Domingo 13 de Enero 2019 (Victoria y Millie.)

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Victoria quedó con un sin sabor después de terminar la llamada con Rossie. Se sentía nuevamente presa de sus miedos, en todo este tiempo había sabido permanecer oculta de alguna manera y este no era el mejor de los momentos para aparecer, no frente a Jamie. No quería hacerlo, pero no había otra opción, debía nuevamente confiar en Mill, aunque no tuviera la certeza absoluta.

- ¿Aló?

- ¿Gorda, dónde estás?

- En mi apartamento. ¿Por qué Vic? ¿Necesitas algo?

- Sí y no, no sé.

- No te entiendo...

- Jamie está acá.

- ¿Qué?

- Como lo escuchas, está acá.

- No puede ser... ¿Lo viste?

- No, para nada. Tuve la tonta idea de llamar a Ross para saber cómo estaban y me encuentro con la noticia que él esta con ellos.

- Me caigo muerta.

- No sabes cómo quedé yo... Sentí que se me congeló todo el cuerpo.

- ¿Y qué piensas hacer?

- Nada, por ahora nada, si hago algo sería muy sospechoso. Yo estaba a punto de ir a esa casa. ¿Te imaginas?

- No quiero imaginarlo, pero digo yo, esto tarde o temprano saldrá a la luz. ¿No crees?

- No lo sé, pensé que estaba preparada para que así fuera, pero en otro tipo de circunstancias, no en este, no así, no ahora...

- ¿No tenemos un plan?

- Por ahora no Mill.

- ¿Y entonces?

- Te lo tenía que contar por si acaso, por si da la casualidad y el universo conspiran en nuestra contra y te lo encuentras, sepas perfectamente como actuar, qué hacer, que decir y sobre todo que no decir.

- ¿Y qué sugieres?

- Si puedes evitarlo, mejor. Si puedes, sal corriendo cuando lo tengas cerca.

- Hablo en serio.

- De alguna manera yo también. Es decir, debemos estar bien atentas cuando salgamos, ser más rápidas visualmente por si están en el mismo lugar.

- Creo que eso no va a ser necesario Vic.

- Por qué lo dices.

- Porque precisamente Jamie me está enviando mensajes en este momento...

- Es broma. ¿Verdad?

- No, lo invocaste tanto que apareció él sólito por su propia cuenta.

- ¿Qué te dice?

- Espera me pongo los manos libres para leerte...

Me saluda, me pregunta qué cómo estoy, que hace mucho no hablamos y no sabe nada de mí, que de ti tampoco sabe nada, que hoy ha pensado en ti...

- Mierda, mierda, eso seguro fue por la llamada que le hice a Ross...

- ¿Por qué lo dices?

- Pues Ross pronuncio mi nombre y seguramente él lo escucho.

- Ah...

- ¿Qué más te dice?

- Déjame le respondo, porque ya me vio en línea...Me dice que esta acá por unos días, que estaría bien que nos viéramos y tomáramos algo. Se porta muy amable, como cuando van a pedir algo, así mismo se porta.

- Las mañas querida, que nunca se van.

- Me está pidiendo tu número.

- ¿Qué? ¡No, ni loca se lo des!

- ¿Y qué le digo? ¿Cómo se lo niego?

- No sé invéntale algo, que perdí mi teléfono, que tú y yo ya no somos amigas, que estoy muerta, no sé, invéntale algo, pero no le des mi número.

- Está bien, está bien, voy a ver cómo me lo quitó de encima.

- Por favor que no vaya a sospechar nada de mí, que me le estoy escondiendo o algo.

- Le dije que no podía traicionar tu confianza, que ustedes no habían terminado nada bien y que lo peor que podía hacer era darle tu número.

- ¿Y lo entendió?

- No sé, aun no me responde. Vic yo creo que lo mejor sería que se enterara por ti y no por otro u otras personas de tu relación con Alik, sino, realmente llegaría a ser muy sospechoso todo esto.

- No sé, no lo sé, necesito tiempo para pensar muy bien las cosas.

- Pero precisamente tiempo es lo que no tenemos.

- Deja de acosarme Mill, estoy pensando.

- Ahí me acaba de responder.

- ¿Qué te dijo?

- Dice que de eso ya ha pasado tiempo, que el tiempo sana heridas y es el momento de que se vean y puedan hablar como dos personas mayores, que de verdad necesita hablar contigo. ¿Qué hago? ¿Qué le digo?

- ¡Joder! Ahora en el peor momento viene a comportarse como un hombre maduro. Que fastidio.

- Dime que hago Vic.

- ¿Si lo bloqueas sería muy extraño y sospechoso verdad?

- Demasiado.

- Dile que le darás mi número...

- ¿Hablas en serio?

- Sí, hazlo, pero dile que lo harás con la mejor de las intenciones, que si las cosas terminan mal tu no quieres verte involucrada.

- SI las cosas llegar a terminal mal tendríamos nuevamente un funeral.

Un profundo y tétrico silencio se apodero de la llamada hasta que Victoria no pudo contener su risa, no supo el por qué, pero ese comentario cruel le había arreglado un poco el día.

- Esas cosas no se dicen amiga.

- Lo siento, lo siento, no lo pude evitar Vic, no lo volveré hacer.

- Tranquila.

- Ya le respondí tal cual como lo pediste.

- ¿Y?

- Dijo que no me preocupara, que él ya no era el mismo tonto de hace tiempo y que solo quería hablar contigo en el mejor de los planes.

- Ya veremos, no confió mucho en sus buenas intenciones. Pero lo mejor es que esté preparada para cualquier imprevisto.

- Está bien amiga, cualquier cosa por favor me avisas, sabes que debemos estar comunicándonos.

- Lo sé, no te preocupes. Si pasa algo te avisare de inmediato.

- ¡Vale!

- Te dejo Mill, voy a terminar unas cosas, un beso.

- Cuídate

Las cosas no pintaban de la mejor manera, ese encuentro que había deseado años atrás ahora se convertía en un fastidio, sin importar el motivo, la verdad o parte de la verdad iba a salir a la luz, ahora debía evitar que las cosas se vieran mal, porque se iban a ver mal, así que su única salida era tratar de minimizar los daños, verse afectada lo menos posible, aunque sería algo difícil de lograr.

BelladonnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora