Ese mismo día, unas horas después...

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Millie aún no podía creer lo que allí había sucedido, pero estaba completamente segura de que había sucedido, no podía evadir lo que había prometido, no porque fuera una promesa, no, claro que no era por eso. No podía evadirlo porque en el fondo de su ser ansiaba lo mismo pero no se atrevía a pensarlo mucho ni en voz alta, le daba miedo, le aterraba ser esa clase de personas, aun así lo deseaba, lo deseaba desde hace mucho y Victoria le estaba entregando esa oportunidad. Un pacto, un secreto que se llevarían a la tumba y si como ella aseguraba, nadie decía nada, no tendrían por qué ser descubiertas.

Vic le había dejado indicaciones muy precisas de lo que debía hacer, pero sobre todo lo que debía decir y lo que no, las palabras indicadas harían que Emma estuviera de acuerdo en absolutamente todo y lo más importante sería quién estaría al frente de todo por si algo llegaba a salirse de control. No había nada más que pensar, era el momento de actuar. La encontró justamente donde Vic dijo que estaría a esa hora, se acercó a ella con sigilo, un poco prevenida, las piernas le temblaban con cada paso y sentía que se iba a quedar sin voz...

- Emma. Hola ¿Cómo estás? ¿Sabes quién soy?

- Sí, sé quién eres. Hola. ¿Qué haces aquí?

- Necesitaba hablar contigo de algo muy importante. ¿Tienes tiempo?

- No sé, no veo de que tengamos que hablar...

- Por favor, solo necesito unos minutos, después tú decides si quieres seguir la conversación o no.

- ¿Tu amiga sabe que estás aquí, queriendo hablar conmigo?

- No, ella no sabe nada, por ahora.

- Está bien Millie, sígueme y hablamos.

Emma la miraba detenidamente, la inspeccionaba como tratando de encontrar eso que estaba fuera de lugar. Millie seguía temblando, luchaba con todas sus fuerzas para controlar su cuerpo y que así Emma no lo pudiera notar.

- Y bien Millie, cuéntame. ¿Qué es eso de lo que tenemos que hablar?

- De Alik claramente...

- ¿Y cómo por qué tendríamos que hablar de él?

- Yo sé que estás teniendo un romance con él.

- ¿Te lo contó tu amiga?

- En eso te equivocas, digamos que indirectamente me lo contó Alik.

- ¿Cómo que indirectamente? Explícate...

- No sé qué tanto confías en él Emma, pero sobre todo, no sé qué tanto sabes de todas sus aventuras...

- ¿Sus aventuras?

- Sí, yo también sostengo un romance con él y como yo, hay muchas más.

- Claro que no, esto tiene que ser invento de tu amiga para que me aleje o lo deje en paz, pero es mejor que no pierdas tu tiempo. Si ella no lo va a dejar. ¿Por qué tendría que hacerlo yo?

- Te repito, ella no me ha enviado acá, yo sentí la necesidad de buscarte, de compartir lo que está sucediendo.

- ¿Cómo puedo estar segura de lo que dices?

- Mira, una vez que estábamos en mi casa, en mi cama, él por error me llamo por tu nombre, yo le pregunté y le reclamé pero lo negó todo, así mismo también ha nombrado a otras mujeres.

- ¿Cuantas?

- Muchas Emma, créeme cuando te digo que muchas.

- No lo puedo creer.

- Yo tampoco podía. Inclusive lo amenacé con contarle todo a Victoria pero no le importo, me dijo que jamás terminaría con ella ni por mí ni por nadie.

BelladonnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora