Tarde de cine

1K 142 52
                                        



Beelzebub tampoco tenía planes para el domingo. Es decir, debería aprovecharlo para terminar algunos deberes atrasados, pero ni loco se ponía a hacer eso.

"De todas formas aunque quisiera no podría concentrarme en tarea" pensó mientras se vestía. "Gabriel... ese tonto no ha parado de mandarme mensajes. Ahora siento ganas de verlo, ¡que horror! Se supone que está castigado. Si lo llamo para salir, no entenderá que debe respetarme".

Así estuvo algunas horas, durante las cuales solo comió, jugó online en su cuarto y escuchó música del Anticristo. En ese lapso el tiempo empezó a descomponerse, y el cielo soleado se cubrió de nubarrones que anunciaban tormenta. Para muchas personas eso sería deprimente, pero para él resultó un estímulo. Quizás podía aprovechar para salir con Gabriel, ya que si llovía era probable que se cruzaran con menos gente. Se puso nervioso antes de devolverle los mensajes con una llamada. Hubiera preferido seguir castigándolo con su silencio por algún tiempo... pero bueno, un poco de compasión no estaría mal.

-¿Beelzy? ¿Mi amor, eres tú?

-Claro que soy yo, tonto. ¿Quién más? ¿Con qué nombre me tienes agendado?

-¡Beelzy!- exclamó de nuevo Gabriel feliz, soltando de inmediato un beso hacia el celular.- Mi amor, al fin llamas... creí que todavía estabas enojado conmigo.

-Lo estoy- aseguró Beelzebub severo.- Pero bueno, también estoy un poco aburrido y pensé en matar dos pájaros de un tiro. ¿Quieres ir al cine? Si me compras un buen balde de nuggets podría perdonarte. Un poco. Pero pásame a buscar rápido que no quiero esperar.

-¿Ahora?- inquirió el mayor mirando por la ventana el cielo negro.

-Sí, ahora. ¿O tienes algo mejor que hacer?

-¡No! Nada es más importante que verte a ti... es solo que... está un poco nublado. 

-¿Y?- Beelz empezaba a fastidiarse y Gabriel se apresuró a agregar:

-Bebé, llevé el auto a lavar esta mañana. ¿Te molesta si nos encontramos directamente en el cine?

Beelzebub entrecerró los ojos. Luego dijo, despacio y acumulando enojo en cada palabra:- Dejemos esto en claro. ¿Me vas a hacer tomar un taxi para que tu auto rasposo no se ensucie? ¿Si te das cuenta que estoy siendo generoso con tan solo ofrecerte una salida, no?

-Mi amor, lo siento, sé que estás dándome una oportunidad... no, no es que me importe más mi auto que tú, claro que tú eres más importante- aseguró Gabriel nervioso, maldiciendo su sugerencia. Beelz bufó con rabia y dijo, terminante:

-Tienes mi dirección. Papá no está, así que pasa a buscarme en quince minutos o te olvidas de tener citas conmigo por el resto del año. ¡Y no seas tan llorón, ya que estamos! Ni siquiera está lloviendo aún y tú pensando en tu auto. Debería darte vergüenza. 

-Sí... siento haberte molestado, Beelz. Gracias por invitarme, sé que todavía estás enojado y procuraré compensarte mucho hoy. ¿Dijiste que querías un balde de nuggets? Te compraré dos. Lo que sea para que estés feliz, mi amor.

-Bueno...- Beelz se aflojó un poco y sonrió.- Todavía estoy molesto por lo de ayer, pero tal vez si tenemos una cita y te portas bien, se me pase.- Inspiró hondo.- En el cine, después de todo, pueden pasar cosas muy divertidas.

-¿Te refieres... a ver una película?

-Además de eso.

Gabriel también sonrió de oreja a oreja.- Estaré ahí enseguida. Espérame que no me tardo.

Soy tu Julieta 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora