fellowship;

320 39 2
                                    

Olía a comida, todo el piso y la habitación, el aire inundaba de felicidad el cuerpo abandonado de Alfhild que se estaba recuperando mucho más despacio de lo habitual.

-—¡Arriba!  -—le gritó Loki desde la puerta.

Alfhild le observó con dureza mientras se volvía a cubrir con las sábanas, no quería moverse por nada del mundo.

-—¡Vamos! -—le gritó mientras tiraba de las sábanas dejándola descubierta-—. Deberías comer algo.

-—No quiero moverme -—le gruño Alfhild.

Loki avanzó hasta ella y la tomó en brazos, era una sorpresa que hizo soltar un chillido a Alfhild, se sentía tan diminuta en sus brazos y tan frágil pero protegida, comenzaba a gustarle esa sensación que nadie le había dado jamás. Le lanzó a Loki una sonrisa mientras avanzaban hasta la cocina donde la mesa estaba llena de comida.

-—¿Has cocinado? -—preguntó Alfhild.

-—No.

Loki la dejó sobre una silla mientras daba un respingo, no era pesada pero sentía que era como un jarrón roto y estaba a punto de desmoronarse. La bajaba con delicadeza sin quitar la mirada de su cuerpo.

-—Estoy bien, gracias -—le espetó.

-—Estoy tratando -—le gruñó-—. No quiero herirte.

Ella sintió el frío de la silla metálica, estaba sentada y segura. Loki se incorporó y la observó mientras ella se acomodaba. Alfhild levantó la mirada y le lanzó una sonrisa en aprobación aunque aún sintiera sus dedos sobre sus piernas, la había tomado con mucha fuerza y el frío de la silla no ayudaba en aliviar el ardor. Él rodeó la mesa y se sentó frente a ella.

-—Puedes comer lo que desees -—hizo un gesto presumido ante toda la comida.

-—Es grandioso -—dijo con el apetito brotando de sus entrañas con voracidad.

Alfhild empezó a comer sin pensarlo dos veces, no recordaba la última vez que lo había hecho, no sabía qué hora ni qué día era y aún así se sentía completa, realmente no le gustaba perder el sentido del tiempo, pero ahora estaba ahí en paz comiendo con todo un acertijo, era más interesante que comer en casa con la cocinera que de vez en cuando tenía más vida amorosa que ella.

-—Has dormido bastante -—se burló Loki-—, creí que tendrías hambre.

-—No me interesa saber cuánto tiempo dormí -—le respondió Alfhild con la boca llena de carne mientras le amenazaba con el trinche-—. Jamás había dormido tan bien en tan poco tiempo.

Loki sonrió complacido.

-—¿No puedes dormir?

-—No -—negó al mismo tiempo con la cabeza mientras dejaba el trinche en su lugar-—, siempre tengo estos sueños que simplemente aparecen y no dejan que pueda dormir de nuevo -—le explicó con la mirada fija en su plato-—. Nunca sé cómo termina.

-—¿Cómo termina? -—preguntó Loki consternado.

-—Hmm -—Alfhild expreso el placer de sentir vino en la boca, señaló la copa-—: es muy bueno.

Ella se dio cuenta que no había calmado la curiosidad de Loki, aún la miraba esperando una respuesta.

-—No -—dijo por fin introduciendo otro trozo de carne a su boca-—. No puedo saber en qué termina el sueño, siempre veo a esas...

Se detuvo de improvisto, ¿estaba lista para decirle que todo este tiempo había estado soñando con él? No, nadie nunca lo está. Intentó introducir otro trozo de carne pero Loki la detuvo, colocando su mano sobre su tenedor.

3. LegacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora