"RI HOMINIE".

CAPÍTULO 16

“¿Estás aquí?”

Nada más entrar al edificio llega un mensaje:

Las pistas bien habéis seguido

Más no cerca estáis del destino.

Si a Steisy queréis hallar

La respuesta es volar.

Buscamos alguna imagen u objeto que vuele. También, intentamos entrar en las demás salas, pero están cerradas.

- ¿Aquí hay un baúl? – exclama Alex detrás del sofá marrón. El diseño del baúl es bastante hortera, pero esas alas que tiene por todas partes son la clave.

- ¿Se puede abrir? – le pregunta y prueba.

- Sí – afirma con una sonrisa y lo abre – hay un juego de llaves – dice mientras se pone de pie.

Nos sentamos en el sofá y observamos las llaves. Entre ellas hay una memoria USB de móvil. La conecto al teléfono de las pistas y aparece una carpeta con imágenes; a la vez, llega un mensaje:

Estáis siendo rápidos

Qué pena que esto se os complique.

- Oh, genial – dice sarcástico Alex.

Abro la carpeta de imágenes y aparece una foto de una estrella con una llave dentro.

- Quizás haya una llave con forma de estrella – digo.

- Voy a buscar la cerradura – me comunica mi amigo y se pone en ello.

Reviso llave a llave con cuidado, pero ninguna tiene forma de estrella.

- ¡Iria! – me llama Alex y me acerco – busca una llave con el dibujo de una estrella con el dibujo de una estrella, no con forma – me dice y cuando llego a donde está me enseña el pomo de una de las puertas con una estrella grabada.

- Hay tres llaves con el dibujo de una estrella – le digo – a ver cuál es.

- ¡PARA! – me grita a 30 centímetros del oído.

- ¡NO HACE FALTA QUE GRITES! – le respondo de la misma manera.

- Perdón – dice más calmado. – Ha salido un papel por debajo de la puerta y pone que si nos equivocamos no podremos entrar.

- O sea que sólo tenemos la oportunidad de probar una llave – resumo y asiente – estamos jodidos – digo y vuelve a asentir.

- ¿Son todas las estrellas iguales? – pregunta Alex.

- Una tiene cuatro puntas – digo.

- Pues esa descartada – dice - ¿y las otras?

- Son iguales – respondo y le doy las llaves para que lo compruebe.

Se tira cerca de quince minutos mirando las llaves y el pomo - ¡Lo tengo! – dice de repente y me asusta – una de las llaves tiene un punto en la parte posterior y la cerradura también tiene un punto en la parte de abajo.

- Pues vamos a probar – digo y cojo la llave.

- ¿Segura?

- No, pero es lo mejor que tenemos.

Meto la llave en la cerradura doy una vuelta a la derecha y la puerta se abre. Alex y yo sonreímos. Entramos dentro de la habitación y la luz se apaga. Encendemos las linternas de los móviles.