-Querida, ¿Te encuentras bien?-dijo la abuela Lutterberger.
-Si, solo estoy cansada.
Sarah no durmió en toda la noche, no queria volver a mentirle a sus padres, no queria volver a ser ignorada por su padre.
No irìa al concierto.
-Toma esto, te tranquilizara.
Mientras tomaba sorbos del té, llegó el abuelo de Sarah, con una hojas en la mano.
-Hola Sarah, no sabia que estabas aqui.-se acercó a su nieta con un gran abrazo.
-¿Que tienes ahì? ¿Son partituras?
-Si, quiero aprender a tocar Capricho 24, ese Paganini si que era un maldito con sus notas.
Rió el abuelo, todo lo que era dificil lo hacia reir y sacaba una sonrisa en Sarah.
El telefono de Sarah sonó, contestó de mala gana al ver que era su amiga.
-¿Hola?
-¡¿SARAH DONDE ESTAS?! ¡NECESITAMOS COMPRAR ROPA!
-Anna, creo que no iré...
-¿Como que no iras? ¿Donde esta la chica locura de ayer?
-Escucha, no iré. Si quieres puedes invitar a tu amiga Jena para no desperdiciar el dinero.
-En primera, Jena es una maldita zorra, en segunda, yo quiero ir contigo, quiero que te diviertas. Se que tus padres tienen reglas, y son super estrictos. No siempre puedes estar encerrada en tu atico, con el violin, tienes que ser feliz, vivir locuras, recuerda que solo se vive una vez.
Sarah se quedó boquiabierta. Era la primera vez que su amiga, daba un sermón.
-Anna, cada vez me sorprendes.
-¿Entonces iras?
-No.
-Bien, te iré a recoger a tu casa a las 4, besos.
Y colgó.
Sarah miró el telefono con asco.
-¿Era tu amiga Anna?- preguntó la abuela.
-Si, ¿Como sabes? Creo que no la conoces muy bien.
-Las pocas veces que veo cuando te llama, siempre pones esa cara de asco. Supongo que te dijo una locura.
-Es cierto.
Su abuela soltó una carcajada, empezó a contarle a su nieta todas las locuras que hacia en su adolescencia.
Pasarón las horas, hasta que Sarah se despidió de sus abuelos maternos. Se dirijió a casa con su bicicleta, en el camino se encontro una camioneta blanca, y un monton de chicas pegadas a ella.
-¡LOS AMO! ¡SALGAN DE AHÌ!¡SOY SU MAYOR FAN! ¡LOS AMAMOS!¡JAKE ERES MUY SEXY!
Gritos y gritos de chicas hacia la banda Smoke Skin que se encontraba en la camioneta. Sarah las miró sorprendida, nunca habia visto tanto alboroto por otros seres humanos.
Cuando el semaforo dio verde, la camioneta se fue rapido, muchas chicas la seguian y otras lloraban o reian.
Sarah se alejó mirandolas mal.
Cuando al fin llegó a su casa, ahí estaba la rubia, tirada en el suelo de su habitación.
-Hola, castaña.
-¿Como te metiste a mi casa? Mis padres no estan.
-Pero sí la empleada domestica. Ella me conoce, asi que antes de que se fuera me dejo estar aqui para esperar.-dijo Anna.
-Creo que hablare con ella luego.
Anna puso los ojos en blanco.
-Tenemos que irnos, el concierto inicia a las 10pm solo tenemos 7 horas para comprar ropa.
-Si... como es muy poco tiempo.
La rubia sacó a Sarah de la casa por el brazo, esta solo bufó. Con Anna no se podia negar.
***
-¿Que piensas de este?
-Es muy corto.
-¡Lo se! Ese es el punto.
-¿Que planeas? ¿Coquetear con ellos?
-Solo con Alan. Hasta su nombre empieza con la misma letra que el mio, estamos destinados.
Sarah rodó los ojos.
-Como sea, yo no necesito vestido.
-A veces pienso que eres hombre.-dijo con entrecerrando los ojos.
Sarah le lanzó su pantalón hecho bola, que atrapo su cara.
-A veces pienso que eres una...perra.
Anna la miró sorprendida, luego sonrió.
-Ojalá me vieras en la escuela.
¿Qué?
-Bueno... entonces ¿Te llevaras el vestido?
-Obviamente.- la rubia fue al probador y Sarah resopló, no sabia que hacer.
***
Eran las 8pm y Sarah se encontraba en su habitacion, con solo una toalla enrollada al cuerpo.
Sus padres estaban en la sala, probablemente discutiendo sobre, la compañía en la que eran jefes de distintas áreas.
Ella temia de que descubrieran la mentira. El plan de Anna era que se quedaría a dormir con ella, lo típico había dicho esta, aunque no era del todo mentira ya que después del concierto harían piyamada. Sarah miró su celular, su amiga la pasaría a buscar en el mini cooper de su hermana mayor en 15 minutos.
Respiró hondo. Como había dicho su abuelo una vez "Aprovecha cada dia, haz lo que te guste, por que cuando seas mayor lamentaras haberte perdido todo eso".
Fue a su closet, se puso una blusa de tirantes blanca, un poco ajustada, con una chaqueta de mezclilla encima, sus jeans, tenis, se amarro el cabello castaño en una coleta. Se veía bien.
Tomó una maleta pequeña, guardo su piyama, pantuflas y cepillo de dientes.
Su puso la bolsa apretada al pecho para que no vieran el top. Milagrosamente al bajar las escaleras tocaron el claxon afuera.
-Ya me voy, los veo mañana.
-Hija, ten cuidado, no vayas a otro lado.
Tragé saliva.
-Si... y ¿Papá?
-Se acaba de ir, fue a la planta por una emergencia.
Al menos no tenia que lidiar con su padre. Besó a su madre y salió, respirando el airé frío de la noche.
-¿Como te fue?- dijo Anna, poniendo en marcha el auto.
-No tal mal.
-Tranquila, que esta será la mejor noche de todas.
ESTÁS LEYENDO
La violinista silenciosa
RomancePara Sarah Schumacher , el violín es uno de los instrumentos mas hermosos del mundo. Cuando toma el violín y el arco, se transporta a la mas bella melodía. Ella es una chica solitaria y reservada, solo toca para si misma, aunque la única persona que...