A los pocos minutos...

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Jamie justo después de que Victoria corto la llamada.

Quiso intentarlo nuevamente, pero al no obtener respuesta decidió buscar una vez más a Millie, quería respuestas, tenía la necesidad de hablar con Victoria, explicarle que ya no era la clase de hombre que ella conoció, tal vez un poco tarde, pero lo sentía necesario...

- Mill que bueno que tu si contestas.

- ¿Qué pasó? ¿Hablaste con Vic?

- Sí y no.

- Si te explicaras un poco mejor...

- Le llamé, atendió claramente porque no sabía que era mi número, lo primero que hizo fue preguntar como lo conseguí...

- ¿Le dijiste que fui yo?

- No le iba a mentir, pero le aclare que yo te presione un poco, le pedí que nos viéramos y se negó rotundamente.

- ¿Qué esperabas? Que te recibiera con los brazos abiertos.

- Claramente no, pero oye al menos que me dé la oportunidad de explicarle muchas cosas.

- No creo que esté interesada.

- Eso mismo me dijo.

- Y tú para que quieres desgastarte. Al final ya ha pasado mucho tiempo. Creo que ya no necesitas explicar nada.

- Yo pienso todo lo contrario.

- Hombre, yo creo que tú ya dijiste todo lo que tenías que decir en su momento.

- Pero ese Jamie no es este Jamie.

- Jamie, yo creo que eso a ella ya no le importa y tampoco marca la diferencia.

- No pienso igual.

- Eso qué más da, es decir. Tu ya hiciste tu vida donde sea que estés, ella hizo su vida ya da igual.

- ¿Está casada? ¿Es por eso que no se atreve a verme?

- Qué dices...

- Millie ayúdame.

- ¿A qué? No te parece que ya te ayudé bastante aun arriesgándome a estar en problemas con Vic.

- Ella te lo perdonaría todo, así que no te preocupes.

- Yo no estaría tan segura...

- Solo ayúdame a verla. ¿Dónde puedo encontrarle?

- Jamie, basta. No hagas esto más difícil.

- Por los viejos tiempos Mill, por favor.

- Jamie.

- Mill por favor!

- Dios, no sé. No estoy segura.

- En el fondo quieres hacerlo.

- No, en el fondo quiero colgarte porque presiento que esto no terminara bien.

- Solo necesito hablarle, tan simple como eso. Después me iré nuevamente a seguir con mi vida y no volverán a saber de mi si no lo desean.

- ¿Seguro que desaparecerás?

- Claro que sí, aquí ya no hay nada para mí. No tenía planes de volver, lo hice porque no tuve más opción, pero en unos días me iré nuevamente y aquí no ha pasado nada.

- No lo sé, no lo sé.

- Sí lo sabes, anda, ayúdame...

- Está bien.

- ¿En serio?

- Pero si la cagas más te vale que desaparezcas. Porque seré yo quien no te quiera ver nunca más.

- Entendí la indirecta.

- Vic estará mañana en Negrón®, generalmente saca tiempo a eso de las 10 o 10:30 y disfruta del Brunch o simplemente va por una mimosa.

- Muchas gracias Millie. Te debo una y grande.

- Espero que no hagas que me arrepienta de darte esta información. Por favor no cometas un error.

- Tranquila, confía en mí.

- Precisamente eso es lo que me da miedo, confiar en ti.

- Muaaaa. Gracias.

Millie no estaba completamente segura de lo que había hecho, ni siquiera sabía por qué lo había hecho. Algo en su corazón le decía que era una completa locura, pero aun sintiendo todo eso jamás pensó ni por un instante en poner en sobre aviso a Victoria.

BelladonnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora