🥀Capítulo: Eins🥀

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—"Joven amo, es hora de levantarse."—El mayordomo abrió las cortinas, y su amo abrió los ojos ante la potente luz solar.—"En el desayuno de hoy, tenemos salmón al horno con una delicada ensalada de menta.
Para acompañar, preparé tostadas y escones, ¿Cuál le gustaría?"—El menor se sentó en la cama, mientras el de negro empezaba a ponerle las prendas que usará en el día.

—"Escones."—Dijo, mientras su mayordomo le alcanzaba todo lo preparado.—"¿Cuáles son las actividades de hoy?"—Tomó un sorbo de té.

—"Ninguna en especial, joven amo, ayer me pidió que las cancelara todas porque usted no estaba de humor."—Ciel largó un suspiro.—"Hoy tenemos clases de francés y violín."—Sebastian esbozó una sonrisa.

—"Bien."—Ciel dejó la taza de té vacía, junto a los platos de comida, también vacíos.—"Iré yendo al estudio, vé y limpia eso."—Su joven amo se levantó de la cama y se dirigió al estudio, mientras que el contrario llevaba el carrito con las bandejas vacías.

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—"Joven amo, es hora del almuerzo."—Sebastian llamó desde la puerta al más pequeño, que se encontraba tocando el violín.
Bajaron juntos.
Ciel se sentó y empezó a ponerse su pañuelo en el cuello para no ensuciarse.—"En el almuerzo de hoy tenemos merluza a la parrilla con una ensalada sencilla de lechuga y tomate."—El contrario comenzó a comer.

—"Nada mal."—Siguió comiendo.
Sebastian ante el comentario, sonrió.

Pasaron unos minutos, hasta que la puerta principal se abrió de golpe, haciendo saltar del susto al joven amo.

—"UBI ES?! IBI DE! SCIO TE HUC!"—Amo y mayordomo escucharon esa voz femenina gritar escandalosamente en un idioma muy extraño.

—"Permítame, joven amo."—Sebastian comenzó a caminar hacia la entrada, a penas la fémina lo vio, gritó.

—"AH! IBI ES! IMPIUS!"—Sebastian se sorprendió tanto ante la niña parada frente a él, que se cayó.

—"Quid agis?!"—Gritó el mayordomo.—"¡Vete ahora mismo!"—Se paró y la empujó.

—"NEIN! NEIN! NEIN!"—Ella lo empujó a él.

—"¿Sebastian? ¿Qué sucede? ¿Quién es esta escandalosa?"—El joven amo caminó hacia ellos.

—"Joven amo, yo no la conozco de nada, no se qué quiere."—El mayordomo parecía algo nervioso ente la situación.

—"¿Quién eres? ¿Qué quieres?"—Le preguntó el amo de la casa a la extraña.

—"¿Eh? No entender."—La niña hizo una seña de 'no' con la mano.

—"Genial, ¿Cómo vamos a saber que es lo que quiere?"—El peliazul soltó un gran suspiro.

—"Mire, señorita, no sabemos que es lo que desea, pero márchese."—Sebastian le sonrió.

—"No entender."—Sebastian suspiró.—"Me quaeritis."—Señaló a Sebastian.

—"Invítale un té, Sebastian."—Ciel se dió la vuelta, dispuesto a sentarse en el sofá de la sala.

—"¿Quiere un té?"—Sebastian hizo señas de bebida a la niña, para que entendiera.

—"Bene."—Hizo una seña de 'sí' con la cabeza y se sentó al lado de Ciel.

—"¿Sa-bes ha-blar mi i-di-o-ma?"—Ciel se detuvo en cada sílaba para que la contraria pueda entender.

—"Un poco."—Respondió.

—"¿Qué es lo que buscas?"—Preguntó curioso.

—"A él."—Señaló nuevamente a Sebastian.

—"¿Porqué?"—Preguntó Ciel, mientras Sebastian dejó las tazas en la mesa.

—"Porque él es-"—Sebastian rápidamente le tapó la boca a la más pequeña, haciendo enojar a su amo.

—"Discúlpenos un momento."—Agarró a la niña de los hombros, alzándola y la llevó a la cocina.—"Si llegas a decir algo, te va a ir mal, mocosa."—Amenazó.

—"¿Crees que me das miedo?"—La menor sonrió.

—"No sabes cómo te puede ir, no me subestimes."—El mayor desprendió un aura negra, mientras sus ojos carmesí brillaban.

—"¿Qué está pasando aquí?"—Ciel habló.
Rápidamente, Sebastian soltó a la niña y se puso normalmente.—"Sebastian, dame una explicación."—Se cruzó de brazos.

—"Joven amo, yo...Eh...Ella es una conocida, pero solo eso, ya se va."—La empujó.

—"No, no, ¡Es una dama! Qué se quede unos días, viene desde muy lejos."—Dijo Ciel, sabiendo que la presencia de la niña lo molestaba bastante, disfrutando su cara de enojo y disgusto.

—"¿Cómo tú saber eso?"—La niña se levantó del suelo y se limpió el vestido.—"¡Mi placer de conocerte! ¡Mi nombre es _______!"—Le extendió la mano para saludarlo.

—"Ah, el placer es mío, soy Ciel Phantomhive."—Le dió la mano mientras ella sonreía contenta.

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¿Les gusta como va la historia?

A mí me divirtió mucho este capítulo JAJAJA

¡Gracias por leer!

"𝓣𝓱𝓮 𝓼𝓮𝓬𝓻𝓮𝓽 𝓸𝓯 𝓸𝓾𝓻 𝓮𝔂𝓮𝓼" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora