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Narrador:

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Narrador:

—Siempre te querré a mi lado... sin importar lo que ocurra —Wang Yo unió su frente con la de Jae Hwa.

Ambos quedaron en silencio, apreciando la belleza de el momento. Ninguno de los dos sabía lo difícil que sería en el futuro la situación en Goryeo, pero Wang Yo deseaba que el tiempo se detuviera en ese instante y no cargar con las responsabilidades que le imponían tanto su madre como el Clan Chungju Yoo.

—Vamos adentro, Alteza, pediré que sirvan té —dijo Jae Hwa aún con sus emociones a flor de piel.

Yo asintió y dedicó una sonrisa sincera a su esposa, Jae Hwa era la única persona que podía decir haber visto sonreír al Tercer Príncipe. Ambos entraron a la residencia, iban tomados de la mano como un par de enamorados.

Con ese sentimiento, Jae Hwa prometió darle una oportunidad al Tercer Príncipe y vivir completamente como su esposa. Ya no le importaba si no volvía a su época, ella viviría como la Princesa Jae Hwa y ya no como Hyo Rin. Quizá era su segunda oportunidad de vivir algo diferente y ser feliz.

—Reina, la Princesa ha llegado —anuncio detras de la puerta la Dama de la Corte

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—Reina, la Princesa ha llegado —anuncio detras de la puerta la Dama de la Corte.

—Que entre —respondió la Reina Yoo.

—Presento mis saludos, Reina —Jae Hwa hizo una reverencia a la Reina.

—Me alegro verte, Princesa —decía en un tono maternal la Reina— Desde tu boda, no has venido a saludarme.

—Le ruego me disculpe, mi nueva vida ha sido un poco ajetreada y no he podido visitarla como corresponde. De ahora en adelante, vendré más seguido.

—Espero estés mucho mejor, el día de la boda nos asustamos por tu repentino desvanecimiento —decís la Reina Yoo mientras sorbia su té.

—Mucho mejor, gracias —Jae Hwa inclinó levemente la cabeza, no conocía mucho a la mujer ni tampoco había escuchado buenas cosas de ella, pero sentía cierta incomodidad cerca de la Reina Yoo.

—Lo mencionó, porque es el deber de una esposa el estar saludable, pronto mi hijo debe tener herederos. Así que tu labor es ayudar a proporcionar los hijos que necesite mi Yo-yah —decía la Reina Yoo comiendo uno de los bocadillos.

—¿Cómo? —Jae Hwa miraba a la Reina Yoo tratando de saber los motivos de aquella mujer.

—Qué detestaria tener una nuera que no sirva para nada —la Reina Yoo cambió drásticamente el tono de su voz.

—¡Wow! —Jae Hwa solo bufo con desagradó a lo que la Reina decía— Que tonterias —musito Jae Hwa.

—Querida no lo tomes a mal, es por tu propio bien —la Reina miraba a Jae Hwa fijamente— Para mi es muy importante el futuro de mi hijo. Seria una pena el mandarte lejos a ti y Lady Park por no ser capaces de concebir un hijo —la Reina Yoo decía tal asunto como si nada.

—¿Qué? Lamento diferir en ese asunto. Yo pienso que el tener hijos será decisión tanto mía como de el Príncipe, no solo porque sean necesarios. Además, el Tercer Príncipe no está obligado a tener un heredero, mi Orabeoni vive tranquilo con su esposa y aún no han tenido hijos —Jae Hwa estaba enfadada con el tema, incluso su madre, la Reina Hwangbo también había insistido en ello.

—¡Eso es una insolencia! ¿Cómo puedes pensar de esa forma tan liberal? Mi hijo será Rey, y por lo tanto, necesitamos un Príncipe Heredero cuando Yo-yah suba al trono —la Reina afirmaba con tal seguridad.

—Reina, ya existe un Príncipe Heredero, por lo tanto; dudo mucho que su Alteza llegue a pelear por el trono —Jae Hwa no recordaba mucho sobre historia, pero sabía que la época antigua estaba llena de luchas por el poder.

—¡Ja! —la Reina rodó los ojos— La verdad, no se porque mi hijo se casó contigo. Tu hermana Yeon Hwa, era mejor opción para el, ella me apoyaría en la causa para ayudar al Tercer Príncipe —la Reina sonreía con ironía, Jae Hwa supo que quien estaba detrás de todo era la Reina Yoo.

—Entonces digale a su Alteza, que me expulse a un templo junto con Lady Park y se casé con la Princesa Yeon Hwa —dicho esto Jae Hwa hizo una reverencia y dejó hablando a la Reina Yoo.

Cuando salió de las habitaciones de la Reina Yoo, sentía que todo en ella hervía, ahora entendió porque el Tercer Príncipe insistía en que ella le diera un hijo. Sabia que la Reina lo estaba presionando, y si no conociera a Yo, pensaría que el también deseaba el trono.

Sin embargo, en estos meses pudo ver quien era en realidad el Tercer Príncipe. A pesar de mostrar esa máscara de ser frío y calculador, era una persona como cualquier, con sueños y anhelos; dudas y temores. Se golpeó mentalmente por no recordar lo que decían de Wang Yo en los libros de historia.

—Princesa, ¿deseaba ver a su madre, la Reina Hwangbo? —pregunto la Dama de la Corte Oh, Jae Hwa iba inmersa en sus pensamientos, que no noto cuando llegó a Damiwon.

—¿Qué? Ah... ¿ella se encuentra aquí? —dijo al no saber como justificar el porque estaba en Damiwon, un lugar exclusivo para las Reinas y los Príncipes.

—Acaba de irse a sus aposentos —la Dama de la Corte Oh era una mujer de pocas palabras y algo enigmática, Jae Hwa solo le sonrió y comenzó su camino, volteó y vio que la Dama Oh junto con su séquito se dirigían a sus labores.

Cuando iba rumbo a la salida, noto que estaba yendo a una sala que olía a esencias aromáticas, vio que también había una gran piscina. Era la primera vez que veía tal lugar.

Se maravilló por el lugar que disfrutaban los Príncipes, era encantador la forma en que combinaba las aguas termales con la gran piscina llena de rosas y otras hierbas aromáticas.

En ese momento le dieron ganas de entrar en el agua, pero se detuvo, era una completa locura lo que hacia. Sin embargo, el lugar le recordaba a los saunas a donde iba en secreto en la época actual.

Miro a su alrededor y no vio a nadie. Necesitaba relajarse después de el encuentro que tuvo con la Reina Yoo. Comenzó a quitar sus prendas exteriores, cuando sintió que alguien detenía sus manos.

—¡Aaaaa! —Jae Hwa dio un brinco y por poco se cae al agua, pero es sostenida por su esposo, el Tercer Príncipe.

—Cuidado, es muy arriesgado lo que ibas a hacer —el Tercer Príncipe veía a su esposa divertido, sin duda esa chica en graves problemas si alguien más la hubiera visto.











—Cuidado, es muy arriesgado lo que ibas a hacer —el Tercer Príncipe veía a su esposa divertido, sin duda esa chica en graves problemas si alguien más la hubiera visto

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Pᴏʀ Tɪ (Moon Lovers: 3° Príncipe Wang Yo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora