III

6.6K 703 34
                                    

Los bosques que rodeaban Atenas se extendían hasta perderse de vista, tan espesos como oscuros y albergando tantos misterios. Había tantos peligros latentes y a la espera, era el lugar perfecto para los amantes a la caza; tanto de aves, animalillos y por que no, también de humanos.

A unos pasos de esta espesura se brindaba en una fiesta, y esto no era más que un juego. Unas cuantas presas al azar en un sitio repleto de cazadores.

Y aunque aquellos apreciaban los sencillos aperitivos a cualquiera le parecía exquisito uno que supusiese un reto.

La presa en cuestión salió del nido de depredadores dando tumbos, no dio respuestas a aquellos que llamaron su nombre así como no lo haría horas más tarde.

¿Por qué alguien en semejante estado creería prudente entrar al bosque?

La respuesta radicaba en aquellas voces atrayentes que solo él escuchaba, cuales cantos de sirena, ellas fueron su impulso, una vez dentro, volvió en sí solo para hallarse perdido entre ramas. 

Despistado y borracho el joven no hacía más que adentrarse en el bosque en busca de una salida. Harto se detuvo mirando a su alrededor examinando cada sombra que la escasa luz de luna le permitía ver.

—¡Sé que me observan! —gritó con valentía—. ¡Sé lo que hacen! ¡Salgan!

Un movimiento detrás de sí lo hizo girar, luego otro y otro, como si giraran en torno a él, tan rápido que eran invisibles a sus ojos.

La paranoia lo consumió esfumando su poco valor. En un intento por escapar, el chico echó a correr pero una fuerza le paralizó en el acto; otro de los efectos provocados por ellos.

Voces comenzaron a hacer mella en su cabeza, eran tantas y todas a la vez.

—¡Basta! —gritó desesperado pero las voces solo se incrementaban—. ¡Deténganse!

Sus rodillas se clavaron en el suelo y sus manos fueron a parar a su cabeza hasta quedar tendido sobre su costado sosteniéndose, llorando y murmurando para sí.

—No elegí saberlo ¡No pretendía saberlo! Por favor... —sollozó.

Una sombra lo cubrió, era un rostro desconocido, tenía los ojos encendidos y el semblante hambriento como ya había visto antes con otros.

La cazadora ladeó su cabeza de forma totalmente antinatural, examinando a su temblorosa presa; una a una más figuras fueron apareciendo para deleitarse con el espectáculo.

Cinco en total, liderados por ella, la chica que una vez consideró la más hermosa que había visto y que tan caro había cobrado su interés por ella.

Su macabra sonrisa hacía juego con el brillo de sus ojos.

—¿Ibas a algún lado? —inquirió con voz melosa—. Mal, muy mal, Elliot.

El joven intentó gritar pero sus intentos murieron tan pronto ella le rodeo el cuello con su mano.

—Esperaba que me lo pusieras mas difícil.

Y sin reparos se abalanzó sobre el chico desgarrando arterias, ropa y todo aquello que se interpusiera en el camino de sus afilados caninos.

Saciada se echó atrás, dando lugar a sus hambrientos compañeros de caza.

—No lo maten —ordenó—. Tengo planes para él.

Y con una rapidez de muerte procedió a rasgar con sus uñas su propia muñeca canturreando:

Feliz cumpleaños a mi.

No hay nota...

Noscierto, Colder esta muy cerca de las mil visualizaciones, eso en solo un mes para mi es mucho. Gracias a todos por leer🙊💘

Besos 💋

Colder✅ [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora