veintiocho

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-________, no te muevas que no me dejas dormir.

-¿qué hora es?

-No lo sé, mi celular está de tu lado.

Poco a poco me obligué a abrir los ojos y cuando pude despertar correctamente, traté de levantarme pero el brazo de Jos no me dejaba.

-Guapo, yo se que tienes sueño pero yo tengo que  irme a trabajar y para eso necesito pararme.

Él me jaló a él. Me besó la cabeza y después soltó mi cuerpo.
Tomé su celular y vi una llamada perdida de alguien llamado : "Alon".

-Jos, te hablaron -le acerqué el celular , abrió un ojo y vió quien era.

-No es importante, en un rato vuelvo a llamarle.

Me pareció sospechoso, así que hablé.

-¿todo bien?

- Sí, no es nadie importante- habló dormido.

Me le quedé viendo a él y al celular por unos minutos.

-Bien, iré a bañarme.

Él ya no me repondió, deje su celular a un lado, eran las ocho de la mañana.
¿Quién podría hablarle a Jos tan temprano?... no podría ser su mamá ya que la tiene agendada diferente, ni Alan, ni sus amigos, ni Karen. Un poco aturdida de mis pensamientos, fuí a mi closet y elegí un pantalón, blusa y sandalias.
Entré al baño y comenzé a bañarme.

(...)

Ya cambiada, salí del baño, Jos ya no estaba en mi cama.. ésta ya estaba tendida. Sequé mi cabello y lo peiné un poco, abrí las cortinas de mi ventana y pude ver a Jos revisando su motocicleta mientras hablaba por teléfono.
Parecia divertido, desde arriba se veía sus carcajadas.

-¿Quién te hace reír así?.

Pero en seguida me di un golpe en la frente. Me regañe por mi inseguridad.

-Confía en él.

Ya lista bajé de mi habitación y lo vi recién colgando mientras sonreía.

-Sea quien te haya llamado, si que te hizo reír mucho.

Se me escapó, sonreí para no verme tan seria. Salió muy falso.

Jos se me quedo viendo desconcertado- Ehhh... si.

Ah, no me va a decir quien era.

Caminó hacía la cocina- Hermosa, te hicé el desayuno.. ya se te hizó un poco tarde así que lo pusé aquí.
Te espero ayá fuera.

Se acercó a mi, me dió una bolsa de papel, me dió un beso en mis labios y salió respondiendo algo por mensaje.
No puedo estar ni un poco de enojada mientras me da esos besos.

Después de tomar las llaves, mi celular y asegurarme que todo este bien cerrado, salí.
Jos me pusó su casco y en menos de veinte minutos llegamos a la playa.

-Gracias, Jos.

-No hay de que, mi niña.

Esperé a que él se bajara de la moto pero no lo hacía.

-¿no te vas a quedar conmigo?

-No, tengo que ir a casa para bañarme y reportarme vivo con mi mamá.

Hicé un puchero- Está bien, nos vemos.
Lo abrazé.

-Vengo por ti saliendo ¿ok?

-Si, guapo... te amo- me acerqué y lo besé.

-Eres tan única, yo también te amo.

Nos despedimos, el arrancó y yo seguí adentrandome en la playa.
Después de una hora decidí dar un paseo por lo largo de la playa para ver si podría ver a alguien necesitando ayuda.
Al ver que no, estaba dispuesta a volver a la caseta pero alguien me abrazó tan fuerte por detrás que mis brazos no hacía  nada de batalla para safarme. Pensé en gritar pero estaba tan lejos de la gente que no serviría de nada , mis ojos se acumulaban de lágrimas y más lágrimas, lloraba.

Me cargaron y me llevaron por detrás de una cabañita que muchas veces se renta para fiestas. Me soltaron. Volteé para ver quien me había tomado de esa manera... era Bryan.
Enojada y con lágrimas en los ojos y en mis mejillas comenzé a empujarlo.

-Eres un idiota, ¿qué te pasa?

-Ya ya ya, era broma.

-¿broma? Casi me matas del susto Bryan, no tienes ni idea de lo que pasó ayer y como si nada vienes a hacerme esta "broma", ¿qué no te fué suficiente dejarme sola en casa? Mejor te hubieras quedado con Liliana a embriagarte.

Enfurecida caminé a la caseta.
Abrí la puerta, entré al baño y me limpié todas mis lágrimas.
Estaba roja por el coraje, por llorar y por el calor. Dios mío. Un jitomate es menos rojo que yo, tomé una gorra de Bryan y salí a seguir en mi trabajo.
(...)

Pasaron horas y horas desde que Bryan me jugó su bromita, él estaba intentando hablarme pero yo le daba a entender que no quería hablar..  mi coraje no había pasado y no lo  iba a disculpar diciendo un "si" falso.
Con la puesta del sol tomé mi celular y tomé varias fotos, entre ellas selfies.

Un mensaje de Jos me había llegado.

Jos❤
_______, ¿estás lista? Paso por ti en veinte. Te amo.

Le respondí diciendole que si, que ya estaba casi lista.
Un poco apurada, me cambié por mi anterior ropa, comenze a recoger todo para ya irme, entre ello toda la basura que turistas dejaban.
Sin darme cuenta, ya habían pasado los veinte minutos.

-________, ¿a dónde vas? ¿Te irás conmigo?

-No, Jos va a pasar por mi. Puedes irte ya... todo está en orden.

Salí de la caseta, pensando que Bryan se merecia mi trato y que no debería sentirme tan mal por ser grosera.

Vi la moto de Jos, el estaba cambiado, traía una chamarra negra de cuero, jean y tennis negros. Se bajó de la motocicleta, se quitó el casco así despeinando su hermoso cabello negro.
Unas cuantas turistas se le quedaron viendo, incluso un chico que al parecer no era nada discreto y se mordía los labios mientras veía el bien ajustado pantalón de Jos.
Él se acomodó el cabello, nos acercamos y me plantó tal beso que me hizó querer tomarlo del cuello y regresarselo con la misma intensidad.

-Te extrañé mucho.

-No imaginas cuánto te pensé.

-¿Ah si?

-Mucho ¿todo bien en el trabajo? ¿Ya viste a Bryan?

-No y si.

Jos me vió dandome indicación de que siguiera hablandole.
Las turistas ya se habian ido, el chico no.

-El trabajo fué aburrido hoy, además que el sol está vez fué mucho más intenso y... me pelé muy feo con Bryan.
Él me jugó una broma, me tomó como si me fuese a secuestrar... yo pensé que era Freddy.

-Ay mi niña- jos me abrazó- No fué muy buen día para ti.

-Tú eres lo mejor de todos mis días, por eso cuando no te veo me siento sin mucha energía. Tu eres esa energía bonita.

-Te amo, de verdad.

Lo abrazé más fuerte, como niña pequeña aferrada.


Entra en Mi Vida- Jos Canela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora