Una vez más

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Yerin y SinB siguen sin separarse y lo único que se escucha son sus respiraciones entre cortadas y el sonido que se produce cuando las personas se besan, del chocar sus labios y luego separarse, suerte que están encerradas sin nadie que pueda interrumpirlas.

Yerin la mantiene aprisionada, incluso a atrapado sus manos entre las suyas, ha tomado en serio devolverle lo del sábado pasado pues ahora es quien tiene el control de la situación, la que lleva el ritmo de los besos de los que no parecen dispuestas a terminar.

Claro que todo llega a su fin y cuando se separan agradecen no tener los labios hechos un desastre como la ocasión anterior.

—¿Qué fue eso? —Cuestiona SinB.

—Puedo decir que lo mismo que hiciste el sábado. —Y resopla— Honestamente no he dejado de pensar en ti.

—¿Sobre qué? —Levemente sonríe.

—¿Por qué me propusiste aquello? ¿Por qué te rechace?

—Me pasa similar, no sé porque te hice tal proposición.

—Significa que te arrepientes.

—No lo sé, de lo único que estoy segura es que me gusta que nos besemos. —Al decirlo, en sus mejillas se alcanza a notar el sonrojo del que contagia a Yerin.

—¿Quieres que nos volvamos a besar? —Propone un poco tímida causándole expresión de asombro.

—Tú no pierdes oportunidad.

—Lo hago porque quiero entender que está pasando.

—Sí, es por mera información. —Le sigue el juego y unen de nuevo sus labios.

A SinB ya no le agrada estar aprisionada, como sus manos han sido liberadas lo aprovecha y agarra el trasero de Yerin.

—Oye ¿Qué haces? —Y es que se ve girada y sentada sobre el lavabo.

—Ayudándote a sentar, parecías cansada.

—¿Siempre eres tan mano larga? —Ahora las manos ajenas están sobre su cintura.

—¿Qué?

—Lo que te —Recibe un beso que la silencia, un beso donde la lengua de SinB se adentra en su cavidad bucal y mientras sus lenguas se degustan entre sí, su cintura es apretada haciéndola gemir entre beso y beso.

Son solo besos pero las hacen descubrir grandes sensaciones y conocerse entre sí, por ejemplo a Yerin le ha quedado claro que SinB es mano larga y dominante.

Y a SinB, el hecho de que la chica entre sus brazos se hace la difícil y que puede llegar a gustarle.

Un centro dedicado a la venta exclusiva de aparatos electrónicos, en su mayoría cómputo y telefonía de última generación, es el lugar al que Mina y Nayeon han llegado, la mayor fue la que eligió el sitio y lo hizo porque es una empresa que le pertenece a los Jung.

—Puedes tener el que quieras, es gratis, los privilegios de venir con una Jung. —No pierde la oportunidad de presumir.

—¿Te dan cosas gratis?

—Las empresas que pertenecen a mi familia sin importar de quien sean no pueden cobrar un centavo a ningún Jung, este entra gratis y se lleva lo que desea.

—Puede ser peligroso ¿no?

—El estafador de la familia ya no es considerado un Jung así que él ni acceso tiene, y cada cosa que nos llevamos queda registrada por si ocurre algo sospechoso, mi abuelo que es el encargado de todo es bastante cuidadoso.

Nuestro Lado OcultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora