Loki no terminaba de procesar lo que estaba viendo, había observado a la chica a lo lejos, pero jamás pensó que el parecido fuera tan idéntico. No podía ser Kelcy pues ella había muerto, la había visto quemarse, esfumarse, incluso podía jurar que lo había sentido en lo más profundo de su alma. Pero, ¿quién era esta mujer entonces? ¿Por qué le había llamado como un imán en cuanto había puesto un pie en Midgard? Estaba totalmente desconectado y no podía hablar, lo que también le sucedía a Alfhild.
—¿Quién eres? ¿Por qué me has estado siguiendo? —le cuestionó con violencia.
—Kelcy —fue lo único que salió de su boca.
Alfhild se ofendió al momento, Knox tenía razón sobre él, venía por su hija. No se lo iba a permitir jamás, pues esa niña era lo único que él tenía y no estaba dispuesta a dejarlo morir.
—¡No dejaré que te la lleves! —le exclamó.
—¿Llevarme? ¿A quién? —ahora sentía que se había equivocado en acercarse, ¿a caso la mujer tenía algún tipo de problema mental?
—A Kelcy.
La sangre se le heló al escuchar el nombre salir de los labios de la mujer que lo estaba confrontando. Loki se dio cuenta de que no hablaban de ella, había una tercera persona que ella estaba protegiendo con uñas y dientes, lo podía ver en el destello de sus ojos, podía ver la ferocidad que llevaba dentro.
—¿Quién es Kelcy? —preguntó Loki tratando de seguirle el juego, sintiendo la necesidad de gritarle que ella era Kelcy.
—Mi hija.
El alma y corazón de Loki se partió en dos, ¿había formado una familia? Tal vez después de todo no era la mujer que estaba buscando, tal vez solo era alguien con un parecido idéntico al que una vez fue el amor de su vida. Después de todo los humanos tienen gemelos esparcidos por el mundo y ni ellos mismos lo saben. Loki estaba aceptando que se había equivocado lo suficiente como para quedar en ridículo con la mujer; sin embargo, aún no se podía explicar cómo era que había podido detenerlo, cómo había desecho los cimientos de su ilusión, era algo que no terminaba de encajar.
—No sé de qué hablas —le respondió con frialdad Loki, mirándole con dureza—. Te he seguido porque me recordabas a alguien, es todo.
Alfhild sintió desilusión, en realidad creía que estaba detrás de ella, que había estado observándola porque podía venir de su pasado, y tal vez venía con más respuestas que necesitaba con urgencia. Pero era otro hombre que había creído ver a una hermosa mujer que conocía, no se sentía satisfecha con haber cruzado la carretera solo para verle. Incluso no sabía quién era Kelcy así que no era del hombre que Knox tanto temía. Se sentía derrotada por dentro y le molestaba porque casi nada en el mundo la hacía sentir así.
Loki dio la media vuelta para alejarse, sin decir nada y con la cabeza en alto. Alfhild permitió que avanzará unos cuantos metros, viendo como su figura era tan flexible, justo como lo había visto en su sueño, cuando habían estado frente al enorme sofá escarlata. Se dejó llevar un segundo por el movimiento que hacían sus largas manos y sus brazos, no era normal que el porte de un hombre se viera tan elegante. Ella decidió que no quería ser una mujer conformista, así que le siguió, cuando la vista de él estuviera fuera de su radar; quería saber hasta donde podía llegar estando a su espalda.
Loki pensaba mientras caminaba, ¿cómo había sido tan estúpido? Se había dejado llevar por sus emociones y no se había sentado a reflexionar lo que podría significar ver a alguien así. No era la primera vez que le pasaba y lo había tenido bien contemplando cuando Kelcy había muerto, pero cuando vio a esa chica no pudo evitarlo. Había cosas que le hacían girar y pensar que no era coincidencia, como el nombre de su hija, ¿por qué Kelcy si ese no era un nombre muy común? En realidad sólo lo había escuchado una vez en su vida. Trataba de aclarar su mente pero le era imposible sin pensar que debía volver a ese hospital. Tal vez la aparición de esa persona se iba a convertir en su adicción, una fantasía que le gustaba pensar que era cierta.
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3. Legacy
FanfictionDespués de un año de plenitud en la vida de Loki, algo inesperado sucede, algo que cambia la perspectiva de todo lo que hay a su alrededor.