Growing Passion

Miradas.

"Honestamente, conozco tus temblores, lo que sientes.
Para ti, sé que este amor es un momento, un sentimiento,
Pero sin importar lo que se diga, es todo para mi vida."
—SHINee, Replay—

Minho y Taemin compartieron miradas antes de sentarse junto al anciano, quien parecía ansioso esperando la respuesta de la pareja, en sus manos sostenía unos papeles a los que se aferraba con fervor.

—Por favor, quédense con mi nieto, adoptenlo...

—Nosotros tene...

Taemin apretó la mano de su esposo haciéndolo guardar silencio, porque si bien era cierto que tenían un hijo pequeño no podían dejar las cosas así, alguna razón tenía aquel señor para pedir aquello.

—¿Porqué quiere dar a su nieto en adopción? El pequeño lo tiene a usted y a su madre...

El anciano negó y le tendió los papeles arrugados que tenía en sus manos, Taemin las tomó sin apartar su mirada del señor.

—Llamenme Wong, así se familiarizan conmigo.—informó el anciano.—Yo... yo estoy muriendo, tengo cáncer terminal y mi hija está hasta la cabeza con las deudas, ella está de acuerdo, aunque ella ama a Lucas no puede tenerlo a su lado, Suxi necesita volver a China, sólo así podrá pagar todo...

El señor Wong comenzó a tocer, sacando un pañuelo con sus manos temblorosas miró con anhelo a la pareja.

—Ustedes le darán una mejor vida a mi nieto, su madre se mantendrá en contacto, ha sido un niño muy amado, claro por mí y por Suxi, y quienes salvaron su vida son los más indicados para estar a su lado.

Taemin tragó grueso.

—Señor Wong, otra persona fue quien operó a su hijo, yo no pude...

—Señor Lee, usted lo llevó a quirófano, y cuando se me acercaron para preguntar si tenía seguro médico y negué alguien más le dijo que usted y su esposo se harían cargo de las cuentas, usted ha sido parte de que esté a salvo, por favor piénselo, mi nieto quedará desamparado.—lagrimas se deslizaron por el rostro del anciano.

Las manos de Taemin volvieron a temblar, desde un principio al ver a Lucas se sintió extraño, y sabía que parte de eso era por Jungwoo, jamás querría ver a su hijo en una situación así, y se sentía tranquilo, porque él y Minho se encargarían de darle lo mejor a su bebé, jamás traerían problemas entre ellos a su hijo, era algo a parte, ambos amaban demasiado a su pequeño como para herirlo.

Los esposo compartieron una mirada y se sonrieron, porque habían miradas cargadas de palabras, de complicidad, de amor, de entendimiento, tanto Minho como Taemin se entendían muchas veces sin tener que hablarse.

—Señor Wong, tomaremos la custodia de Lucas hasta nuevo aviso, pero si la madre del niño no lo desea o lo quiere devuelta lo haremos, si su hija ama tanto a su hijo lo querrá con ella una vez que resuelva sus problemas.

El señor se puso de pies rápidamente, ignorando la sensación vertiginosa que tuvo, hizo una reverencia sollozando, porque su nieto finalmente tendría un hogar.

—En cuanto a usted, le haremos exámenes y vamos a ver el estadio en el que está su cáncer, le ayudaremos, debe vivir y desear hacerlo, por Lucas y Suxi.

El anciano negó bajo un manto de lágrimas.

—No hagan nada por mí, con cuidar a mi nieto es más que suficiente.

—Señor Wong.—Taemin de acercó más al anciano y tomó su mano.—El hospital cubrirá un porcentaje del tratamiento que necesite, la otra parte la conseguiremos con los programas de prevención, su nieto al salir de aquí estará en nuestra casa, sabe...

Taemin se llevó la mano libre al bolsillo de su pijama médica y sacó su teléfono exhibiendo su fondo de pantalla, donde su bebé sonreía.

—Este es Jungwoo, es nuestro hijo, tiene cuatro meses, se que se llevará muy bien con Lucas, quiero que mi bebé le vea a usted también como un abuelo, que el tiempo que pase en esta tierra esté junto a su nieto, así que no me diga que no tomará tratamiento.

Sonriendo y sintiéndose mejor el señor Wong se dejó guiar a oncología, donde recibió las mejores atenciones, lamentablemente su cáncer era muy agresivo y había hecho metástasis, no tenía mucho tiempo de vida, Taemin lloró conmovido esa noche en su casa después de dormir a su hijo, Minho lo abrazó y lo acunó en sus brazos.

—Esto no te lo enseñan en la facultad.—se quejó Lee después de lavarse el rostro.

Choi suspiró y se dejó caer en la cama con sus brazos cruzados.

—No, no lo hacen, pero es bueno ver que aún queda humanidad en nosotros. ¿Sabes? Nos volvemos fríos con el tiempo, duros, tanto así que no nos duele ver como la vida se les escapa a los demás, que no nos importa el llanto de los dolientes, todos hemos pasado por eso, y a veces algo nos hace recordar que también somos parte de eso.

Minho y Taemin miraron a su bebé dormido, porque Jungwoo era su salvación, un ancla en medio de un mundo lleno de dolor, ver el milagro de la vida, la ternura e inocencia de un ser pulcro, angelical, que era producto de su amor, aún sin ser planeado fue un bebé amado desde que supieron de su existencia.

Ambos por coincidencias llevaron sus dedos hasta las pequeñas manitas de su hijo y sonrieron.

—Quizás si Jungwoo no estuviera en nuestras vidas no habríamos aceptado la custodia de Lucas.—susurró Minho.

El rubio asintió dándole la razón, porque jamás pensó en adoptar.

—Solo vi a Jungwoo en Lucas, no pude ni hacer una incisiones en él, mi cuerpo se queda estático, Ming fue demasiado traumático.

—Lo sé, pero eso no le pasará a Jung, mucho menos a Lucas nuevamente, vamos a cuidar de ellos, y tampoco lo meteremos en problemas nuestros, no es lo correcto, se que no somos perfectos ni nada por el estilo, que tenemos temperamento fuertes, solo debemos aprender uno del otro y sobrellevar nuestras diferencias.

Lee asintió y se acostó para llevar a su hijo hasta su regazo.

—De acuerdo contigo Ming.—Taemin miró a su esposo haciéndolo sonrojar.

—¿Qué?

—Te amo tanto cara de rana muda.

—Tus piropos me dan depresión.—se quejó Minho cubriéndose el rostro con la almohada.

Taemin se cubrió la boca para evitar reirse y despertar a Jungwoo, lo llevó hasta su cuna y le dio un beso, se alejó amplió sus ojos al ver el calendario y darse cuenta que ese día le tocaba la inyección anticonceptiva, corrió haciendo que Minho levantara su cabeza curioso.

—¿Que haces?

—La inyeccion, me toca hoy.

Minho gruñó poniéndose de pies para  buscar la inyección porque el era quien guardaba los medicamentos, Taemin solía ser olvidadizo en esos asuntos en la casa, la encontró y se acercó a su esposo depositando un beso en su cuello y pegándose a su trasero lo suficiente como para que sintiera su erección.

Un jadeo escapó de Taemin y se mordió los labios cuando sintió que Minho le bajaba la pijama, sintió algo húmedo acariciar su glúteo derecho seguido un pinchazo que lo hizo dar un respingo.

—¡Minho!.—se quejó.

—¿Qué pensabas? Nos vamos al método seguro.—bromeó Minho levantando a su esposo en sus brazos y llevándolo a la cama.

Choi se asustó al ver los ojos de Taemin, parecía a punto de llorar y sus labios estaban como los de un bebé cuando le quitaban su juguete favorito.

—¿Qué pasó?

—Me dolió Ming, eres un médico malo.—Taemin cruzó sus brazos unos segundos antes de saltar sobre su esposo.

—Como te amo dulce veneno.—indicó Minho abrazando a Taemin.

Continuaron hablando hasta quedarse dormidos, les esperaban días caóticos con dos bebés en casa, así que era mejor descansar cuanto pudieran.