El miércoles me desperté con una resaca tan enorme que decidí que lo mejor que podía hacer era quedarme en casa. De todas maneras, en clase solo la acompañaría la culpa a cada mirada de Brad, por no hablar de la constante presión en el pecho cada vez que pensaba en él. No, tenía suficiente con mi dolor de cabeza.
Me levanté pasadas las doce y me paseé el día entero en pijama por el apartamento. Me pesaba la vida, la conciencia y el alma. No tenía ni tan si quiera hambre, pero me hice un café y me senté en el sofá para tomármelo tranquilamente. Encendí la televisión, esperando que hubiese algo que consiguiera mantener mi cabeza entretenida. Absolutamente nada. Bufé y me terminé el contenido de la taza de un trago.
Cogí un cigarro del paquete que tenía sobre la mesa y salí a la terraza. Lo encendí y me apoyé en la barandilla mientras le daba una larga calada. Luego solté el humo mientras perdía la mirada entre las nubes.
Escuché un ruido procedente de la planta de abajo y me asomé, encontrando la cabellera rizada de Harry. ¿Tampoco había ido hoy a trabajar?
Me puse nerviosa al segundo. No quería que me descubriera allí, pero si me alejaba de la barandilla chirriaría y me delataría. No me quedó más remedio que hacerme la loca, como si no le hubiera visto.
-Alexia- dijo de repente, llamando mi atención.
Se me aceleró el corazón a una velocidad inhumana.
-Hola, Harry- respondí, tragándome el humo del cigarro.
-No has ido a la facultad- me dijo, sonriendo amargamente.
-Ni tu- contraataqué.
-Ya... no tengo ánimos.
Suspiré. Teníamos que aclarar las cosas, cuanto antes.
-Harry... creo... creo que tenemos que hablar.
Pude ver como asintió.
-Estoy sola en casa, ¿quieres subir?
-Voy en seguida.
Le sonreí forzosamente y observé como se metía en casa. Cinco minutos después, tocó al timbre. Le abrí la puerta y le invité a entrar al salón.
Me aclaré la garganta antes de hablar, demasiado nerviosa como para mirarle a los ojos. Las manos de Harry también se movían de una forma inusual en él, siempre tan calmado. Cerré los ojos y pensé bien lo que debía decirle.
-Harry yo...
-Alexia yo..
Hablamos a la vez, como sincronizados. Como cada vez que estaba con él, un escalofrío recorrió mi cuerpo. Me tranquilicé mentalmente.
Solo es una conversación, Alexia.
-Lo siento- volvimos a decir, al unisono.
Levanté la cabeza, en un movimiento involuntario, y quedé atrapada en sus ojos. Veía realmente la culpabilidad en ellos. Había algo en el rostro de Harry que me ablandaba por dentro, removiendo hasta el último de mis sentimientos. ¿Me estaría enamorando yo también de él?
-Déjame hablar primero- me pidió cuando vio mis intenciones de seguir disculpándome.
Asentí con la cabeza y esperé a que empezara.
-Tienes razón en todo lo que me dijiste. Lo que hacemos es peligroso, para los dos. No podría cargar con la culpa de que te echaran de la facultad. No soy quien para fastidiar tu sueño. Pero tampoco quiero apartarme de ti, me gusta cuando estamos juntos, me siento mejor, menos solo. Eres especial para mi, Alexia, desde el primer día que te vi y nada podrá cambiar eso. Quizás reaccioné de manera exagerada, con todo eso de las llamadas y la pelea y que tuvieras que venir a por mi al hospital pero... me gustas, Alexia, y no quiero perderte. Esto no es una declaración de amor ni nada de eso, pero te prometo que si decides volver a tener algo conmigo voy a ser más cuidadoso. Nada de sexo en la universidad, ni besos ni ojitos ni nada. Solo nos veremos en tu piso o en el mio, a solas. Con eso me basta.
Quizás sus palabras me llenaron más de lo que debían, o quizá fue que me sentía increíblemente sola en ese momento, pero una sonrisa se apoderó de mi rostro y no pude evitar lanzarme a sus brazos, rodeando su cuello con fuerza y aspirando su dulce aroma. ¿Por qué iba a resistirme tanto a algo que me encantaba? Yo estaba a gusto con Harry, solo debíamos procurar que nuestro secreto estuviese mejor guardado.
-Está bien, Harry- le dije, separándome de él- también yo reaccioné de manera exagerada. No puedo negar que cuando quedamos estoy más alegre y que me ayudas en todo lo que necesito. No quiero perder lo que tenemos, pero sobre todo, no quiero perderte a ti. No puedo. Tu sabes como sacar lo mejor de mi, y eso me encanta. Pero tienes que cumplir tu promesa. Nadie puede saber esto, nunca.
-Te lo prometo, pero a cambio... quiero pedirte algo.
Sonreí, complacida por aquella conversación y por su cercanía.
-Lo que quieras.
-No quiero tener solo sexo contigo. Quiero algo más... serio. No quiero que te agobies pero... quiero saber que seremos tu y yo, sin terceras personas. Quiero pensar que cuando acabe el cuatrimestre y deje de ser tu profesor, habrá una posibilidad de que podamos ser una pareja.
Me olvidé de respirar por un segundo. Cuando recordé que necesitaba el aire para seguir viviendo, aspiré todo lo que mis pulmones me permitieron y pensé un segundo en lo que me proponía Harry. Quería algo serio conmigo, ¿podía yo darle lo que me pedía?
¿Estaba tan segura de mis sentimientos hacia él como para decir que si?
Las consecuencias podían ser nefastas, y entonces si que no tendría solución. Además, estaba Brad, ¿que sentía yo por mi mejor amigo? ¿Por qué a pesar de tener al tio más cañon de la ciudad en mi salón no podía sacarle de mi cabeza?
Demasiadas preguntas para tan poca respuesta.
Decidí tirarme a la piscina. Siempre hacía lo correcto, pensando en lo que podría pasar si salía mal. Pero esa noche, iba a ser diferente. No tenía ni idea de lo mucho que me arrepentiría después de esa decisión.
-Está bien, Harry, hagamoslo.
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Creo que es el cap más corto hasta el momento, y lo siento mucho. Es de relleno un poco, si no no me cuadra con lo que viene después. Espero que os guste y agarraros que vienen curvas. Gracias por leer y no olvideis dejar algun comentario diciendo que os parece. Sois lo mejor, en serio.
Hope you enjoy it!
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Art for three (h.s, b.s)
Novela Juvenil"Ella era la más bella obra de arte que había visto en mi vida, y como toda obra de arte, debía ser admirada, no solo por mi, sino por el mundo entero."