La violinista silenciosa

Malos sentimientos.

8 meses después.

-No puedo creer que uses eso.- dijo Sarah quitándose los lentes. Estaban en la alberca tomando el sol del dulce verano.

Anna estaba con un traje de baño muy corto, la parte de abajo casi parecía una tanga.

-No he tenido novio desde hace 3 meses, estoy practicando, que quieres que te diga.

-Que eres una zorra.- contestó Jannet riendo.

-No te lo pregunte a ti, estupida.

Sarah rodó los ojos. Desde el momento es que ellas dos se conocieron nunca pudieron llevarse bien, se peleaban a cada rato y se mandaban indirectas muy directas.

-Tengan, traje las bebidas.- dijo Marcello sentándose a lado de su novia.

Sarah sonrió y besó a su ahora chico universitario. Hace un mes y medio que se había graduado, seguía un poco enojada por el hecho de que no pudo ir al baile con él por qué no eran de la misma generación.

Algo que entristecía a Sarah era que Marcello iría a la universidad en Italia y ella seguiría en Alemania lo que resta su último año de preparatoria.

Cayó la noche, ellos dos estaban besándose en la habitación de Sarah,  Marcello intentaba levantarle la blusa sin despegárse, ella estaba muy nerviosa, era un paso muy importante para su vida. Cuando quitó su blusa continuó con el pantalón. Al estar ella en ropa interior Marcello empezó a quitarse su propia ropa. Besaba su cuerpo sin parar, Sarah entró en pánico cuando el comenzaba a quitarle el sostén.

-Espera, espera, por favor.

Marcello se detuvo sin quitar la mano de su espalda.

-¿Qué ocurre?

-No-no, se si pueda continuar.

-¿Te sientes mal?

-No es eso. Sabes que soy virgen y pues... es que... tengo un poco de miedo.

-¿A qué? ¿Qué te duela?

-Se puede romper el condon y luego terminar embarazada...

-Sarah, Sarah escucha.

Se quitó de encima y la sentó en sus piernas.

-Te amo. Sé que tienes miedo porque esto es importante. Si no estás lista podemos esperar, nunca te obligaré a nada.

-Mañana te vas y yo tenía la intención de hacer algo especial. Dios, me siento muy tonta ahora.

-No digas eso. Tú eres la persona más inteligente y con sentido común que he conocido.

-¿Y tu hermana?

-Neee, ella parece más una ardilla con la capacidad de hablar.

Sonrió y se recostaron juntos.

•••

Sarah se quedó viendo como el avión despegaba. Cayeron unas lágrimas por sus mejillas y abrazó a Katerina, que no se veía afectada.

-Debe ser duro.- dijo intentando consolarla.

-¿Por qué tú no estás triste?

-Es mi hermano, dentro de un año yo igual regresare a Italia y capaz seguiremos estando juntos otros años más.

-Pero todo puede pasar.

-No me gusta pensar en cosas negativas, si uno se la pasa preocupado ¿qué sentido tiene todo?

Caminaron juntas hasta la plaza comercial, fueron a una librería a comprar unos cuantos libros de la escuela. Sarah estaba mirando las revista sin interés cuando vio un encabezado.