—"Bien, te quedaras aquí."—Sebastian miró por encima de sus hombros a la menor.
—"Esto es el ático... Está oscuro...Y frío..."—La menor miró la oscuridad y los objetos que abrumaban en lugar.
—"Mala suerte, no hay habitaciones para tí."—La joven bajó la mirada y Sebastian suspiró.—"Era una broma, bajemos."—La menor sonrió.
—"¡Quiero esa habitación!"—Ella señaló la habitación de Ciel.
—"No, esa es del joven amo, busca otra."—La menor hizo un puchero.
—"¡Quiero esa!"—Dió un saltito.
—"No empieces, esa es la habitación del joven amo."—Sebastian suspiró.
—"¡¿No escuchaste?! ¡Quiero esa!"—La menor pisó con fuerza el suelo, haciendo tornar sus ojos color carmesí.
—"¿Qué sucede? ¿Porqué el escándalo?"—Preguntó Ciel, saliendo de su oficina.
—"Nada, discúlpe joven amo. Vamos ______...¡Quiero decir! ¡Señorita ______!"—La empujó.
Ciel estaba empezando a dudar de la relación entre Sebastian y ______. El averiguará a toda costa que está sucediendo.Mientras tanto, el mayordomo y la niña se encerraron en la habitación de al lado de la del amo.
—"Pero yo quería esa..."—Se sentó en la cama.—"No, no se puede."—Se peinó.—"Escucha, no hagas berrinches, al joven amo le disgustan demasiado las niñas berrinchudas como tú."—La menor se enojó.—"Tienes trece años, ya eres mujercita, compórtate como tal."—La de vestido a cuadros se cruzó de brazos.—"Ahora, dime ¿Porque estás aquí?"—Ella suspiró.
—"Le faltaste el respeto a alguien y ese alguien quiere matarte ahora y me mandó a buscarte."—Sebastian tragó saliva.
—"¿Hablas de...?"—Ella asintió.—"...Aunque me disguste, te vas a quedar aquí conmigo por siempre, no te vas a ir a ninguna parte a avisarle nada a nadie."—La tomó de las mejillas, haciéndole daño.
—"Aún así va a venir por tí."—Dijo entre dientes.
—"No, no lo hará."—Tocaron la puerta.
—"¡¿Sebastian?! ¡¿Qué haces encerrado con _______?!"—El nombrado abrió la puerta.
—"Solo le platicaba sobre las reglas de la casa, solo eso, joven amo."—Sonrió.
—"No me gusta para nada como la tratas y como te llevas con ella."—La de cabellos negros alzó una ceja.
—"Conde."—Ciel la miró para que siga hablando.—"Sebastian me estaba diciendo el horario de la casa, solo eso."—Ciel la miró sospechando.
—"¿La tienes amenazada?"—Preguntó Ciel, indignado.
—"¡Puf! ¡Ja, ja! ¿Yo? ¿Amenazarla?¡Joven amo! Porfavor, estamos grandes."—La reacción de Sebastian solo hizo sospechar más a Ciel.
—"Vete de aquí, déjame hablar con ella."—Sebastian hizo una reverencia. Cuando su amo se dió la vuelta, Sebastian le hizo señas a ________, ella entendió que si decía algo él la iba a matar.—"Platiquemos."—Ciel se sentó al lado de la niña.
—"¿De que?"—Ella sonrió.
Ciel en ese momento pensó que era bastante pintoresca y amigable, pero muy niña, a lo que Ciel le disgustó.—"¿Cuál es tu relación con Sebastian?"—Fue directo al grano.
Ante la pregunta, la contraria frunció el ceño.—"¿El te amenazó?"—Ella miró hacia la puerta, sabía que el estaba detrás.—"No, no."—Acompañó sus palabras con un gesto de cabeza.
—"¿Segura?"—Ciel suspiró.
—"Perdóneme."—El de parche se extrañó ante la sorpresiva disculpa, que salió de la nada.