Belladonna

Miércoles 09 de Enero 2019.

Sam había decidido permanecer en silencio tras la noticia de la muerte de Alik, se encontraba conmocionado por los hechos, no sabía qué pensar, qué decir, ni qué hacer, solo cruzó un par de palabras con Victoria cuando tomó la decisión de llamarla para darle el pésame y mostrarle todo su respaldo, pero por otro lado también estaba su otra amiga Millie, sentía que debía comunicarse con ella pero a su debido tiempo, ella había tenido la confianza de contarle lo que sucedía entre ellos, también debía estar dolida. Después de insistir un par de veces Mill dio señales de vida aceptando que fuera hasta su apartamento a visitarla. No tardó demasiado, al poco tiempo fue anunciado en portería.

- ¡Mill lo siento mucho, debes estar destrozada!

- Gracias Sam, tu eres el único que me lo ha dicho.

- Me lo puedo imaginar. Hablé con Vic claramente, pero pues también pensé en ti. Todo ha sido terrible.

- Sí, mucho.

- ¿Y se sabe algo? ¿Las investigaciones han arrojado algo?

- No mucho la verdad, o pues yo no tengo mayor información al respecto. No me han dicho nada del sepelio. ¿Victoria no te dijo nada?

- No mucho. Cuando hablamos se notaba muy triste, lloró cuando le dije que lo sentía y luego se calmó, no quise preguntar nada para no parecer mal educado o indiscreto como lo sería mi abuela y mi madre con este tipo de acontecimientos, preguntando como fue, de que murió, si lo mataron o qué.

- (Sonríe tímidamente.) Me puedo imaginar a tu madre y a tu abuela en esas.

- Es verdad, así son. Así que no le hice preguntas al respecto, por eso vine hasta acá, para que me contaras cómo paso todo.

- No sé mucho. Vic y yo estábamos reunidas con la Wedding Planner cuando sucedieron las cosas, no sabemos si estaba solo o acompañado cuando le dio el infarto, diríamos que estaba solo, porque si no alguien lo habría auxiliado.

- ¡No te parece un poco extraño que le haya dado un infarto! ¿Precisamente a él?

- ¿Por qué extraño?

- Por la edad, por la contextura, porque se ejercitaba.

- Las personas que hacen ejercicio también se mueren cariño.

- No digo que no, pero... No sé.

- ¿Qué no sabes?

- Mill en el fondo de mi corazón me parece extraño. ¿Victoria se enteró de algo?

- ¿Algo?

- Sí, digo, ¿Se enteró de lo que había entre ustedes?

- ¿Tú crees que de haberse enterado habría seguido con los planes de boda o yo hubiera seguido siendo su madrina?

- Por eso lo digo, porque casualmente ya no habrá boda y tú ya no serás su madrina...

- Ay Sam, que mal pensado eres.

- Solo digo cosas, pienso cosas y pues no sé... Hay formas de formas.

- Pues hasta donde yo sé, ¡No! Ella no sabe nada de nada. Yo no se lo he dicho, tu no se lo has dicho y claramente Alik ya no se lo dirá.

- Puedes estar tranquila, por mi parte yo no diré nada, pero recuerda que alguien más nos escuchó mientras tú me lo confesabas todo, así que puede que exista alguien más que conozca nuestro secreto.

- ¿Tú crees?

- Es lo más probable. La pregunta es ¿Quién?

- No había pensado en eso. La verdad, ya hasta había olvidado ese episodio.

- Bueno Mill, yo solo venía a saludarte y a ver que más se sabía, si había algún detalle, ya sabes, el morbo. Me alegra verte bien, saber que estás tranquila, demasiado tranquila para todo lo que ha sucedido.

- Después de 5 días ya no hay mucho más para llorar. Y te recuerdo que a mí me toca en silencio. No hay que demostrar nada.

- Lo sé, lo sé. Si sabes algo más, no dudes en llamarme.

- ¡Lo haré! Te quiero.

- Y yo a ti.

Sam tenía razón en muchas cosas, era muy casual que ya no existiera boda, ni ella fuera madrina, exactamente las cosas que han pasado, si todo hubiera sucedido de una forma diferente ante sus ojos, pero lo que más le quedó rondando en la cabeza fue lo que Sam le hizo recordar, alguien más había escuchado la conversación que tuvieron esa noche y no fue precisamente Victoria. Si no fue ella y estaba segura de que no lo fue, entonces ¿De quién se trataba? Sintió temor y como no hacerlo, había un cabo suelto en todo esto y justamente era lo que menos necesitaban, tenía que hacérselo saber a Victoria, pero no podía llamarla, posiblemente los teléfonos los podían tener intervenidos, necesitaba verla sin que pareciera sospechoso y debía ser lo más pronto posible. Ella había ideado todo esto y solo ella podía solucionarlo.