Él Conde vió pasar a la joven de cabellos negros y la paró.
—"¡¿Por qué carajo no me dijiste que tenías que acostarte con ese estúpido?!"—La joven se sorprendió, no creía que Ciel se enteraría.
—"Perdón...Pero eso es algo que no te incumbe."—Se soltó de su agarre y lo miró con soslayo.
Ciel vió como su amada entraba a esa habitación, donde se escuchan aplausos.
«...No quiero que esto pase.» Ciel tenía ganas de llorar, pero no iba a hacerlo...O eso creía.
Él Conde se sentó donde estaba sentado, enterró su cara entre sus propias manos, mientras Alois lo miraba con desciencia.
—"¿Qué te sucede? Luces como si fueras a llorar, se que todo esto parece un funeral pero parece que es algo bueno."—Dijo Alois, irónico.
—"Cállate, Alois."—Ciel suspiró.—"¿Sabes algo más sobre este acontecimiento?"—Él Conde lo miró, a los ojos.
—"Mmhp... Después le pregunté a Claude que dónde iban a tener relaciones, si iban a hacerlo turbio y hacerlo frente a todos."—Ciel siguió escuchando.—"Me dijo que no era así, que entraban en una habitación con una cama, a oscuras y ella tiene que tener los ojos vendados no se qué."—Alois suspiró.—"Quisiera ser mujer y estar en el lugar de la hermana de Sebastian, su prometido es muy guapo."—El peliazul miró al rubio con soslayo.
Ciel se levantó y puso el oído en la puerta, para escuchar que es lo que hacían.
Alois hizo lo mismo.
—"¡En el nombre de Satán, hoy aquí presente, estás bautizada, bendecida por nuestro señor Oscuro!"—Alois se petrificó.
—"¿Cómo qué Satán está ahí adentro?"—El rubio se asustó y Ciel lo calló.
—"Señorita Michaelis, solamente tiene que firmar ahora."—Por el tono del hombre que estaba hablando, parece que _______ no quería firmar.
—"Yo..."—Se escuchó la voz de la joven, dudosa.
—"¿Porqué dudas?"—La voz de Sebastian se hizo presente.
—"Shh, no la presiones."—La señora Michaelis susurró.
Al final, parece que ______ firmó, ya que se escucharon aplausos.
—"¿Aplauden porque firmó o porque la mataron por no firmar?"—Preguntó el rubio, asustado.
—"Alois, ¿Te puedes callar?"—El del parche lo calló, por segunda vez.
—"¡Bien! ¡Ahora dan inicio a la Declaración Satánica!"—Gritó un hombre.—"Una vez que la señorita Michaelis ha sigo bautizada, Christopher Faustus ¿La aceptas como tu prometida? ¿Jurando protegerla y amarla hasta el fin de los siglos?"—Ciel chasqueó la lengua.
—"Si, acepto."—Ente la voz del muchacho se escuchan susurros de emoción, por parte de las dos madres de familia.
—"Mierda, ¿Se van a casar o qué?"—Bufó el rubio.
—"_______ Michaelis, con tu prometido ya bautizado, ¿Lo aceptas como tu prometido? ¿Jurando amarlo y respetarlo hasta el fin de los siglos?"—Un silencio sepulcral llenó toda la mansión.
«Di que no, di que no.» Ciel anhelaba escuchar una respuesta negativa por parte de _________.
—"Si... Acepto."—Fue muy bajito, pero todos lo escuchamos.
«Carajo, ¡Está claramente dudando! ¡¿Por qué no dijo que no?!» Ciel, furioso se encerró en una habitación que no sabía que era, pero ahí se quedó, se brazos cruzados.
Aún se escuchaba todo lo de la ceremonia.
—"¡Ahora el prometido y la prometida pueden dar paso a la intimidad!"—Todos salieron de la habitación, y se alejaron lo más que pudieron de ella.
—"Vamos, your highness."—Claude agarró a Alois y lo llevó lejos.
—"¿Y el joven amo?"—Sebastian buscó a Ciel, pero no lo encontraba a los alrededores.
—"¿Él niño del cabello azul y del parche? Lo ví pasar hacia ahí."—La señora Michaelis señaló un lado opuesto de donde Ciel estaba.
—"Gracias, madre."—Sebastian emprendió paso hacia donde su madre le indicó, aunque ella lo seguía por detrás.
—"¿Ya terminó?"—Ciel aún se encontraba en esa habitación oscura, donde ya no se escuchaba nada, absolutamente nada.
De pronto, sintió que abrían la puerta, así que se escondió.
—"Luces muy nerviosa, hasta dudaste, ¿Estás segura de esto? Aún puedes cancelarlo."—Era Christopher con __________.
—"Sí... Sí"—El joven de cabellos castaños no estaba muy seguro de la respuesta de su prometida.
—"Si quieres parar, dímelo."—Ella asintió, mientras Chris le colocaba una venda negra en los ojos.
«Oh...Este quizá sea mi momento.» Pensó Ciel, alegre.
El del parche agarró un fierro y golpeó con todas sus fuerzas a Christopher, haciéndolo caer inconsciente.
—"¿Qué fue eso?"—Preguntó la joven, extrañada.
—"Ah...Se me cayó algo, lo siento."—Ciel intentó imitar la voz del muchacho, ahora inconsciente en el suelo.
—"Ah, está bien."—Ella soltó una risa nerviosa.
Sin más, Ciel se acercó y besó su cuello.
La besó, la joven no quería corresponder, ella creía que era Christopher.
_________ agarró los hombros de su contrario, sintiendo más su cuerpo.
La joven se extrañó y comenzó a tocar el cabello del joven, sintiendo que no era nada parecido al de Christopher.—"¿Ciel?"—Preguntó con el ceño fruncido.
—"Reconoces mi cuerpo, ¿Eh?"—Ciel la volvió a besar, mientras ella se sacaba la venda.
—"¡Oye! ¡¿Qué haces?! ¡¿Estás loco?!"—Dijo mirando a Christopher en el suelo, inconsciente.—"¡Carajo, Ciel! ¡¿Lo mataste?!"—Se bajó se la cama y fue a comprobar los latidos de Chris.
—"Claro que no, tampoco tan así, aunque pensé en hacerlo."—Ella lo miró, furiosa.—"Tranquila, hagámoslo nosotros dos mientras el está inconsciente."—La joven se sonrojó.
—"No."—Ciel suspiró.
—"Ya sé, te incomoda que alguien más este aquí, aunque esté inconsciente."—Ciel lo sacó fuera de la habitación, como si fuera una bolsa de papas.—"¿Contenta?"—El se acercó a ella, como una bestia en busca de comida, que ya tenía fijada su presa.
Se besaron, cayendo en la cama.
Él le sacó el vestido y deshizo su peinado.
Ella puso sus piernas alrededor de la cintura del joven, deseosa.—"¿Ves? Te mueres por mí."—Ella tomó de la corbata al del parche.
—"Dame más acción y menos bla, bla, bla."—Lo besó.
El deseo de la joven por que el Conde la tocara la había convertido en una presa que se dejaba agarrar por su bestia.
Hasta llegando a invitar a la bestia a que la devore.
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—"¿Eh?...¿Qué pasó?"—Christopher estaba en una cama, con ________ viéndolo preocupada.
—"Te desmayaste."—Dijo ella, acariciando su cabeza.
—"¿Hicimos el amor?"—Ella, asintió, colorada.—"¿Cómo me desmayé?"—Se sentó en la cama, suavemente, con un fuerte dolor de cabeza.
—"Bueno... Cuándo terminamos, te pusiste tú ropa, te tropezaste y te golpeaste la cabeza."—Chris suspiró.
Ella obviamente estaba mintiendo, pero Chris no se dio cuenta y la miró, sumamente enamorado.
—"...Te amo, ¿Lo sabes, no?"—Ella asintió.
Christopher la tomó de la barbilla y la besó en los labios, un beso con torpeza y sin experiencia, por parte de el de cabellos castaños.
Ciel miraba la escena desde el marco de la puerta, furioso.
