-Vale, ¿probamos con Ed Sheeran entonces?- me dijo Harry
Asentí con la cabeza y puse la guitarra en la posición correcta. Habíamos decidido que podía intentar cantar una canción de Ed para la función, ya que era un artista que conseguía transmitir mucho con sus canciones. Styles me había preguntado por la canción que más me gustaba de él y antes de que terminase la frase, ya tenía decidido lo que quería cantar. Thinking out loud había estado entre mis canciones favoritas desde la primera vez que la había oído.
Empecé a cantar sin más, y como de costumbre, me dejé llevar en el segundo acorde. Solo la música podía conseguir relajarme de esa forma y alejarme de mis pensamientos.
Cuando terminé la canción abrí los ojos y tuve que cubrirme la boca con mi mano para no gritar. Harry estaba demasiado cerca y no me lo esperaba en absoluto. Su respiración chocaba con la piel de mi cuello, erizandolo por completo. Intenté calmar los latidos de mi desbocado corazón y centrarme en otra cosa, aunque fuese imposible. Su aroma me invadía por completo mientras que nuestros brazos se rozaban sin apenas movernos.
-¿Y bien?- pregunté, girandome para dejar la guitarra sobre la mesa.
-Ha estado genial, como siempre, pero creo que deberíamos practicar la respiración. A veces parece que te falta un poco de aire.
Y sin decir nada más, colocó su mano en mi barriga y fijó sus ojos en los mios.
Concentrate, Alexia.
-Respira- me susurró.
Mi corazón bombeaba con demasiada fuerza en mi pecho y yo ni si quiera sabía como sacar el aire que mis pulmones estaban reteniendo. Mi manos descansaban inertes a cada lado de mi cuerpo, como si no pudiesen hacer nada mejor.
-¿Estás bien? Pareces nerviosa.
Muy agudo, Styles, quizás es por tu maldita culpa.
-Estoy bien-musité.
-Genial.
Se acercó mucho más a mi, tanto que por un segundo pensé que su espacio vital y el mio se iban a fusionar en uno solo. Agarró mis manos y las colocó sobre las suyas.
-Respira profundamente, con el diafragma. Acumula el máximo de aire que puedas y luego sueltaló en 10, ¿vale?
Asentí con la cabeza, consiguiendo liberar mis pulmones al fin. Hice lo que me dijo y comencé a explulsar el aire mientras él susurraba los números sin apartar sus ojos de los míos. Podía leer tantas cosas en aquella mirada verde intenso que me abrumaba nada más que de pensarlo. Parecía estar rebosante de tranquilidad y alegría, pero a la vez ocultaba algo oscuro, algo que le daba ese aire peligroso que le faltaba a su estilo bohemio. Sus rizos estaban mucho más despeinados de lo normal, cayendo de cualquier manera por su angelical rostro. Tenía esa imagen dejada, con sus camisas medio abiertas de todos los colores imaginables y sus ajustados y rotos vaqueros negros, que contrastaba increiblemebte bien con las perfectas facciones de su elaborado rostro. Sentí por un momento la necesidad de acariciar sus mejillas y decirle lo precioso que era, pero eso si que habría sido del todo inapropiado y mucho menos en aquella situación.
-Lo estás haciendo muy bien, Alexia- me susurró.
¿Estaba más cerca que antes? Porque podría haber jurado que sus labios estaban a punto de tocar los míos. Algo dentro de mi se activó y me separé rápidamente de él. Eso le desconcertó un poco, pude leerlo en sus ojos, pero intentó disimular con una tranquila sonrisa.
-¿Probamos la canción una vez más? Y recuerda: coge el máximo posible de aire y sueltalo lentamente.
Canté de nuevo la canción siguiendo su consejo y parecía que le gustaba mucho más que antes. Guardé la guitarra en la funda al terminar, creyendo que por fin sería libre y podría irme con Brad a decorar la maldita fiesta, pero no podía estar más equivocada.
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Art for three (h.s, b.s)
Teen Fiction"Ella era la más bella obra de arte que había visto en mi vida, y como toda obra de arte, debía ser admirada, no solo por mi, sino por el mundo entero."