"Pre-fiesta"
- Me estás diciendo que ayer a las once de la noche Steisy te despertó porque un anónimo te había dejado una carta, que cuando conseguisteis abrir, ponía una hora y lugar. Se te ocurre ir sola, un anciano te deja otra carta en la cual hay un alfiler que tienes que utilizar para pinchar un globo, en que había una tarjeta de memoria, tarjeta que te pide que envíes un correo a no sé cuál dirección. ¡¿Y me preguntas si mandar el correo?! – dice rápidamente Alex, tras contarle todo lo que ha pasado.
- Sí – afirmo con una sonrisa inocente.
- ¡Imagínate que te hubiesen secuestrado! – dice zamarreándome por los hombros.
- Pero no ha pasado – contradigo.
- ¡¿Y si la tarjeta tiene un virus y ahora te han hackeado?!
- Que no Alexander – digo soltándome de su agarre – quiero saber que hay detrás de todo este juego.
- Iria no sabes quién o quiénes están detrás de todo, ¿y si corres peligros? – pregunta preocupado.
- Correré el riesgo, con o sin tu ayuda – digo y abro la pestaña del correo electrónico. Alex se sienta a mi lado rindiéndose y mira cómo mando el mensaje.
- Más vale que no tenga razón y sea sólo un juego como dices tú – dice tras haberle dado, yo, a enviar.
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Salimos de mi casa, montamos en el coche de Alex y vamos a buscar a Steisy. Tras veinte minutos de camino, llegamos; cuando veo a mi prima salir la llamo con la mano y se monta en la parte de atrás del coche.
- ¿Sabes ya quien es tu admirador secreto? – dice alzando las cejas. Me río y Alex apoya la cabeza en el volante a modo de desesperación. Me giro para mirar a mi prima y le cuento todo.
- ¿No te han respondido todavía? – pregunta curiosa cuando termino el relato.
- ¿En serio lo que más te preocupa es que no hayan respondido todavía? – dice Alex después de levantar la cabeza del volante.
- Tengo curiosidad – responde mi prima encogida de hombros – Además, me parce un juego muy entretenido – añade causando que Alex la mire con los ojos muy abiertos.
- ¡No es divertido! – exclama él.
- Vamos a por los adornos – le digo a mi amigo cambiando de tema y me mira – por favor – suplico y me mira una vez más antes de arrancar.
- ¿Adornos? – pregunta Steisy.
- Sí – me mira confusa - ¿qué pasa la semana que viene?, querida prima – le pregunto.
- Ammm – piensa - ¡Tu cumple! – exclama de tal manera que asusta a Alex.
- Exacto – digo – y por lo tanto celebro una fiesta y necesito algunas cosas que me faltan, por lo que vamos a ir a comprarlos – digo y asiente.
- Luego me dices que no parece una niña pequeña – me susurra Alex.
- ¡Cállate! – le dice mi prima dándole una colleja.
Cuando llegamos al centro comercial vamos a la tienda de disfraces, compro luces ultravioletas, algunos adornos más y maquillaje. Pago y cuando vamos de camino vuelta al coche, me doy cuenta de que no he comprado vasos de plástico.
- ¿Podéis llevar las cosas al coche? – digo dándole las bolsas a mi prima – se me ha olvidado comprar los vasos.
- Sí claro, ve a comprarlos – dice Steisy con una sonrisa y vuelvo a la tienda, cuando los he comprado y salgo, veo a D con el mismo chico del otro día y una chica vestidos de rojo. Me acerco para escuchar algo, pero teniendo cuidado de que no me vean. No puedo escuchar mucha más que la palabra iniciación.
- ¿Iria? – oigo a mis espaldas y doy un bote del susto.
- ¡Joder Alex! – digo cuando me giro.
- ¿Qué haces? – pregunta.
- Espiar a D, está con el chico de rojo del otro día y una chica vestida igual – explico.
- ¿Dónde? – pregunta y señalo donde estaba mirando hace un momento – Iria – me gira la cabeza – no hay nadie.
- Pero si estaban allí hace un momento – digo sin entender nada.
- ¿A quién buscáis? – oímos a nuestras espaldas, nos giramos y vemos a D.
- A nadie – responde Alex adelantándome. Miro fijamente a D con la esperanza de que admita que me ha visto espiarle y así que me cuente todo lo que oculta.
- ¿Por qué tantos vasos? – pregunta mirando la bolsa que llevo en la mano. Sigo sin apartar la mirada de él.
- Doy una fiesta por mi cumpleaños – digo y se me ocurre algo – ven, es la semana que viene – digo sonriendo.
- ¿Segura? – pregunta D.
- Sí, luego te mando la dirección y hora.
- Vale, bueno, tengo que irme – se despide y se va.
- Otro de tus absurdos planes no, por favor – suplica Alex.
- Solamente he invitado a mi amigo y vecino a mi fiesta – contesto sonriendo. Me mira con desconfianza y volvemos al coche. Yo sigo pensando en lo que querrá decir lo de iniciación, ¿está en una secta? No entiendo nada y quiero saberlo todo.
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"RI HOMINIE".
AdventureLo que al principio parece un simple juego acaba cambiando la vida de dos mejores amigos, Iria y Alex. Un juego que parece no tener fin, con pruebas de ingenio sin avances claros. Un mundo nuevo se presenta ante ellos, descubriendo que tras la human...