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No estaba segura de volver ahí, se sentía tan nerviosa que las manos le temblaban, que incluso sentía frío mientras que el clima estaba más que cálido.

Había sido una cobarde durante los últimos días, pues no había pisado el edifico y había evitado cualquier pensamiento de volver, no quería enfrentarlo, pues a diferencia de lo que se podría creer lo extrañaba como el infierno, pero no estaba lista para si quiera tocarlo. Había aceptado su muerte años atrás y había aceptado no verlo nuevamente, pero ahora cuando estaba a unos metros de él, sentía que no podía pararse frente a él sin congelarse.

Tomó todo el aire posible, tomo con fuerza sus manos y camino, tan lento como le permitía su cuerpo, moviéndose entre la gente que entraba al edificio. Esquivando con facilidad a cada una de esa caras desconocidas, esquivando las miradas ansiosas sobre aquella elegante figura que entraba tratando de encajar con ellos. Kelcy bajaba la mirada a medida que se acercaba al ascensor, veía como sus tacones tocaban las baldosas recién pulidas, con ese aspecto tan rústico que le atraía tanto, sentía cosquillas en la parte posterior de la cabeza y el los hombros. ¿Estaba a punto de hacerlo?

Era la primera vez que volvía desde que había recuperado su memoria y se sentía agradecía de haber esperando tanto, pues ahora se sentía emocionada, nerviosa y ansiosa. Como una adolescente frente a su primer amor.

Cuando estuvo dentro del ascensor, lejos de todas esas miradas logro verse a sí misma en el reflejo, ¿se veía realmente hermosa? ¿Era la ropa para la ocasión? Pasó sus manos sobre su falda negra, retirando las pequeñas matas de pelo que habían quedado de la cama de Maddie. Cuando volvió a levantar la mirada un mechón de su cabello cayo sobre su rostro, dándole ese aire tierno de nerviosismo, pues sus mejillas estaba más robotizadas de lo que alguna vez estuvieron. Pasó sus manos sobre sus brazos para alisar el abrigo, pero siendo sincera estaba moviéndose en exceso o explotaría.

Fue una eternidad hasta que el ascensor se detuvo y abrió sus puertas en par en par, estaba en ese pasillo de nuevo, tan oscuro y callado que le causaba escalofríos, pero era tan reconfortante a la vez, sentía que estaba en casa de nuevo.

Avanzó lentamente con miedo a ensuciar el suelo, podía verse reflejada en él, podía incluso marearse si veía demasiado tiempo su figura caminar por lo largo del camino, siguiendo las luces blancas que llevaban hasta la puerta. Tambaleó un poco pero se detuvo. No llamó a la puerta, se quedó ahí en pie escuchando. ¿Y si él también se había ido y ahora estaba sola?

Esa idea la inundó la cabeza, pues él no sabía que tenía que esperar por ella, no había tenido ninguna señal, no sabía que ella estaba viva y que volvía por él.

La puerta se abrió de improvisto, dejando a Kelcy boquiabierta y con ganas de correr.

—Alfhild —dijo él desconcertado con el abrigo puesto.

¿A dónde iba?

—Loki —respondió a su llamado, tratando de no quebrar en llanto.

Seguía siendo tan joven y hermoso como recordaba, tan brillante y oscuro, tan elegante pero a la vez tan descuidado. Tenía el cabello más largo de lo que recordaba, era una gran masa de cabellos negros cayéndose sobre su espalda. Vestía siempre de negro, pero está vez usaba un poco de azul cobalto.

—¿Está todo bien? —preguntó Loki ante el incómodo silencio.

—¿Vas a algún lado?

—Tengo que volver a casa.

Kelcy se heló. Pero no saltó sobre él, todo lo contrario se hizo a un lado para que él pudiera pasar. Loki oscureció.

—No te detendré —dijo ella con un nudo en la garganta. Tal vez si era lo que quería al final del día.

Estaba confundido, tan confundido que miró fijamente a Kelcy, algo había cambiado en su rostro, en su ropa e incluso en la forma en la que llevaba el cabello.

— Mírame —le pidió con las manos en los bolsillos.

Kelcy levantó la mirada confundida.

—¿A qué has venido? —preguntó teniéndola ahí, con la mirada fija.

— Quería volver a verte.

Algo en las palabras de Kelcy no terminaba de convencer a Loki, algo estaba escondiendo. Él se despojó del abrigo y entró dejando a Kelcy en la puerta. Ella entró temerosa cuando sintió confianza de tenerlo lo suficientemente lejos.

Cerró la puerta con delicadeza y se deshizo de su abrigo junto con su bolso, Loki la observaba desde el otro extremo de la habitación mientras ajustaba sus mancuernillas. Se veía particularmente hermosa, algo brillaba en ella y no sabía que era. Además de que se veía mucho más incomoda y callada que antes.

—Mi prometido y mi hija me han dejado aquí.

—¿Dónde has estado? —preguntó él elevando las cejas.

—Londres.

Kelcy se acercó hasta el sofá, se dejó caer lentamente, realmente estaba ocultando las ganas de correr detrás de él y besarle.

—¿Haz encontrado lo que buscabas?

Loki estaba quieto, con las manos detrás de la espalda y la mirada fija en ella, ¿siempre había sido así?

—No, solo tengo más dudas y tanta rabia acumulada que voy a explotar de una vez por todas —sonrió con picardía.

Él asintió y giró completamente hacia los ventanales, veía fijamente los edificios como si cada uno de ellos le trajeran un recuerdo. Podía ver por el reflejo el rostro de Kelcy que estaba totalmente en blanco. Tal vez quería respuestas pero Loki sabía que él no podía darle todas de inmediato.

—He vuelto a Nueva York después de mucho tiempo —contó él con confianza en sus palabras.

»La últma vez que estuve aquí...

—¿La gente usaba trajes más coloridos y pomposos? —terminó Kelcy. Pero rápidamente se sintió aterrorizada, ¿Que había hecho?

Loki giró su mirada con violencia, solo a una persona le había dicho esa frase. Kelcy bajo la mirada sintiéndose avergonzada.

—¿Kelcy?

Eso era lo que encontraba diferente en ella.

—Loki —sonrió con lágrimas en los ojos mientras presionaba sus manos, pero jamás le miró.

Loki paso ansiosamente sus manos sobre sus cabellos haciendo una maraña azabache.

—Lo sabía —dijo él ansioso.

Con agilidad y rapidez se movió entre los muebles y se lanzó sobre ella, tomando por la fuerza su rostro y levantándola hasta él, atrayendo sus labios a los suyos, por supuesto que era ella, siempre lo fue, pero alguien se la había llevado lejos.

Pasó su mano entre los cabellos de Kelcy mientras ella tiraba de él con fuerza hasta tenerlo totalmente encima, sus corazones estaban latiendo con fuerza mientras el beso tomaba más velocidad. Kelcy estaba llorando y agonizando, no podía creerlo. Él se separó.

La miró por unos segundos, pasando sus dedos por todo su rostro, él no lloraba, el no parecía tener emociones, pero en ese momento una única lágrima cayó sobre su mejilla. Kelcy enloqueció.

Se levantó y tiró de él haciéndolo caminar hasta su habitación. Tiró de él hasta que ambos estaban recostados, mirándose fijamente. Era la única paz que necesitaba en ese momento. Se recostó sobre el pecho de Loki, pasando sus dedos sobre su mentón a la vez que se elevaba y volvía a besarle con la misma fuerza posesiva que el había hecho.

Nunca había sentido que el corazón le fuese a explorar, hasta ese día.

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⏰ Última actualización: Oct 15, 2019 ⏰

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