cómo estos estaban escritos, Benz estaba un poco alcoholizado, lo cual le parecía un poco extraño, pues el hombre siempre le había dado una apariencia de alguien que cuida su salud y su cuerpo.

Pero también sabía que Benz hacía fiestas bastante seguido y que claramente había alcohol y también otros tipos de entretenimiento en ellas, porque varias veces lo había invitado con esa excusa, aunque nunca había recibido mensajes parecidos.

Kongpob tecleó de vuelta un mensaje cargado de preocupación. Aunque Benz no fuera exactamente su amigo, aquellos mensajes le habían preocupado.

En cuanto a Arthit, su sesión de besos se había interrumpido y él no estaba para nada feliz.
Acostado en el pecho de su pareja, esperaba a que le volviera a hacer caso, pero al parecer eso no iba a ser pronto.

-¿Qué pasa? -Colocó un dedo en el ceño fruncido que tenía su atractivo novio. Más valía que fuera algo muy importante como para que los interrumpieran.

No pasó mucho hasta que tanto Kongpob como Arthit tuvieron una respuesta que llegó en formato de imagen.

-Es Benz... -Murmuró el menor, presionando el botón para descargar la imagen, la cual de inmediato se mostró en la pantalla del celular.

La imagen estaba algo borrosa, pero se alcanzaba a distinguir a Benz en una foto tipo retrato y sostenía una botella de cerveza. Detrás de él, algunas personas posaban también con botellas y sonrisas extrañas. La casa estaba iluminada por luces de colores que hacían que la foto pareciera tomada dentro de un club.

Kongpob hizo un poco de zoom al rostro de Benz, pues había notado algo extraño en él. ¿Acaso Benz estaba llorando? Eso lo desconcertó por completo cuando estuvo seguro de que sí, su instructor estaba llorando. ¿Tan borracho estaba el hombre? No dejó de fruncir el ceño mientras tecleaba otra respuesta.

-Hablaré seriamente con él. Mañana dejaré todo en claro -hablaba decidido, esperaba que fuera así, porque si las cosas seguían de esa forma, todo terminaría mal para uno de los dos o incluso para ambos y Kongpob no quería eso.

-¿En claro qué? -Ahora era el mayor el que fruncía el ceño. No le gustaba nada que su novio se preocupara así por aquel hombre. -Kong, déjalo... Está borracho y hace cosas sin pensar -habló y se acurrucó más en su pecho esperando tener de nuevo toda la atención de su pareja.

-Es que él siempre me pide que me cuide, en cambio él... -Kongpob suspiró de nuevo. -¿Quién lo cuida a él?

De repente, Kongpob sintió tristeza por el hombre, incluso algo de lástima. Sin embargo, no había nada que pudiera hacer, por lo que optó por dejar de lado el tema por ese día. Suspiró y bloqueó su celular luego de escribir la última respuesta de su parte. Estaba de acuerdo con su novio, hacer entrar en razón a Benz sería muy difícil si éste estaba tan alcoholizado como en ese momento. Lo mejor sería hablar con él al día siguiente tal como se había dicho antes. Dejó de lado el aparato y volvió su atención a Arthit. Le dio un beso en la frente.

-¿En qué estábamos?

Pero, al notar que Kongpob quería retomar su burbuja de amor, Arthit no pudo evitar pensar que esta ya había sido pinchada.

-¿Quién lo cuidará a él? ¡Tú no si es lo que piensas! -Dijo con algo de molestia y, del mismo modo, se giró para enterrar su rostro en su almohada.

Kongpob apretó los labios por un momento, luego se inclinó hacia su novio y le tomó de la barbilla para hacer que lo mirara.

-Yo no estaba pensando eso... No tienes por qué ponerte celoso -le susurró. -Eres y serás siempre el único en mi vida... -Aseguró con una sonrisa.

Pero Arthit se volvió a girar, aunque ahora escondiendo su sonrojo. ¿Cómo podía Kongpob decir todas esas cosas, así como si nada? Arthit nunca entendería. Sintió que su novio lo abrazaba y esta vez lo dejó, incluso entrelazó sus dedos con los de él.

Kongpob sonrió amplio cuando los dedos de su pareja se entrelazaron con los suyos, considerando eso como un permiso por parte de Arthit para retomar lo que estaban haciendo antes de que los interrumpieran, así que acercó su boca a la ajena para comenzar un nuevo beso.

*

S: Sí, es corto, pero es importante... 👀 ¿Qué creen que sucederá? Les dejo todo el fin de semana para reflexionar 🤣, porque además el siguiente capítulo tiene ¡4 PARTES! OMG! Definitivamente es algo importante~

[Espacio para comentarios de Yael]

III. FrenesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora