Capítulo 06

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JungKook llegó exhausto a su departamento.

Tiró las llaves sobre la mesada de la cocina y buscó en el refrigerador una botella de agua. Tomó un sorbo y miró las vistas de Seúl que le permitían su ventana.

Su móvil sonó en su pantalón y lo sacó contestando.

—Hola mamá.

—Hola vida ¿qué tal? ¿todo bien por allí?.

JungKook cerró el refrigerador con un pie y luego puso en altavoz su celular mientras se desvestía comenzando con sus zapatos para luego enfundarse su pijama.

—Muy bien, he conocido a 4 pacientes algunos les cuesta comunicarse con los demás pero ya sabes... es todo un proceso y recién comienza el año así que...

—Me alegra escuchar eso, por cierto... Mingyu ha regresado al vecindario y te extraña si puedes, luego ven y date una vuelta por aquí...

JungKook rodó sus ojos mientras una sonrisa agotadora se apoderó de su rostro.

—Mamá, sabes lo que pienso respecto a eso.

—Tienes abandonado al pobre chico ha estado preguntando por ti todo el tiempo y tu padre te extraña también, solo ven un día.

—Mamá primero y principal Mingyu no es de mí propiedad así que yo no abandoné a nadie, segundo no intentes emparejarme con alguien del que solo siento respeto y admiración, entiende por favor...

Hubo un silencio y JungKook escuchó un susurro del fondo que al parecer decía.

—Encima que lo ayudo a olvidar a ese chico...

JungKook frunció el ceño.

—¿Dijo algo madre?

—¿Qué? no para nada, seguro te hiciste la idea. Pero ya sabes, pásate este fin de semana, quiero que cenes con nosotros y con Mingyu...

—¡Mamá!

—Ya dije, adiós mí amor.

Y cortó.

JungKook bufó dejó el celular sobre la mesada y cruzó sus brazos sobre su pecho pensativo. Mingyu había sido su amigo desde que comenzó la universidad y este siempre fue demasiado caballeroso con él, pero en exceso y eso incomodaba mucho a JungKook. No quería decir que él gustara de su persona, ya que sonaría ególatra pero es que se notaba tanto.

JungKook se recostó en su cama sin taparse y miró las cortinas de su habitación moverse por el viento.

Siempre se había preguntado que era de su vida antes de tener ese misterioso incidente con el delicuente. ¿Habrá tenido muchos amigos? ¿Cómo le habrá ido en los estudios?. Esa parte de su vida se veía borrosa y no podía identificar a nadie, era como un vidrio empañado que por más que lo seques siempre quedará así por más vapor. Deseaba que algún día pudiese volver a recuperar la totalidad de su memoria y sus recuerdos de la infancia, su adolescencia.

Pero por ahora solo quedaba esperar.

𝗧𝗛𝗘𝗥𝗔𝗣𝗬 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora