veinticuatro

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-Bien, mis padres vendrán en dos horas, justo el tiempo en que necesitamos para darle la noticia.

-¿Y Bryan?

-Él está bastante ocupado, una revisión de fractura no es muy rápida.Bueno, ¿Qué tan desesperada me veo?

-¿Quieres saber mi opinión?

Reí- No, mejor no.

Minutos antes  me cambié por un atuendo más atrevido, seamos sinceros, Freddy jamás vendría a verme por una urgencia... el solo vendría por lo que necesita.

-De acuerdo, dame mi celular.

-¿Estás segura de querer decirle así? Yo le diría  y si lo niega lo cortaria mientras lo golpeó.

Reí- No, Jos... quiero darme este privilegio de cortarlo de una manera épica, no aguante 4 años para solo golpearlo... quiero que lo recuerde bien.

Jos me sonrió- Toma.

-Gracias.

Me empezé a tomar fotos de manera en que solo se vieran mis labios y parte de mis hombros.

-Ahora, le mandaré un audio.- respiré- Hola amor, ¿vendrías a mi casa? Te tengo una sorpresa.
Se lo mandé

Jos me miraba atento.- Debiste ser actriz.

Reí de nuevo- El drama es lo mío pero no tanto ehh.

Se escuchó una notificación.
Un audio.

-Amor- dijo pícaro Freddy- Claro que iré, llego en diez.

-Qué asco, su voz es demasiado acosadora.

-Mucho- admití.- Ahora, ¿quisieras ver todo?.

-¿en serio?

-Sí, aparte quisiera que estuvieras ahí para darme aliento y si llega a salir de cotrol, de verdad que te necesitaría mucho.

-Bien, estaré ahí linda.

Le sonreí ampliamente- Te has ganado gran parte de mi cariño, Jos. Eres muy importante para mi.

-Lo eres más para mi, más de lo que imaginas.

Le lancé un pequeño beso y él me lo devolvió, yo reí.

Después de un buen rato de espera mi celular comenzó a sonar, era una llamada de Freddy.

-Jos, es Freddy, ven, escondete aquí.

Lo pusé detrás de un  sillón, si se asomaba un poco podría ver todo y sin que nadie lo viera.

-¿No me veo nada?

-Nadita, sólo escucho tu voz. No hagas ruido.

-Cuidado, porfavor.

-Lo prometo.

Abrí la puerta.

-Amor, que guapa te ves.

-¿En serio?

-Mucho.

Freddy me apegó a él como es de costumbre y comenzó a besarme desesperadamente, luego mi cuello y los hombros.
Mi mueca de incomodidad decía todo.

-Alto ahí amor- juqueteé.

-¿Qué no me dijiste que me tenías una sorpresa?.

-Así es, pero no es lo que tu piensas.

-¿Qué no?- molesto dijo.

-No, es algo mucho más importante.

-¡Oh vamos! ______, ¿estás sola?

Entra en Mi Vida- Jos Canela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora