Al otro lado de la ciudad...

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Las cosas no eran muy diferentes en el lugar de Victoria, ese inevitable encuentro había trastornado cada emoción que pudiera sentir, el causante de su mayor cambio, el principal culpable de sus lágrimas había estado frente a ella como si nada, ofreciendo disculpas después de mucho tiempo ¿Para qué? Era increíble que alguien pudiera tan siquiera pensar por un instante que solo con decir que lo siente, con ofrecer su perdón las cosas volverían a estar como si nunca hubiera pasado nada, las cosas no eran así de sencillas. Nunca han sido sencillas.

No dejaba de mirar el reloj en la pantalla de su móvil, esperaba la visita de Mill, no había querido decir nada por teléfono, o por mensaje, necesitaba verle frente a frente porque aparte de la gran molestia que sentía, necesitaba saber de una vez por todas a quién tenía a su lado, ese acto de deslealtad al decirle a Jamie donde encontrarla la había sacado completamente de sus casillas.

- Amiga perdona mi demora, pero ya sabes cómo están las calles de esta ciudad. ¡¡¡imposibles!!!

- Me lo imaginé, ponte cómoda.

- ¿Te sucede algo Vic?

- ¿Tú qué crees?

- Jamie...

- Y lo dices así como si nada... Jamie... ¿En serio Millie? Eres tan descarada de decirlo como si no importara. ¿Pero qué clase de amiga se supone que eres?

- Primero que nada, cálmate. Yo no vine para que discutiéramos.

- Pero yo si te pedí que vinieras para hacerlo de ser necesario, porque no lo entiendo, por más que le doy vueltas en mi cabeza una y otra y otra vez no lo puedo entender.

- ¿Y qué es lo que deseas entender?

- Por qué no te cansas de traicionarme Mill. ¿Qué te hice? ¿Por qué ese afán de fallarme una y otra vez?

- Estás muy alterada, pero trataré de aclarar las cosas contigo.

- Muy bien, te escucho...

- Vic tu crees que eres la única que tiene problemas. ¿Crees que desde que pasó lo que pasó yo he podido dormir bien? ¿Estar tranquila? La verdad es que no, ya no soy la de antes y vivo con miedo.

- Ese es tu gran problema, vivir en el miedo.

- ¿Y es que acaso tu no lo sientes?

- Por su puesto que lo siento, no soy una piedra, pero no porque lo sienta voy a traicionarte como tú lo haces.

- Mi intención no es fallarte.

- Nooooo, para nada. ¡Tú, nunca!

- Lo digo en serio, pero me siento muy presionada por ti, constantemente, o ¿Tú crees que no me doy cuenta que desconfías de mí? Me doy cuenta y me angustia que lo hagas, trato de complacerte todo el tiempo, pero al parecer nada es suficiente para ti.

- Trato de ser lo más paciente contigo, trato de demostrar que no soy la clase de persona que te fallara o te dejara tirada si algo llegara a salir mal.

- Pero entre tu y yo, soy yo la que más tiene que perder Victoria, puedo parecer tonta, pero no lo soy.

- Aun no respondes mi pregunta. ¿Por qué le dijiste a Jamie donde encontrarme?

- Porque me acorraló hasta más no poder, me insistió de la forma más contundente que jamás había visto en él

- ¿Así de simple?

- Pues sí, yo le creo, creo en su cambio, creo que es una nueva persona. ¿Y quién soy para quitarle la oportunidad de reivindicarse contigo?

- Mill, Jamie fue, es y seguirá siendo el mismo hombre, nunca cambiará...

- ¿Cómo Alik?

- No veo necesario compararlo.

- Yo sí, pero respeto tu opinión, solo que me parece un poco descabellado de tu parte que sientas que por algo así te he fallado o traicionado.

- No tienes idea del mal momento que me hiciste pasar.

- ¿Por qué? ¿Descubrió algo?

- No.

- ¿Le contaste algo?

- Tampoco.

- ¿Entonces?

- Hasta que no se aleje y con él la posibilidad de ser descubierta no estaré tranquila.

- Es que lo descubrirá, esa es una verdad que es mejor admitir desde ya. Tarde que temprano sucederá.

- Para ese momento espero tener una buena excusa preparada. Pero hoy, en este momento, ¡no!

- Deberíamos estar preparadas, esto es como el sol, se oculta, pero tarde o temprano volverá para brillar.

- Lo sé, es muy probable, pero por eso necesito que exista comunicación entre nosotras, que algo así no vuelva a ocurrir, pero sobre todo que no me vuelvas a ocultar información.

- Está bien, lo siento, no quería que te sintieras así.

BelladonnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora