Disgustos

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Sorpresa 😏

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—Momo me beso en los labios. —Seis palabras destructivas.

Nayeon observa fijamente a Mina como esperando que diga que está de broma, lo que claro no va a suceder, es cuando el sentimiento extraño crece en su pecho y ni siquiera tiene palabra alguna para decirle.

—Fue de pronto, ella me beso a la fuerza. —Sigue explicando la japonesa con un tono de tristeza.

—¡¿Pero qué?! —Por fin tiene reacción— La sirvienta esa te beso a la fuerza, esto es un insulto y te juro que la haré pagar, la voy hacer arrepentir por lo que te hizo.

—Espera no, yo le dije que se fuera de mi habitación y que la odiaba.

—Eso no es suficiente ¿Cómo se atrevió a besarte y en contra de tu voluntad? —Ahora está furiosa, temblorosa de ira— Vamos a que la denuncies, tiene que irse presa porque tu estas ciega y se aprovechó de ti, cuenta como violación.

—Nayeon basta, ella es mi amiga y es lo suficiente raro que me besara como para hacer un escándalo, uno que harían mis madres.

—¿Es que te ha gustado el beso? —Le pregunta casi que con miedo.

—No, para nada, fue desagradable.

—A ti te gustan los niños. —Es lo que se cree que tampoco le hace mucha alegría.

—No se trata de eso, Momo es mi amiga, mi mejor amiga y no la veo como otra cosa.

—Te beso a traición, ya no tiene que ser tu amiga. —Sentencia Nayeon— Tiene que pagar.

—Le he dicho que la odio, supongo que eso la va a alejar de mí. —Expresa con tristeza.

—Lo que está bien, su castigo por besarte, por abusar de tu confianza, no te sientas mal por ello y no debe quedarse allí Jeongnam, déjame ir a enfrentarla y decirle lo que se merece. —Desea golpearla en realidad.

—Nada de eso.

—¿Entonces para que me lo cuentas? ¿Para destruirme?

—¿Qué? —No entiende de lo que le habla.

Y la misma Nayeon tampoco está entendiéndose. —Me refiero a que, me estoy sintiendo inútil, que no puede ayudarte ante alguien que abuso de ti.

—No me violo, solo me beso y te estoy contando porque ha sido raro, desagradable y triste.

—¿Triste?

—Es que he quedado sin mejor amiga.

—Yo voy a —Se calla al instante y lo replantea— Yo estaré a tu lado.

—No lo entiendes, a Momo la conozco de toda mi vida, siempre fuimos inseparables, asistió a los mismos colegios que yo.

—¿Cómo si es pobre?

—Mis madres no tuvieron problema en pagar su colegiatura, hasta ella iba a entrar a la academia solo que dice que este no es su mundo.

—Obvio no lo es —Se gana una mueca de enfado— Perdón, continua.

—Por eso hemos discutido y nos alejamos, pero el fin de semana todo iba bien hasta que me llamaste y se fastidio porque perdí la noción del tiempo hablando contigo, se fue y ya no volvió hasta la noche.

—Y te beso. —Lo dice con desprecio— Esa bestia te beso.

—Dos veces, la empuje primero y luego me aprisiono, como no correspondí el beso fue que me liberó y le dije que la odio.

Nuestro Lado OcultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora