Un Beetle azul avanza por la carretera suiza, dentro están los 5 protagonistas hablando de cosas diversas, tal vez sobre su pasado, sobre el futuro u otras cosas.
Si bien hay cosas muy importantes dentro de su conversación, será tema de otro día. Hoy contaremos otra historia distinta, una historia sobre un chico que no pensó bien las cosas.
Necesitamos transportarnos a una ciudad muy bien conservada, algo pequeña comparada con otras, pero muy linda. Un lugar bastante tranquilo para tratarse de una urbe, sin duda, una maravilla.
¡Se trata de Liverpool, una de las ciudades sobrevivientes a la catástrofe del 2012!
Recorramos la ciudad inglesa (porque está en Inglaterra, siempre ha estado ahí y a menos de que una fuerza mayor lo cambie, seguirá ahí hasta el fin de los tiempos), sus largas calles rodeadas del extenso mar nos llevarán hacia un lugar interesante. Un lugar donde las personas suelen reunirse a llorar o celebrar, esto último solo en ocasiones muy especiales; un lugar donde las almas descansan en paz: el cementerio.
Aquel lugar verde y lleno de lápidas con los nombres de ciudadanos liverpulianos escritos en ella, nombres de personas que dejaron este mundo para, esperamos, ir a un lugar mejor.
Hagamos especial enfoque en una de las lápidas, pues destaca entre el resto por tener un diseño bastante llamativo y estar colocada en una posición estratégica, con dos maceteros a los lados conteniendo grandes cantidades de rosas y lilas blancas.
Frente a la tumba, un tipo enorme vestido de blanco se arrodilla para colocar un ramo de flores con seis pétalos blancos y un centro amarillo donde destaca el pistilo de igual color, narcisos; se levanta lentamente dejando ver su gran estatura al 100% y coloca sus ojos sobre ella.
—Brian, vengo a dar mi reporte semanal. Joelle Jodrovich ha demostrado ser un enemigo formidable, no tengo idea de quién es ni por qué quiere detenerme, pero no se lo voy a permitir.
Su rostro apunta al cielo al terminar de decir esas palabras.
—Perdí contacto con Ben, Mark está muerto y Dan me traicionó, contraté a la mafia italiana por los rumores sobre que eran Usuarios de Stand, a pesar de la gran suma de dinero, también me dieron la espalda.
Así esté narrando las dificultades a las que se ha enfrentado, su rostro sigue con una expresión de serenidad increíble.
—Multipliqué la paga, esta vez no a un miembro específico, pero creo que los rusos están intentándolo. Hasta ahora, no han conseguido nada, sin embargo, les tengo confianza.
Soltó un ligero suspiro y cerró los ojos.
—Si también me fallan, supongo que tendré que enfrentar a Joelle yo mismo. Sin importar lo que pase, ya verás que todo saldrá bien al final, porque esa es la forma natural en la que deben suceder las cosas. Podré cumplir nuestro sueño.
Abrió los ojos de nuevo y se quedó callado por varios segundos, sin pensar en nada, solamente parpadeando.
—Bueno, supongo que es todo... No, espera, aún hay otra cosa relevante que pasó en la semana. Ayer comí algo inesperadamente bueno, en un principio parecían simples galletas, pero al ponerlas en la boca tenían un sabor increíble, te hubiera encantado probarlas, pienso repetirlas hoy mismo, aunque olvidé cómo se llaman.
Colocó las manos en los bolsillos, dio media vuelta y comenzó a caminar al frente.
—Ahora sí es todo, me marcho.
Con la vista fija al frente, pronto salió del cementerio, un auto pequeño pero lujoso lo esperaba en la salida. Un hombre vestido con un traje negro procedió a abrir una de las puertas traseras apenas vio al señor de 190 centímetros y 50 años.
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JoJo's Bizarre Adventure: Forced Destination
Fiksi PenggemarJoelle Jodrovich es un joven de 17 años muy interesado en la arqueología, siendo esta misma la que lo lleva a explorar la antigua Florida que quedó en ruinas junto a gran parte del mundo entero hace 88 años por culpa de "El Fin del Mundo". Ahí, comi...