Capítulo 49

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Las terapias grupales en la secundaria iban demasiado bien. Todos los pacientes de JungKook estaban mejorando poco a poco.

Unos de sus pacientes tenía 13 años cosa que le hizo sentir mal ya que a tan temprana edad tuviese que ir a terapia.

Era de noche y como estaba lloviendo la luz se había cortado, JungKook tuvo que hacerse de corazón duro e ir al gran depósito a prender el generador para prender nuevamente las luces, mientras tanto sus pacientes iluminaban el salón de terapias con sus linternas del celular.

Con linterna en mano recorrió los pasillos de la institución y llegó a unas escaleras que bajaban dirigiéndose hacia el gran depósito, sus pies flaqueaban por el miedo. Mientras tanto, de vez en cuando miraba hacia atrás fijándose de que ningún fantasma o ser lo estuviese siguiendo.

Un nuevo pasillo largo y más oscuro lo esperaba una vez que terminó de bajar las escaleras cosa que hizo que hasta los pelos de las cejas se le erizaran del miedo. Tragó saliva y suspiró cerrando los ojos y comenzó a caminar nuevamente encontrándose con la puerta del gran depósito en dónde según los conserjes dejaban las mesas, sillas o hasta casilleros rotos que luego tirarían.

Abrió la puerta y sonrió al ver el generador para luego prenderlo, a continuación encendió la luz del depósitos y encontró de todo, el lugar era más espacioso que la cancha de básquet que había a las afueras. Miró por todos lados inspeccionando todo el lugar y comenzó a curiosear por todos lados, encontrándose con cajas con informes de distintos alumnos o salidas educativas fuera o dentro del país.

Abrió casilleros por doquier y encontró uno en buen estado, este se le notaba algo oxidado pero seguía teniendo color. Este estaba con la cerradura rota pero al parecer ni un rasguño tenía, al abrirlo algo cayó al piso.

Un papelito.

JungKook se arrodilló frunciendo el ceño y miró a los lados fijándose de que nadie entre y entonces abrió la carta, ésta estaba un poco vieja con polvo y luego de que este entrara a su ojo y comenzara a dolerle pudo leer lo que tenía escrito.

¿Por qué no puedes ver mí corazón?
Intenté repetidas veces decirte lo que siento por ti pero jamás te diste cuenta y eso me pone triste. No creo ser persona indicada para ti y creo que cada vez que no te das cuenta lo siento con más profundidad. Así que te diré aquí lo que siento por ti sin salir lastimado cuándo algún día me declare frente a ti. Bueno no sé cómo comenzar pero me gustan tus ojos grandes y tu sonrisa, eres muy bonito y tus mejillas son gigantes como dos algodones de azúcar. Sinceramente me siento algo tonto escribiendo esto, pero necesitaba decírtelo. Me gustas desde que te conocí y agradezco que me hayas dejado ayudarte cuándo la pasaste mal por TaeMin, siento no haberte ayudado antes, fuí un estúpido al no reaccionar. No espero tu respuesta ahora, ni tampoco mañana. Pero espero que no me ilusiones, no hagas sentir mal a mí corazón, por favor. Atentamente: Tu amigo, T...

—¿T?

JungKook frunció el ceño al ver qué la nota estaba rota en la última parte y trato de recordar quién se llamaba TaeMin, le resultaba familiar.

—¿Cómo se llamaba?

—TaeMin, Lee TaeMin.

Entonces JungKook dejó caer la nota al piso sorprendido. No era posible...

¿Era TaeHyung él de la nota?

𝗧𝗛𝗘𝗥𝗔𝗣𝗬 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora