Belladonna

Jamie...

Había algo en el interior de Jamie que no le permitía seguir adelante, pasar esa página, su curiosidad era aún mayor con el paso del tiempo, intentó de una y mil maneras evitar sus pensamientos, por él, por Caroline, por la misma Victoria. Pero cada intento era más inútil que el anterior, tenía muchas

Sabía que no tendría el camino fácil, pero y si buscaba un atajo, si evitaba las grandes rocas tal vez así y solo así sentiría que su alma volvería a tener esa tranquilidad que había perdido con ese viaje.

No contaba con mucho tiempo así que si debía hacer algo tenía que ser ya, las opciones eran limitadas y su ausencia estaba llamando la atención de Caroline y su familia.

Caroline se acerca sutilmente a su regazo intentando establecer un ambiente romántico, necesitaba sentirlo suyo nuevamente, necesitaba de sus caricias, de sus besos, de él, pero al intentarlo se encontró con un Jamie frío, muy diferente al de siempre, completamente desinteresado, ese viaje lo estaba arruinando todo, maldita sea la hora en la que había ocurrido toda esta desgracia.

- Deberíamos salir a cenar Jamie.

- ¿Y de qué tienes ganas?

- Comida peruana.

- Perfecto amor, salgamos a disfrutar.

- Pensé que no tendrías ganas de nada.

- Yo sé que me has notado un poco extraño, pero te puedo asegurar que todo está bien, hace rato que no estaba en este lugar, es apenas normal. Pero no hay nada de qué preocuparse.

- ¿Estás seguro que no debo preocuparme?

Se acerca para abrazarla tiernamente y le dice al oído.

- Completamente seguro. Verás como pronto volveremos a la normalidad.

- ¡Te creo!

¿Volvería a la normalidad? Ya ni de eso estaba completamente seguro, ver a victoria había removido viejas vibras que creía haber olvidado, ella también había hecho su vida con alguien más, le dolía un poco, en el fondo le dolía, era obvio que lo hiciera, no esperaba que ella se quedara esperando por él pero había un cierto sentido de pertenencia que le pedía a gritos darse su lugar.

No esperaba que le recibiera con los brazos abiertos, pero tampoco estuvo en sus planes que se comportara de esa forma tan distante, había cambiado, su traición la había hecho cambiar y de una forma que le resultaba hasta sexy, se culpaba por sentir lo que sentía y en el momento que lo hacía, estaba allí por otras razones y las cosas se estaban complicando, primero en su cabeza y ahora en su convivencia con Caroline.