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Narrador:

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Narrador:

—Al...Alteza —la voz de Jae Hwa era apagada.

—¿Te querías dar un baño? —preguntó con una gran sonrisa el Tercer Príncipe.

—Bu...bueno yo... de hecho —simplemente las palabras no salían, Jae Hwa quedo enmudecida al ver el torso semidesnudo de el Tercer Príncipe.

Estaba demasiado nerviosa como para procesar bien las palabras. Jamás había visto al Príncipe con poca ropa, nunca imagino que Wang Yo tuviera bien trabajado su cuerpo. Sentía que su cara ardía y más aun porque el Tercer Príncipe la sostenía fuerte por la cintura y la apegaba más a su fornido cuerpo.

Por otro lado, el Príncipe parecía divertido con la situación. Miraba a Jae Hwa con una sonrisa traviesa, la chica se hallaba tan roja como un tomate. Le parecía muy tierno el ver a Jae Hwa tan nerviosa.

Los otros Príncipes se habían ido y solo el había quedado, necesitaba meditar en muchas cosas, la presión de parte de su madre lo estaban asfixiando.

Estaba tan inmerso en si, que jamás se imaginó que su esposa estuviera merodeando por ahí. Sentir la cercanía de Jae Hwa lo hacia sentir en paz, como si ella fuera la única persona que pudiera calmar aquella angustia que sentía día a día.

—No deberías estar aquí, lo sabes, ¿verdad? —Wang Yo movía su cabeza de un lado a otro, tratando de mantener contacto con Jae Hwa— Agradece que todos los Príncipes se han ido... no me gustaría que mi esposa viera algo que no debe.

—Lo siento, es... es que me perdí —Jae Hwa sentía tanta vergüenza que no podía mirar más a su esposo.

Wang Yo solo se limitó a reír, cualquiera que viera al Príncipe, se sorprendería de el. Se acercó a Jae Hwa y tomó su rostro, la besó tiernamente. La Princesa al principio se asombró, pero solo bastaron unos segundos para que ella cerrara los ojos, sintiendo aquel beso.

—Espera aquí —dijo Wang Yo dejando parada como estatua a Jae Hwa. El salió por un momento a asegurarse que ninguna Dama de la Corte entrara en aquel lugar— Listo, ven conmigo —dijo jalando a Jae Hwa hacia la piscina.

—No... espera... ¿que estas haciendo? —Jae Hwa fue cargada por el Príncipe y ambos entraron al agua— ¿ESTÁS LOCO? ¿POR QUÉ LO HICISTE?

—Mi amor, yo solo realizó lo que estabas a punto de hacer hace unos instantes —dijo Yo de manera juguetona.

—¡Pero no iba entrar con ropa! ¡Ahora me tendré que ir mojada a la casa! —Jae Hwa trataba de alcanzar a Yo quien casi llegaba a las aguas termales, pero la ropa se comenzó a pesar y se le dificultaba caminar.

—Así que mi esposa quería nadar desnuda —decía Yo con una sonrisa de lado.

—¡Qué! ¡No... eso no quise decir! —Jae Hwa no había meditado en sus palabras.

Pᴏʀ Tɪ (Moon Lovers: 3° Príncipe Wang Yo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora