"No me voy a casar"...
Eran las palabras que Hyo Rin gritaba a todo pulmón.
Huyo de su boda en la época moderna, pero terminó casada en Goryeo...
Fanfic basado en el drama Scarlet Heart Ryeo.
Protagonista: 3°Príncipe Wang Yo
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Narrador:
Jae Hwa estaba sentada bordando una almohada para Su Majestad y otra para su esposo. Durante esos días, la tensión sobre el mal rato que Lady Park le había hecho pasar, se estaba disipando.
Por su parte, Lady Park no volvió a pisar el lado de la Residencia de la Princesa. El Tercer Príncipe prohibió que visitará a Jae Hwa sin su consentimiento. Claro que Lady Park sabía que era su culpa, pero jamás iba a reconocerlo, ni mucho menos sentirse derrotada.
—¿Has terminado? ––preguntó él Tercer Príncipe.
––Alteza ––dijo Jae Hwa sonriendo al ver a su esposo— Si, he acabado, espero le guste a su Majestad.
—Su Majestad se complace en los regalos que le llevan las Princesas, y viendo este bordado de calidad, el estará más que feliz de tener tal regalo —el Tercer Príncipe admiraba con fascinación lo que Jae Hwa había bordado.
—Esto... es para usted —Jae Hwa extendió el regalo que era para su esposo.
—¿Has hecho una para mi? —hace tiempo que Yo no recibía un obsequio, Lady Park se había obsesionado con tener un hijo, que se olvidaba de hacerle una almohada al Príncipe.
—Si, cuando estuve con mi Orabeoni, Lady Hae me sugirió hacer una almohada a mi esposo y así aliviar su pesada carga que tienen como Príncipes, haciendo que duerman cómodamente —Jae Hwa se agachó, el hecho de pronunciar tales palabras hizo sonrojar sus mejillas.
El Tercer Príncipe se enternecio al ver que su esposa se sonrojaba, sonrió con aquel acto de amor que ella profesaba. Con una mano, acaricio el rostro de Jae Hwa, haciendo que ella levantara la vista a el.
Jae Hwa abrió los ojos, sabía que el Tercer Príncipe era un hombre sin sentimientos, pero eso era lo que había escuchado hablar sobre el. Sin embargo, la realidad era otra, Wang Yo estaba enamorándose de Jae Hwa. Algo de lo que su madre, la Reina Yoo, estaría decepcionada.
—Se que esto es lo correcto —dijo Wang Yo acercándose a su esposa para besarla— Te amo —declaró cuando se alejó de ella, la volvió a mirar a los ojos y repitió la acción de besarla, pero esta vez con urgencia.
El beso era desesperado, como queriendo confirmar que ella también sentía lo mismo. Jae Hwa cerró los ojos sintiendo una sensación extraña en su cuerpo. Estaba reaccionando ante el tacto de su esposo y eso le asustaba. Temia que al final todo acabara siendo un sueño, una simple fantasía.
—Yo también... —Jae Hwa no supo si decirle que lo amaba, no se sentía segura, así que optó por tomar la iniciativa y besarlo.
Wang Yo comenzaba a despertar como hombre, el quería a esa mujer, pero su amor hacia Jae Hwa le decía que no la iba a obligar hacer algo que ella no quisiera. Era algo patético si alguien escuchara lo que él pensaba, pero había reconocido que la amaba y sabría esperar el momento adecuado.
