Mi Amado Idol

Una Canción De Amor

Desde que recibieron la noticia de que finalmente volverían a las andadas todo en el departamento era un caos, Himuro iba y venía siempre con algo que arreglar, los chicos andaban de ensayo en ensayo, pues la abstinencia del show los había dejado algo oxidados. Los parásitos que habitaban el departamento junto a los ídol's también andaban de acá para allá ayudando en la medida de lo posible en todo aquello que podían a sus compañeros de piso, las parejas de los chicos habían sido dejados en segundo plano, pero lo entendían, y de cierta forma estaban felices por sus novios, bueno, casi todos...

—¡Peeeeroooo Agaaaasheee!—los lamentos de Bokuto se escuchaban en todo el departamento, puesto que los chicos estaban ocupados con los preparativos para su inminente show no tenían tiempo de ir al café, por lo que había hablado con Kenma, pasándose la autoridad de Koutaro por el culo, para que los liberará del trabajo, el chico había accedido luego de un soborno en pays de manzana y muchos flanes—¡Te necesito!—exclamo cuál Drama Queen.

—¿Y nosotros qué? ¿Estamos pintados?—cuestionó Kuroo mientras anotaba unos acordes sentado en el sofá con Shiro a sus pies jugando con un juguete que había sido dejado por Lun la última vez que había ido junto a Kenma a una cita de juegos.

Había pasado dos semanas desde eso, no había podido ver a su gatito humano puesto que él corría de aquí para allá y cuando tenía tiempo libre su horario no coincidía con el de su novio, o estaba en el café o haciendo algo que se negaba a decirle, para alguien a quien no le gustaba que le mientan u oculten cosas el tenía uno que otro secretito, de contar con más tiempo indagaria más en sus llamadas nocturnas o las de sus momentos libres, pero prefería hablar de otras cosas con el menor.

—Tambien te extraño Bro, ¡Pero con Agaaaasheee es diferente!—declaró con los ojos llorosos, Kuroo iba replicar cuando su teléfono comenzó a sonar, tomo el aparato y nada más ver el contacto atendió la llamada.

—¿Bebé?—dejó la guitarra y las partituras de lado, puesto que si Kenma lo llamaba era porque tenía algo de tiempo y nada merecía más su atención que su novio—¿Cómo- ¿Bo? Si está aquí, pero-—su emoción se fue tan rápido como llegó—si, te pongo en alta voz—dicho y hecho, presionó la opción de alta voz y extendió el teléfono hacia Koutaro.

-Koutaro-a pesar de solo nombrar al chico una ambiente frío azotó la sala-¿Dónde piensas que estás?-su tono seguía siendo el mismo pero había algo que que les hizo helar la sangre a los tres, a Kuroo no le gustaría estar en el lugar de su Bro, oh no, un Kenma enojado era de dar miedo-el café está que no da a más y te recuerdo que tenemos tres personas menos para atender TODO el lugar, así que, serías tan amable de venir a cómplice tu trabajo jefe-mas que una petición era una amenaza.

—¡Pero Kenma-—intentó protestar el albino obteniendo miradas asombras por parte de Kuroo y Akaashi ante su atrevimiento.

-¿Pero?-la voz del menor se volvió sombría.

—Ahora mismo está yendo Kenma—se apresuró a decir Akaashi comenzando a empujar a su novio hacia la puerta pese a las quejas del mismo.

—Así que, las cosas están muy-—Tetsuro intento sacar algo de charla con su novio pero fue cortado de inmediato.

-Estoy algo ocupado, después te llamo-dicho eso corto la llamada.

—Claro...—el azabache soltó un suspiro antes de arrojar su teléfono sobre el sofá y volver a escribir acordes, Shiro solo lo miraba desde el piso, el también extrañaba a Lun y bueno, al humano que venía con el.

—Ya váyase Bokuto-san—pidió Keiji empujando la formada espalda de Koutaro quien se aferraba al marco.

—Peeero Akaashi—continuo su lloriqueo.