Capítulo 35

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Su turno en la cafetería había terminado.

Así que cambió sus ropas y se despidió de sus compañeros que se quedarían a más entrada noche. El sonido de los autos inundó sus oídos y una figura familiar lo esperaba en las mesas de afuera.

Una pequeña pero muy pequeña sonrisa se asomó por la comisura de los labios y se acercó una vez que ambos conectaron mirada. El pelinegro se sentó frente a él y trono su cuello contracturado.

—¿Es muy tarde para hacer un pedido?

TaeHyung negó.

—Están mis compañeros allí, si quieres...

JungKook mordió su mejilla interna tratando de decirlo pero no encontraba las palabras indicadas.

—Era una broma, he comido mucho y necesitaba despejarme. Vine al lugar dónde siempre me alejo de toda situación incómoda.

TaeHyung frunció el ceño y JungKook continuó.

—... es mí madre.

TaeHyung formó un "oh" con sus labios y de solo pensar en esa señora le ponía los pelos de punta, la forma en la que lo había mirado aquella vez en el hospital deseó con más ganas alejarse de JungKook.

—¿Puedo preguntar por qué?

—Quiere que me case.

El pelinegro sintió como su corazón se estrujó un poco y un remolino de nerviosismo se instaló en su estómago haciendo que sus manos comenzaran a temblar sin que él pudiese evitarlo.

—N-no sé que decir...

—Tengo 24 años, creo que es una edad bastante corta y mí madre quiere que me case, me siento ahogado cada vez que me habla de eso.

TaeHyung apretó sus manos junto con el pantalón por la impotencia y dijo.

—¿H-hay alguien?

JungKook asintió y TaeHyung creyó lo que le había dicho Rose aquella vez.

—Pero no lo puedo ver con esos ojos.

El mayor sintió como un peso de encima salía de sus hombros y solo miró hacía otro lado sonriendo ocultando su felicidad.

—¿Y tú?

TaeHyung volvió a la realidad y tosió un poco por la repentina pregunta.

—También, pero nunca supe si esa persona sentía algo por mí.

Entonces ambos suspiraban ya que alguien estaba en su misma situación, qué apesar de que JungKook estaba en una constante presión por parte de su madre, TaeHyung le daba seguridad de que él no era el único y ese sentimiento de confort.

—Supongo que estamos hechos para otra persona.

TaeHyung asintió y sintió ese mismo calor en el pecho que sentía cuándo era un adolescente.

—Lo creo.

𝗧𝗛𝗘𝗥𝗔𝗣𝗬 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora