cinco

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El camino se hacía cada vez más largo, mi mamá conducía seria.
Ambos estabamos dolidos,yo por Samantha y mi madre por mi padre... los dos con el corazón roto.
Tantos años desperdiciados con la persona incorrecta, llorandole, rogandole, amandole y jurandole amor eterno; me siento destruido.  Dejamos una vida social y laboral en la Ciudad de México, yo estaba estudiando la carrera de Derecho.
Mi madre trabajaba de Chef en un Restaurante famoso.
Y lo que más me duele es mi mejor amigo, el que estuvo en las buenas, en las malas y en las peores como en el caso de ayer.

No he recibido llamada alguna de el, mi madre si ha recibido de mi padre pero ninguna la ha contestado.
Estabamos a muy pocos kilometros de Mazatlán, lo supe por un cartel en la carretera.
Mi mamá paró la camioneta

-Iré hacía esa tienda de allá si  quieres algo baja- me dijo sin más.

No tenía ganas de caminar, ni de nada pero mi estomago pedía comida. Pues claro... despues de once horas de camino.
Mi mamá había empacado algunos sandwiches para el camino y algunas otras cosas pero aún asi me gustaría comer  más.

Gruñí, me pusé la capucha de mi sudadera negra y bajé. Volteé a la parte de atrás de la camioneta, con trabajos cupo mi motocicleta.
Comenzé a caminar y entré a la tienda.
Logré veer a mi madre eligiendo unas galletas de chocolate, fui con ella y se percató que estaba ahí.

Giré mi vista y pude veer mis papas favoritas, las tomé y tome otras galletas; me dirigí a la caja donde me atendió una chica un poco mayor que yo, me sonrió coqueta pero yo no le respondí; pagué y esperé a mi mamá.

Salimos juntos de la tienda y subimos a el auto.

-¿Iremos a Mazatlán, cierto?- dije sin más.

Ella me miró- Si- arrancó el auto.

-¿Por qué ahora y no antes o después?- la miré- No tenemos nada aya, salimos apresurados. No tuvimos manera de despedirnos de los que queremos.

-Tu padre me engañó- ya se enteró.

-A mi me engañó Samantha- ella me miró sorprendida.

Empezé a respirar rápido, me dolía recordar todo lo que hice por ella. Bajé rapidamete la ventana.

-No soporte más, le dije todo... cuando encontre sus mensajes me destruyeron totalmente; no es cualquier cosa enterarte que la persona que quieres para toda la vida, sale con que ya no te ama más.

Empezó a llorar, la miré con los ojos llorosos- Creeme que se que se siente.

-No estamos solos hijo, en Mazatlán vive tu tía y tus primos.
Ellos nos ayudarán hasta que encuentré un trabajo, compremos nuestra casa y nos establescamos en su totalidad- respiró- De todas formas no tienes por que preocuparte, seguirás con tus estudios; de que te vuelves abogado te vuelves.

Quisó bromear, pero yo no hice gesto alguno. Me sentía la peor persona del mundo, mi padre hizó marchitar a la mujer que más amo  y la segunda me utilizó; no tengo motivo para sentirme bien.

Después de una hora, llegamos a Mazatlán; el lugar era demasido hermoso. Pasamos por el malecón donde se respiraba la brisa del mar y se veía gente muy sonriente.

El calor era demasiado, me quité mi sudadera. Mi mamá sonreía con cada cosa que veía.

A unos 10 minutos, llegamos a una casa grande .Era blanca con tonos azules, mi mamá bajo algunas maletas y tocó a la puerta.
Yo hice  lo mismo, cuándo llegué a junto a ella una chava de mediana estatura, con cabello lacio y castaño abrió la puerta.
Nos vió y sonrió ampliamente

-¡Tía!- gritó y abrazó a mi mamá.
Ahí comprendí que era mi prima.

-¡Hola Karen!- la trató de abrazar mi mamá.

Se despegaron y ella me vió- ¿Cómo estás Jos? Tanto tiempo sin vernos primo.

Me abrazó y le respondí- Mucho, cambiaste bastante.

-Tal vez- rió- pero pasen que estan en su casa.
Le agradecimos y ella nos sonrió.
-¡Mamá! ¡Alan!- gritó haciendo que me espantará- Bajeen, ya llegaron.

Una señora muy guapa llegó con nosotros haciendo resonar sus tacones por la estancia.

-Mariana- la abrazó- que gusto veerte hermana.

Se abrazarón un buen rato.
-Gracias por recibirnos, Nadia- se abrazaron melancolicas.

-Saben que se quedan el tiempo que quieran.

Recibí una palmada en la espalda, giré a veer el responsable.

-Jos, ¿que pedo primo?- Alan me saludó y yo le respondí.

-Alan, tu vocabulario m'ijo - dijo mi tía.

Los tres tenían un acento peculiar.

-Cierto, perdón.

-Hola Jos, que guapo estás ¿Cómo has estado?- me abrazó mi tía.

Le respondí con una mueca.

-tienes razón, no muy bien pero ya estás aquí. Empezando desde cero y a hecharle ganas.

Le sonreí, pasaron unas cuantas horas cuando comimos  y platicamos, casi no hablaba, me sentía muy mal.

-Mamá,¿ puedo ir a una fiesta? esta muy cerca vuelvo en un rato- dijo Alan.

-Irás si llevas a Jos- lo condicionó.

-Vamos Jos, te presento a unos amigos y amigas- me alentó diciendo lo último en un tono pícaro.

Karen río, todas me miraron- Estoy bien, gracias. Me siento cansado ¿me podrían decir donde dormiré porfavor?

Mi mamá borró su sonrisa.

-Claro, Alan llevalo a su cuarto- le dijo mi tía.

-Vamos- me hizó una seña con la cabeza.

Alan me dejó en un cuarto azul, muy bien amueblado y decorado.
Desempaque y arreglé todo.
Terminé agotado, prendí mi celular para distraerme un rato pero lo único que logré es veer la foto de Samantha y yo juntos en mi fondo de pantalla.

Fué otro duró golpe, sin esperarlo comenzé a llorar; veía más fotos de ella y lloraba más. Recordé todo lo que hice por ella, cuanto la ame y protegí.

Poco a poco dormí, quedandome profundo.


























Espero les este gustando
Besos y corazones💕💕💕
Voten y comenten. ❤👀
Maf♡

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