Colder✅ [Libro 1]

21. Mente aislada

¿No te has sentido aislada de todo por momentos? ¿Como si el mundo estuviese pasando a tú alrededor y no pillas en realidad lo que sucede? Como una especie de shock.

Así me encontraba desde hace cinco días, apenas salía de casa; solo al trabajo, no hablaba con nadie; apenas con mis abuelos.

No podía siquiera cruzar miradas con Dick o Val, ellos nos vigilaban todo el tiempo; no es como si pudiera salir corriendo a decirle a alguien que el pueblo estaba lleno de criaturas sobrenaturales que se alimentaban del alma de la gente, Dios, es que hasta pensarlo sonaba como un disparate. En el caso de los Vriklas y Evan, no había rastro de ellos, fueron cinco días en los que sus fríos rostros no se cruzaron en mi campo visual y era un alivio, sin embargo, cada vez que la campanilla sonaba tenía la esperanza de ver a alguno de los chicos que solían poner de cabeza mi mundo y sentía una enorme presión en el pecho cuando terminaba el día y no sucedía.

—¡Chicas! —Michael, con su respectivo entusiasmo nos saludó como lo hacía cada día— Hay una fiesta esta noche, Elliot ya no está ¿No me acompañan? —acompañó sus palabras con gesto de perrito triste.

Como si estuviésemos coordinadas, Kate y yo respondimos al unísono: —No.

Nos miramos para luego desviar los ojos a cualquier lado, esto era lo que más me dolía, la ruptura de mi amistad con Kate parecía irremediable. Sé que ninguna tenía la culpa de lo que pasó pero por alguna razón ella me evadía y me culpaba de los hechos, tanto que yo misma comenzaba a cuestionármelo.

—Algo les pasa —dedujo Michael—. Uno por uno he estado perdiendo a mis amigos, primero Ashton, luego Evan, Dick, Elliot cambio de repente y está muriendo en un hospital y ahora...Anabelle no es por nada, apenas te conozco ¿Pero tú, Kate...?

Su voz se iba elevando, se percató de esto y sus hombros cayeron. Me partía el alma ver como sufría, sentía su sufrimiento como mío, también yo me sentía sola. Nos miró a ambas buscando una alguna reacción, algo que no le dimos.

Ni Kate, ni yo íbamos a involucrarlo en este secreto que a ambas nos carcomía y que casi había costado la vida de Elliot, si es que ese estado en que se encontraba podía llamarse vida. No podíamos arruinar otra vida.

Él asintió como si estuviera conteniéndose y se marchó, Kate lanzó a un lado el trapo y hundió en sus manos la cabeza, cuando vi sus hombros temblar supe que estaba llorando, ella aún estaba colada de él, sé cuánto debía herirle verle de esa forma y oírle decir aquello.

Intenté consolarla pero solo se apartó.

—Ya no puedo —dijo con voz temblorosa—¿En qué nos hemos metido?

Apreté mis labios, la verdad es que ni yo sabía la respuesta a aquello.

¿Qué pasaba con aquellas películas y libros donde asimilar algo así parecía tan fácil? Porque me gustaría ser parte de una de esas ahora mismo y tener algo que decir.