Para algunos, el día prometía.
Para los que sufrían, el día pagaría por ser lo suficiente soleado como para no reflejar su tormenta interna.
Como la que se libraba tras los ojos de aquél chico que peinaba los largos cabellos de la joven que yacía inmóvil frente a él.
Tan blanca como la nieve y su pelo tan brillante como el sol, reposaba en aquélla cama adosada que se hacía pasar por su ataúd de cristal.
Cualquiera que admirara su belleza, aún después de muerta, quedaría deslumbrado.
Aquél velador de su descanso derrotado por las lágrimas la besó una última vez y salió de aquella habitación siendo incapaz de darle el último y certero adiós.
Tan perdido en el dolor que no fue consiente de que era observado por unos ojos parcialmente ciegos. Que ocuparon su lugar cuando hubo desaparecido.
—Tan preciosa mi pequeña inmortal, vine a cumplir mi promesa.
Sin una mueca de dolor clavó sus afilados dientes en ahí donde corría la sangre en su muñeca para luego apoyarla en aquéllos pálidos labios que se tornaron rojos.
Su color volvió y con un aleteo sus ojos se abrieron.
—Una vez mas juntos.
—Desde ahora y para siempre.
Cuál Romeo y Julieta si sus planes hubieran sido fructíferos, marcharon juntos a la infinidad de la noche.
❄
Me gusta la toxicidad del ambiente.Siga leyendo para que sepa qué pasó aquí.
ESTÁS LEYENDO
Colder✅ [Libro 1]
VampireEn mis visitas al pueblo de Atenas la alegría siempre fue predominante, hasta aquel desastroso verano que marcaría mi vida para siempre. Ahora, tres años después, tendría que volver y enfrentarme a mis traumas. Sin contar que lo que se escondía tra...