JoJo's Bizarre Adventure: Forced Destination

Capitulo 7: El Jefe Parte 1

Bajé corriendo con mis cosas junto a Venice que también lleva las suyas.

—¡Perdón por lo de la habitación 413! ¡Espero esto lo compensé!

—¿¡Ah!?

Dejé una buena cantidad de dinero a la recepcionista quien reaccionó de una forma muy peculiar y luego seguimos caminando a paso apresurado.

—Vendran más, ¿no es cierto?

—Si, por la habilidad del Stand del tipo de antes y como se comportó cuando lo encontré me quedó claro que el no tenía la intención de derrotarnos sino de ganar tiempo.

—Entonces eso quiere decir que un grupo o un único usuario muy fuerte vienen por nosotros…

—Si.

—Bueno, de todas formas nos tenemos que quedar aqui hasta mañana…

—¿Y si dormimos directamente en el aeropuerto?

—Pareceremos pordioseros…

—Tienes razón.

Un grupo de usuarios de Stand viene por nosotros, ya me lo esperaba, pero no creí que sería tan pronto… y además de que tendrá de sencillo lo que yo tengo de mexicano, no quiero imaginarme que hubiera pasado si me aferraba a negarme a que Venice me acompañase, ella me ha salvado la vida…

—¿Qué tan frecuentemente te enfrentas a otros Usuarios de Stand?

—Es la primera vez.

—¿Qué?

—Que es un enemigo real, mi padre siempre me entrenó.

—¿A pesar de no tener un Stand?

—Si, siempre me ponía en situaciones que con mi Stand debería ser capaz de superar, realmente me sirvió todo eso.

—Ya veo.

—¿Joelle Jodrovich?

Mierda.

—¡Joelle!

—¡Si!

Tanto Venice como yo manifestamos a nuestros Stands.

—¿Qué habilidad tiene?

Me puse nervioso… este será peligroso… tal vez más que el de antes.

—Puede anular a otros Stand.

—¿¡Qué!?

—¡Jeh!

Tal cual me decía mi Soul Reflect sobre su habilidad, este tipo hizo que nuestros Stand desaparecieran.

—¡JAJAJAJAJAJA! ¡ANTE MI CUALQUIER USUARIO DE STAND ES UNA PERSONA COMÚN Y CORRIENTE! ¡SOY INVENCIBLE!

—¡Este tipo!

Venice retrocedió en cuanto vió que el tipo sacó una arma blanca, no tiene como defenderse sin su Psycho Killer.

—¡Ahora mueran degollados!

—¡Mierda! ¡Joelle!

Le quité el cuchillo de un movimiento rápido con la mano derecha y lo arrojé lejos, luego dí unos cuantos golpes de dos en dos con ambas manos.

—¡Uno! ¡Dos! ¡Tres! ¡Cuatro! ¡Cinco! ¡Seis!

Un giro.

—¡Siete!

El último golpe fue una patada con la pierna izquierda, el tipo salió volando.

—Ehhh.

—¿Um?