VEINTIDOS

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No dormí nada en toda la noche. Cada vez que cerraba los ojos, el recuerdo de la mirada rota de Harry y su portazo al salir de mi casa me obligaba a despertar. Me sentía la peor persona del mundo aún sabiendo que había hecho lo mejor para los dos. No podía arriesgarme a perder mi plaza en la universidad ni podía permitir que Harry perdiese su trabajo. Pero me dolía haber acabado con lo que fuese que teníamos de aquella forma.

Intenté pensar que a la larga sería lo mejor para ambos. El problema fue que, cuando casi había convencido a mi conciencia, saltó el contestador del teléfono de casa.

Biiiip.

“Alexia, soy Harry y si, estoy borracho. Me da igual lo que me digas, lo que tenemos es genial. Solo es sexo, te lo juro”

Biiip.

“Soy yo otra vez. No se porqué no me contestas pero quiero que sepas que tienes una sonrisa suuuuuuper bonita, pero eso da igual porque solo tenemos sexo, te lo prometo. Por una vez más no pasará nada, ¿verdad?”

Biiiip.

“¡Alexia! Es el último mensaje, lo prometo. ¿No podemos vernos ahora y hablarlo como personas adultas que somos?”

Biiiiip.

“Vale, pues passssssssa de mi. Me voy con una rubia que también está en la facultad.”

Biiiip.

“No es verdad, Alexia, solo vamos a tomar una copa.”

Biiiiiiiiip.

“Alexiaaaaaaaaaaaaaaaa”

Suspiré, creyendo que era el último mensaje, cuando el teléfono volvió a sonar, esta vez avisándome de que tenía una llamada de un número desconocido.

-¿Si?- pregunté, con la voz dormida.

-¿Señora Styles?- preguntó una voz femenina al otro lado de la línea.

-Eh, no, no, soy una amiga, ¿quien llama?

-Le llamamos desde el hospitar de St. Jeremiah, el señor Styles ha sufrido un... accidente.

Me levanté de la cama de un salto.

-¿Qué? Pero, ¿está bien?

-Si, si, está bien. Pero venga lo antes posible.

La enfermera me dio la dirección del hospital. En cuanto colgué, me vestí con lo primero que encontré y corrí hacia la habitación de James para suplicarle que me llevara hacia allí. Ni si quiera se como conseguí convencer a mi primo, pero media hora después, estaba corriendo por los pasillos de aquel enorme hospital.

-Perdone, busco a Harry Styles, me han llamado para que venga con urgencia- pregunté en el mostrador de la entrada de urgencias.

-¿Eres Alexia?

Asentí con la cabeza.

-Las últimas llamadas del herido eran a tu número. Está en la habitación 202, el médico le está haciendo un chequeo en este mismo momento.

Agradecí a la enfermera la información y, seguida de cerca por mi primo, corrí hacia la habitación indicada.

Toqué a la puerta y una voz cálida me animó a pasar. Harry estaba en la cama, con un ojo morado y un corte en su mejilla, pero completamente consciente.

-Buenas noches, soy el doctor Sullivan, ¿son ustedes familiares del señor Styles?

Asentí con la cabeza, desviando mi mirada de cuando en cuando hacia Harry.

Art for three (h.s, b.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora