Era Halloween, Reborn organizó una fiesta, y le dio la tarea de invitar a todos porque debía portarse como un buen jefe de familia. Tsuna desearía que Reborn dejase de lado eso de querer convertirlo en el nuevo jefe de la mafia más poderosa. Él no estaba hecho para eso. Pero, de todas formas, no podía negarse a esas órdenes porque le gustaba seguir vivo y completo, sin magulladuras, más porque le gustaba esa fecha debido a los disfraces y la comida temática.
En resumen, invitó a Mukuro, Nagi y todos, incluso se halló frente a la oficina de su guardián de la nube, respirando profundo para agarrar valor. Hasta se había dado una vuelta por la preparatoria e invitado a Kusakabe y a todos los miembros del comité para que asistieran también. Obviamente le dijeron que sólo irían si su líder iba. Por eso se hallaba frente a aquella bestia, jugando con sus dedos para elegir bien las palabras a usar.
—Me gustaría mucho que usted asistiera, Hibari-san —sonrió.
—No convivo con herbívoros.
Tsuna ya se esperaba esa respuesta, pero tuvo la ligera esperanza de que después de todo lo vivido en esos largos meses de peleas contra enemigos poderosos, las cosas con su guardián cambiaran un poco. Lamentablemente parecía que nada cambió.
Por esa vez no insistió, no quería incomodar a su nube, y después de reverenciarlo, salió de esa oficina arrastrando los pies y con el aura demasiado melancólica. Hasta hizo un puchero al salir de las instalaciones para dirigirse a su casa. Tal vez debió ocultar un poco mejor su decepción, porque así se hubiese ahorrado el desastre.
—¡¿Que hicieron qué?!
Tsuna miraba horrorizado a sus dos amigos, Gokudera y Yamamoto, el uno cruzado de brazos y orgulloso de su hazaña, y el otro soltando una suave risita despreocupada. No era para menos. Que Gokudera se hubiese desquitado con Hibari por haberlo hecho entristecer, era una cosa, pero romper el vidrio de la oficina de su nube utilizando una piedra, era otra cosa muy distinta. ¡Gokudera era un suicida!
Al final estuvo él, que, a fin de evitar una catástrofe, decidió afrontar la situación directamente. Eso y que Reborn lo pateó —literalmente—, para que se disculpara y tomara la responsabilidad por descuidar a sus guardianes. Lamentablemente nada sale como uno espera y por eso se hallaba sujetando la piedra —evidencia clara del atentado—, y buscando al desaparecido guardián de la nube en esa oficina.
—Ellos solo querían verme feliz —suspiró mientras recogía los pedazos de vidrio—, pero exageran.
—¿Y por qué estarías feliz si yo hubiese ido a la fiesta herbívora?
—Porque me gustaría ver a Hibari-san divertirse conmigo —al darse cuenta de lo que dijo, se tensó, y no se dio cuenta de que se cortó con un vidrio—, y... ¡y con todos!
—Podría malinterpretar tus palabras, herbívoro.
—No... Yo no... Hibari-san no quise insinuar nada —estaba jodido.
Tsuna se quedó paralizado ante el azabache de ojos azulados que se acercó a él y le sujetó la mano para revisarla, no pudo siquiera respirar, su rostro agarró color porque mostró su torpeza innata una vez más ante a su guardián más fuerte, y cerró los ojos al creer que sería mordido hasta la muerte. Pero no fue así.
—Si me das un beso, tal vez podría considerarlo.
—¿Eh? —su rostro enrojeció más ante la sonrisa ladeada de Hibari—. ¿Qué?
—¿Lo harás?
Fue un Halloween muy raro. De eso no cabía duda.
Notas finales:
No puedo evitar hacer cosas "rosadas" en los drabbles XD
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Fictober 2019 [KHR] [1827]
FanficConjunto de drabbles correspondientes a la actividad del grupo Motín Fanficker en Facebook. Pareja Hibari x Tsuna del fandom Katekyo Hitman Reborn.