TREINTA Y TRES

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-¡Me encanta esta canción!- grité mientras daba el ultimo trago a mi copa de vodka- Fedrah, vamos a bailar.

-¡Si!- gritó mi amiga, levantandose de uno de los taburetes de la barra.

Nos pusimos a saltar en la pista de baile, acaparando la atención de todos los que nos rodeaban. Cuando la canción terminó, las dos comenzamos a reir como locas, sin saber si quiera por qué motivo lo hacíamos.

-Perdona, eres Alexia Davinni, ¿verdad?

Me giré y quedé cara a cara con un hombre de unos cuarenta años que vestía un elegante traje y llevaba colgado de su mano un maletin negro. En su mano libre había una copa que se bebió de un trago y la dejó sobre una de las mesas que había por la sala.

-Eh, si, si- dije yo, entre risas- perdon, perdon, es que... eh, ¿que quiere?

-Si, verás, soy el representante de una firma discográfica y estamos buscando algo diferente, una cara nueva. Y bueno, he visto tu actuación y, la verdad, es que eres justo lo que necesitamos.

Demasiada información para estar tan borracha.

-Perdona... ¿qué...?

-Se que no te he pillado en el mejor momento, pero si me das tu telefono, mañana te llamaremos desde la oficina para explicartelo todo y concederte una entrevista con el jefe para que... en fin, mejor te dejo el teléfono del estudio y ya tu llamas cuando... decidas algo. ¿Te acordarás?

-Espera, espera... ¡Brad!- grité el nombre de mi mejor amigo.

Él vino en seguida junto a mi y observó al tipo de la discográfica atentamente.

-¿Que ocurre?

Me encogí de hombros y dejé que ese tipo le explicara todo de nuevo a mi amigo. Estaba demasiado borracha como para mantener una conversación importante. Ni si quiera sabía si al día siguiente me acordaría de algo.

-Genial, mañana le llamaremos- dijo Brad, tendiendole la mano al hombre para que se la estrechara.

-Pasad una buena noche.

Y con eso, se alejó de nosotros y salió del local.

-¿Te das cuenta de lo que acaba de pasar?- me dijo mi amigo, con una emoción contenida en la voz.

-¿Que un tipo que no conozco me ha dicho algo que no he entendido?

-¡No! ¡Que vas a grabar un disco!

-Vamos- dije, sin pensarlo.

Brad arqueó una ceja como si no entendiera lo que pretendía decirle.

-Vamos a grabarlo juntos- expliqué.

Su expresión fue de sorpresa, pero me abrazó al momento. Reí de alegría y volví hacia donde habíamos dejado a James y Fedrah. No se cual de nosotros tres estaba más borracho, pero me daba igual.

En ese momento, alguien me cogió del brazo y me obligó a girarme. Cuando una mirada verde, de ojos rojos e hinchados me hizo cara, sentí que hasta la música dejaba de sonar.

-Harry- suspiré, en un tono seco y distante.

-Alexia, tenemos que hablar, nada de lo que crees ha pasado yo...

-No tengo nada que hablar contigo, estoy de fiesta y borracha, y nada de lo que digas puede aguarme la noche.

-Pero Alexia...

-Te ha dicho que no quiere hablar contigo- intervino Brad, cruzandose de brazos.

-No te metas en esto, Simpson- dijo Harry, apretando la mandibula.

Art for three (h.s, b.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora