Growing Passion

Cosas de la vida.

"Quiero proteger el mundo en el que tú existes"
—SHINee, Kimi Ga Iru Sekai—

Taemin estaba pálido, no negaría que estaba nervioso, miró a través del cristal la cantidad de periodistas y cámaras, sintió unas manos en sus hombros y reconoció el toque de Minho.

—Sabes que no tienes que hacer esto, no quiero que tengas más estrés amor, puedo salir por ti o contigo...

—Gracias Minho, y descuida, con saber que me apoyas y estas cambiando es suficiente por ahora, así que es mi turno de dar la cara.

Jinki entró a la habitación y miró a los cirujanos.

—¿Listo?

Taemin asintió y salió seguido de Lee Jinki.

Inmediato salió comenzaron a dispararse los flashes, los del medio de comunicación no se daban a esperar para hacer fotos y  vídeos del doncel.

—Buenos días.—saludó Taemin.—Soy el director del hospital Lee Taemin, cirujano general...

Y como de costumbre los paparazzi no se dejaron esperar para abarrotar a Taemin con preguntas.

—¿Cuantos meses tiene de embarazo? ¿Porque conserva su puesto de director si es doncel? ¿No se avergüenza?

—No, no me avergüenzo, vergüenza para mí seria investigar las vidas de los demás sin ver todo lo que han sufrido y luchado para escalar en sus vidas, el tiempo que tengo de embarazo no es de su interés, solo confirmo que soy un doncel que se ha ganado lo que tiene, no he comprado nada como muchas personas lo hacen, no ha sido fácil, especialmente con tantas miradas y dedos señalándome.

—¿Pensabas decir algún día que eras doncel?

—Claro que sí, tarde o temprano tendría mis hijos.—Taemin se acarició el vientre y se miró, sonrió y miró las cámaras con orgullo.—Es una bendición lo que llevo, lo que puedo hacer y lo que he hecho.

El orgullo en la mirada del médico hizo que la mayoría de personas de la rueda de prensa se conmovieran y decidieran apoyar su causa, sin embargo otra parte se rehusaba, seguían viendo a los donceles como lo más bajo que existía en Corea.

—Felicidades doctor Lee, es bueno saber que alguien está dando pasos que nadie se atrevió, será inspiración para muchos donceles.—elogió una reportera a Taemin.

—No se dejen llevar por las emociones, Lee Taemin está ocupando un puesto que un hombre de verdad o en su defecto una mujer podría ocupar, no un doncel.—habló un hombre asqueado.—Apuesto que hacemos votación y todos piden que Taemin se vaya del hospital, meto la mano al fuego apostando que sedujo al padre de ese bebé.

Las palabras afectaron a Taemin, sus manos temblaron, porque a pesar de ver que muchos le defendían, una palabra negativa muchas veces suele  tener más peso que cien positivas.

—Yo...

—Yo soy el padre del hijo de Taemin, es nuestro hijo.—Minho elevó su voz haciendo que los reporteros guardaran silencio.—Y el no me sedujo ¿A caso eso existe? Yo amo a este hombre, es un doncel digno de admirar, es un médico excelente, ha trabajado duro.

—¿Cómo podemos saber que es un buen médico? ¿Cómo podemos saber que no es una fachada?.—contraatacó alguien más.

Minho le asintió a Jinki, quien abrió una puerta, donde esperaban montones de pacientes que había atendido y operado Taemin, además de sus familiares, llevaban cartulinas con mensajes apoyando al médico.