Cuando apenas llevaba un par de días en la base de los toros negros, Yami-san me pidió que lo despertase todos los días aunque no creí que sería de esta forma.
Recuerdo que anoche estaba en mi cama dormido plácidamente, de pronto sentí la puerta abrirse y escuche al capitán hablarme aunque no le respondí, después sentí como me llevaba en brazos a algún lado. Abrí mis ojos de golpe cuando me recostó en su cama, era grande y estaba desordenada, olía a él, me quito la ropa y se acomodó detrás de mi espalda, estaba muerto de la vergüenza.
-¿C-capitán?
-silencio mocoso
Sentí como rodeaba mi cuerpo, después lo sentí suspirar y dormirse hice lo mismo pero sentía como cada vez que se movía me cambiaba de posición también.
A la mañana siguiente estaba sobre el cuerpo del capitán y el aun dormía, lentamente me levante y busque mi ropa en todo ese desorden. Me fui a mi habitación y me preparé para bajar a desayunar, en el comedor estaba Gorgon-san hablando despacio como siempre, Vanessa-nee también estaba bebiendo, Luck también queriendo pelear como todos los días, Charmy-san también estaba preparando la comida. Me senté cerca de Magna-sempai y le pregunte por lo que había sucedido con el capitán.
-espera espera, dices que ¿te llevo a su habitación?
-Si
-eso no es malo, digamos que le gustas, te usara como su compañero de sueño
-¿compañero de sueño?
-sí, seguramente porque eres bajito y a él le gustan porque son demasiado lindos y él es demasiado grande.
-pero..
-no puedes negarte, es el capitán
Tuve que quedarme con eso, sin decir nada, aunque es un poco extraño, no me gusta la idea de que piensen que soy pequeño y que me puede usar de almohada.
Los días siguientes pasaron de la misma forma, Yami le dio órdenes de irse a su cuarto todas las noches sin excepciones.
Cuando llevaba ya varios días de tenerlo para él, decidió que ya era tiempo de hacerlo suyo, debía marcarlo para evitar que alguien, más lo hiciera.
Mientras Asta dormía plácidamente, desnudo, como siempre, e capitán comenzó a acariciar el cuerpo más pequeño, olfateo su cuello y acaricio gentilmente la espalda del albino, sintió como lentamente se erizaba la piel de sus muslos. Lo despertó porque de otra forma eso sería violación, el pequeño estaba un poco confundido al principio pero se dejó besar y manosear tanto como el capitán quisiese, se sentía un poco extraño, cuando uno de los dedos de su superior invadió su entrada soltó algunos suspiros cuando sus pezones fueron jalados con ansiedad. Sentía como lentamente su entrada se dilataba y pronto el capitán se preparó para invadirlo, era pequeño así que el enorme miembro era demasiado para su cuerpo virgen, para u buena suerte el capitán no fue rudo con él, le dio caricias y uno que otro beso, parecía diferente de cómo era todos los días, esa fue la primera de muchas noches entre el capitán y Asta.
-¿Que dices?
-Yuno, no es algo que pueda decirte así como así, es vergonzoso
-eso debiste pensarlo antes de intimar con alguien
-¿estas molesto?
-lo estoy, dijiste que no me dejarías por alguien jamás
-lo siento, no era mi intención
-aun así, tendrás que elegir
-¿Qué?
-¿lo eliges a él o a mí?
-Yuno… es que si lo elijo a él, tú te molestaras y si te elijo a ti entonces él podría echarme de la orden
-entonces vete con él.
-Yuno espera, no te vayas así
Aunque le doliera un montón, Asta debía de tomar una decisión pronto, no quería dejar a Yuno, él fue su compañero y eran amigos pero también era quien le gustaba, no pensó en eso antes cuando decidió acostarse con su capitán. Triste se fue a la base, decidió que hablaría con Yami para arreglar ese asunto.
-¿lo dices enserio enano?
-si
-eso es un problema, aunque yo puedo compartir
-eh?
-ya sabes, puedes estar con ambos al mismo tiempo.
Eso no lo había pensado ya que sonaba como alguna ramera que quiere tener a dos hombres para ella, pensó que debía hablar de eso con Yuno así que le envió una carta y esperó que esta fuese respondida.
Para su enorme sorpresa, Yuno aceptó, ese día lo fue a ver a la base para hablar del tema, los tres se sentaron y comenzaron a hablar de lo que debían y no hacer estando con Asta.
Cuando todo se solucionó Yuno parecía ser el más feliz. Se fueron a una habitación desocupada y allí tuvieron diversión por un buen rato, dándole amor al albino.
Y obviamente para Asta no se sintió mal, ser abrazado por dos hombres, besado por uno y acariciado por otro, no era una mala idea. Desde ese día Yuno visitaba a Asta dos veces por semana, Yami debía asegurarse de no superar tener más de tres veces a la semana a Asta en su cama.
Chicos he publicado un nuevo libro "Cortos Shizuo x Izaya" léanlo 👌🏻 mucha sabrosura y sentimentalismo ❤️
