CAPÍTULO 11

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"Post-fiesta"

Tras pasarme toda la noche, y parte del día, durmiendo; decido hacer algo productivo y enciendo el ordenador para buscar in formación sobre el símbolo del sobre. Miro cientos de entradas, busco con distintos nombres y de nada me sirve. Estoy a punto de apagar el ordenador y me llega un e-mail: TODO A SU TIEMPO. Mi frustración aumenta y decido ir a ver a D. Cuando llego a la puerta de su casa llamo y me abre su madre.

- Hola, ¿está su hijo? – me mira confusa.

- No tengo ningún hijo, creo que te has equivocado – me dice son una sonrisa amable.

- ¿Segura?, se llama David – al final me acuerdo de su nombre.

- Creo que si tuviera un hijo lo sabría – dice con una sonrisa falsa.

- Sí, claro, perdón – se crea un silencio incómodo – adiós – digo y me voy.

LLAMADA TELEFÓNICA:

Iria: ¿Cómo lo has hecho?

D: No sé de qué hablas.

Iria: Le has borrado la memoria a tus padres.

D: Yo no tengo padres.

FIN DE LA LLAMADA.

Cojo el coche y voy a casa de Alex. Subo a su cuarto, donde me ha indicado su madre que está cuando he llegado. Entro sin llamar y me siento en la cama a esperar a que termine de ducharse. Un rato después dejo de oír el agua caer.

- ¡DIOS MÍO! –dice espantado cuando sale del año y me ve – llama a la puerta joder.

- Tengo que contarte algo – digo ignorando su comentario.

- Iria, después – le doy la ropa que tiene preparada en la cama.

- Solo cinco minutos.

- He quedado para hacer un trabajo – entra al baño.

- Mientras que te cambias puedes escucharme – digo y oigo como bufa.

- Cinco minutos – dice asomando la cabeza por la puerta. Le sonrío y comienzo a contarle lo que me ha pasado en casa de D.

- ¿Segura que no lo has soñado? – dice saliendo del baño.

- Sí – afirmo totalmente segura.

- A lo mejor quería gastarte una broma – dice.

-No, imposible después de lo que paso cuando llevó a casa anoche.

- ¿Qué paso? – pregunta, curioso.

- Ah es verdad, eso no te lo he contado – se sienta en la silla de su escritorio y me mira con interés.

- Después de la fiesta me llevó a casa y cuando fui a salir del coche echó el seguro del coche impidiéndome salir y confirmó mis sospechas, me dijo que era especial y no iba a tratar de detenerme.

- Iria, deja lo estar, no va a tratar de detenerte quizás, pero dudo que lo que intentas averiguar te vaya a resultar fácil esto empieza a ser muy peligroso.

- Alexander, no seas paranoico, si soy especial no me pueden hacer nada malo – digo obvia.

- O, todo lo contrario, en serio déjalo estar – me dice con preocupación, parece casi una súplica.

- ¡No puedo!, quiero saber por qué yo, que está pasando y que tiene que ver D en todo esto. Estoy empezando a dudar que nos conociese por casualidad.

- Ósea, según tú, David y tú os conocisteis porque él te buscaba – dice como si estuviera loca.

- Exacto.

- Me voy – Sale de la habitación y voy detrás de él.

- No me creas, pero vas a ver que tengo razón – le digo y sale de casa. Yo también salgo y vuelvo a casa, cuando entro a mi habitación me encuentro a D en mi ventana mirando a la calle.

- ¿Qué haces aquí? – pregunto dejando el móvil en la mesa.

- Esperarte – dice sin moverse.

- ¿Qué quiere? – digo poniéndome a su lado y mirándole.

- Que dejes de intentar adelantarte.

- Dijiste que no iba a detenerme.

- No lo hago, pero no te adelantes.

- Adelantarme a qué – digo perdiendo los nervios.

- No puedo decírtelo – me mira – todavía.

- ¿Y si me niego a seguiros el juego a ti y a tus amiguitos? – me cruzo de brazos.

- No puedes – me mira a los ojos – tu necesidad de controlar y saberlo todo es mayor a cualquier intención que te propongas hacer – dice muy seguro de sí mismo.

- No me conoces, puedo olvidar y dejar todo este juego si problema alguno.

- Sí, te conozco – se acerca a mí son apartar la mirada cohibiéndome un poco – sé cada detalle de tu vida, sé cómo eres, cómo actúas en cada situación antes de que hagas algo – vuelve a mirar la ventana – y por eso no lograrás descubrir nada, a no ser que te dejemos – se da la vuelta me mira un segundo y se va. Me deja sin palabras y me quedo mirando la puerta. Mi ordenador suena sacándome del trance.

"TODO A SU TIEMPO" .

 "RI HOMINIE". Donde viven las historias. Descúbrelo ahora