CAPÍTULO 17

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"Blanco"

Pierdo de vista a Alex y echo un vistazo a la habitación en la que me encuentro. Es blanca entera, y cuando digo entera, es entera; paredes, techo, suelo, mesa, silla, lámparas, etc.

Un mensaje, proyectado en una de las paredes, me sorprende:

De negro a blanco has pasado,

la memoria que utilizar tendrás.

Y confiar en tu intuición

tu mejor arma será.

La voz del audio de antes se vuelve a oír, me resulta familiar, pero no logro identificarla, ya que está distorsionada: Has llegado lejos, pero ¿podrás continuar tú sola?

El mensaje que había proyectado desaparece y el telón sube hacia arriba, y un gran ventanal se deja ver. En él hay una frase: Enfrente hallarás a tu prima.

Me acerco al ventanal y veo que lo que hay en frente es un lago; al verlo un miedo horrible me invade, ¿y si la han matado?, es la única cosa que ronda mi cabeza. Hasta este mismo instante a penas me había preocupado, pensé que sería otro de esos juegos. Recuerdo la de veces que Alex me ha dicho que no es un juego y por primera vez, me doy cuenta de que tiene razón.

Cojo la silla de metal, blanca (como todo), y la tiro contra el cristal llena de rabia y con la esperanza de que este se rompa. La silla rebota y no hay ni un solo rayón en el ventanal.

Observo toda la habitación y veo que, en una de las paredes, dónde está el escritorio hay una cuerda blanca con pinzas que tienen luces, una de las pinzas tiene un papel en lugar de una luz. Cojo la nota y en ella hay una cama y una equis sobre ella, dibujadas.

Un pitido suena haciendo que me tape los oídos y cierre los ojos, cuando los vuelvo a abrir noto como el móvil vibra en mi bolsillo trasero del vaquero negro corto que llevo. Enciendo el móvil y un montón de imágenes seguidas. No puedo parar la secuencia. Cada imagen dura en la pantalla, parada, cerca de unos siete segundos; veo un temporizador en la parte superior con una cuenta atrás de dos minutos.

Observo muy atentamente las imágenes, cuento en total seis fotografías. El tiempo se acaba y la secuencia de imágenes desaparece.

Trato de acordarme de todas y cada una de las fotos, la primera que mejor recuerdo es una del techo, miro hacia arriba y me deslumbro con una de las dos lámparas que hay. Busco el interruptor y apago las luces, al hacerlo puedo observar que un punto del techo está iluminado. Al no poder verlo bien de pie, decido tumbarme en el suelo, de esta manera me doy cuenta que el suelo es bastante blandito y recuerdo la nota de antes. Miro al techo fijamente de lado a lado. Me doy cuenta de que encima del punto de luz hay una tela. Me subo a la silla y trato de llegar al techo, pero no llego. Muevo el escritorio para tratar de subir la silla a la mesa y así llegar al techo; pero al mover el escritorio una de las lámparas baja, me acerco curiosa y me doy cuenta de que hay una especie de tabla, me siento, pero la lámpara no sube como yo esperaba. Una imagen, de una de la secuencia de fotos de antes viene a mi mente; una cuerda. La única cuerda que hay es la de las luces, me pongo de puntillo y al intentar alcanzar la cuerda muevo el escritorio y la lámpara sube. M e subo en la mesa quito la cuerda de una vez, le separo todas las pinzas con sus luces correspondientes, Muevo el mueble, la lámpara vuelve a bajar, ato un extremo de la cuerda en una de las patas de la mesa, me siento en la tabla de la lámpara y despacio tiro de la cuerda y a ese ritmo sube la lámpara. Me pongo de pie y con cuidado me estiro para quitar la tela que tapa el punto de luz del techo, al arrancar la tela una ventana aparece, intento abrirla, pero me doy cuenta de que tiene una cerradura y esto me impide abrirla. Miro la cerradura y veo que es una equis; una de las fotos tenía un dibujo de una llave en forma de equis. Miro toda la habitación y veo una pecera, esto me hace recordar que detrás de la imagen de la llave las otras fotos tenían un pez y en la otra estaba escrito H20. No soy capaz de bajar la lámpara pues la cuerda no llega tan alto como donde estoy yo ahora mismo. Me doy cuenta de que la otra lámpara tiene un mecanismo en la parte de arriba muy parecido a la otra. Con mucho cuidado, y miedo, rápidamente paso a la otra lámpara y esta cae demasiado rápido lo que produce que por el miedo grite de una forma muy aguada. Cuando llego abajo me acerco a la pecera y cojo la llave, vuelvo a subir en la primera lámpara como anteriormente ya había hecho. Me to la llave en la cerradura y cuando abro la ventana una escalera cae. Paso de la lámpara a la escalera y subo, al salir por la ventana me doy cuenta de que estoy en el balcón de lo que parece la segunda planta del edificio. ¿Cómo narices he llegado aquí?

 "RI HOMINIE". Donde viven las historias. Descúbrelo ahora