Miércoles 02 de Enero 2019.

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Emma no había podido dormir en toda la noche, un mar de emociones se habían apoderado de ella, miraba la pantalla de su móvil con la intensidad que tiene un gato al merodear al ratón que sabe que pronto destrozara con su mandíbula. Muchas ideas pasaron por su cabeza un tanto desquiciada, todas con finales trágicos, ansiaba la llamada de Mill, un mensaje, un algo que pudiera poner fin a todo lo que su mente estaba creando. Sentía que las horas pasaban muy lentamente, incluso llego a sentir que el segundero del reloj daba un paso para adelante y que siempre en algún punto retrocedía unos cuantos más.

Le había estado llamando y escribiendo a Alik, no porque quisiera ponerlo sobre aviso, no. Sino que de no hacerlo se vería realmente sospechoso, ella siempre le buscaba, le acosaba para que se vieran, incluso llegó a ser bloqueada en más de una ocasión por su misma intensidad.

A los pocos minutos de su último intento recibió un mensaje de Alik pidiendo que parara ya de buscarle, que no se podían ver por ahora, él mismo se encargaría de avisarle cuando pudiera y cuando tuviera ganas de verle. Asquerosamente sutil como siempre, hace mucho tiempo que había aprendido la lección con él, pues fue poco que le duro la máscara de caballero, un par de días tal vez, después de conseguir lo que quería de ella y de todas las que se le crucen, le había dicho que ya se había aburrido, pues con ella no se había sentido retado en ningún momento, el sexo desde luego era bueno, muy bueno, pero el disfrutaba el reto que conllevaba que una mujer se hiciera la difícil, Emma no daba crédito a todo lo que le decía, lo tomaba como un juego, estaba segura que eran solo palabras y como todas las demás, antes y después de ella tuvo la absurda idea de que poco a poco podía hacerlo cambiar, con su paciencia y dedicación un día la vería con otros ojos y florecerían las sentimientos... Acepta que fue una completa ingenua, pues algo así nadie lo llegaría a ver. Aun así no entendía como era posible que ese sujeto despreciable siguiera con planes de boda...

El día que se enteró del compromiso su corazón se rompió y decir que en mil pedazos puede ser exagerado, pero ella siente que fueron diez mil pedazos. Al final Alik seguía viéndola, buscándola, cuando tenía un fantasía allí estaba ella para complacerle, sabía que tenía que compartirlo con alguien más, pero que al final siempre volvería a ella, cuando le proponía que fueran exclusivos él siempre evadía el tema, cambiaba de conversación o se hacia el loco, nunca decía nada pero Emma terminaba interpretando ese silencio siempre a su favor. Una tarde de sábado salió apresurada de casa, estaba llegando tarde a La Peluquería Felipe's Barber Shop ® para su cita con Kathya su manicurista de confianza. Al llegar y ponerse cómoda, beber la copa de champaña que siempre le ofrecían decidió tomar el periódico que estaba a un costado suyo, no era una costumbre hacerlo, pues en estos diarios casi siempre todo lo que sale es malo, problemas fiscales, robos, muertes, inmigrantes, sentía que no le aportaban nada bueno a la humanidad a diferencia de las revistas de farándula pero estaban todas ocupadas, así que no tenía más remedio que leer noticias tristes del país, la ciudad y ella... Al llegar a la página de sociales su mirada inmediatamente se centró en un rostro familiar, Alik Pattison y Victoria Nejati anunciaban su compromiso. Aunque estaba sentada, sintió que le movían el piso de forma violenta, no sabía exactamente cómo reaccionar, estaba molesta de eso era lo único de lo que estaba segura, quería gritar, romper los espejos que la rodeaban, incluso sintió ganas de golpear a Kathya pues era lo más cerca que tenía, pero asombrosamente logró controlarse. Una que otra lagrima rodó por sus mejillas frente al desconcierto de su manicurista quien pensó que la estaba lastimando.

Con la mano que tenía libre intento comunicarse con Alik pero este rechazaba sus llamadas, una y otra y otra vez hasta que directamente pasaban al buzón de voz, esto incrementaba su molestia. Durante el tiempo que allí estuvo los minutos le sirvieron para cuestionarse ¿Por qué sí? ¿Por qué no? ¿Por qué ella? ¿Qué tenía Victoria de especial? ¿Qué había en ella que logró que un sujeto como Alik que decía poder jurar jamás casarse estuviera anunciando su compromiso? ¿Qué?

- Señorita Emma. ¿Se encuentra bien? ¿La estoy lastimando?

- No estoy bien Kathya, pero no te preocupes, no es tu culpa.

- ¿Puedo ayudarle en algo? ¿Necesita un vaso de agua?

- Necesito algo más fuerte que agua, pero no te preocupes, estaré bien.

- Puedo pedirle algún licor, solo necesito que el mesero del bar suba o si usted prefiere bajar después de que termine con esta mano.

- Por eso amo este lugar, no tengo que salir de La peluquería para buscar un trago, pero  no te molestes, si para cuando termines aun necesito ese trago, que realmente lo necesito, bajaré al bar Chilling Barber 1991®

Kathya había notado que su actitud había cambiado en el momento que llego a la página de sociales, intento ver de reojo pero fue imposible, así que solo tenía que esperar a que terminaran para saber qué fue lo que allí vio que la indispuso de tal magnitud.

Nunca antes se le había hecho eterno el trabajo de Kathya, sentía que estaba trabajando lentamente, deseaba salir de allí corriendo pero el esmalte no secaba o simplemente no quería secar... Era como si el destino quisiera evitar que cometiera alguna estupidez solo por la rabia y el desconcierto que sentía en ese momento, intentaba ser paciente, la verdad lo intentaba...

Con el tiempo llegó a pensar que las cosas cambiarían, a pesar de todas las notas que salían sobre el compromiso, la fecha acercándose y él seguía estando en su cama, no con tanta frecuencia como lo hacía antes, pero en su cama, entre sus piernas y eso era lo que realmente le importaba, estaba enamorada, pero más que amor era obsesión, lo pensó muchas veces pero no lo aceptaba, sentía que era horrible llamarle de esta manera, así que simplemente lo resumía en amor. Le intentó persuadir muchas veces, lo amenazó con contarle todo sobre ellos a Victoria, incluso en una de sus típicas discusiones Alik perdió el control y la golpeó, Emma estuvo internada por un tiempo, pues sus nervios estaban muy alterados, pero al salir lo primero que hizo fue buscarlo y nuevamente estaba envuelta en un círculo de nunca acabar...

A los pocos minutos recibió un mensaje de un número privado, el texto era claro, "Confirmado en la flor rosada." Sabía que se trataba de Mill pero no podía descifrar lo que quería decir con flor rosada, por unos instantes su cerebro estuvo trabajando a su máxima capacidad hasta que lo descifro, fuera de la casa de Alik había un jardín con flores muy hermosas, entre ellas estaba la flor de la que habla Mill, Alik se las había ingeniado de la misma manera, guardar la llave para la amante de turno, para que cuando él se tardaba, se pudieran poner cómodas y esperarlo ligeras de ropa. Mill se encargaría de Victoria, le dejaría la llave debajo de la flor rosada y Emma se ocuparía del resto.

BelladonnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora