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Si hay errores me avisan

Deséenme suerte aprendiéndome Levanter

Bai-
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—¿Felix?— Preguntó el mayor al escuchar que la puerta de la casa se abrió.

El rubio tragó en seco y tomó aire.

—Sí— Cerró la puerta.

Se quitó los zapatos y los dejó en la entrada; su chaqueta la puso al lado de la de Chan y suspiró, tenía que hacerlo, era ahora o nunca.

—¿Llegaste antes?— Preguntó Felix, se le extrañó que Chan ya estuviera a esa hora.

—Tomé el autobús, te quise esperar, pero ya te habías ido...

—Estaba con Hyunjin— Fue a la cocina, donde estaba Chan sentado, con un plato de comida frente a él, y otro en el otro extremo de la mesa.

—¿Con Hyunjin?— Ladeó la cabeza un poco.

—Sí...— Se sentó, viendo cómo Chan no había comido aún —Um...

—Probablemente se enfrió un poco.

—¿Me esperaste para comer?

—El ramen instantáneo no se come solo— Felix sonrió ante las palabras del mayor.

—Deja lo caliento— Felix tomó su plato, y lo puso en el microondas.

Hubo un silencio, como si alguno de los dos esperara que el otro hablara, pero al mismo tiempo querían hablar.

No, no podían saber lo que el otro iba a decir, pero sí lo que querían hacer.

—Oye Chan...— Lo llamó Felix, recibiendo un "¿Hm?" como respuesta —Necesito hablar contigo...

No hubo una respuesta rápida.

—¿Sobre...?

Suspiró.

—Lo que ocurrió el viernes... lo que dije en la reunión...

Se voltearon a ver.

—Oh...

—¿Te causó algún problema con...?

—No realmente, aunque le expliqué, no pareció necesitar la explicación ya que se lo tomó muy bien.

El rubio asintió, sin saber qué más responder, y es que, ¿qué se suponía que debía responder?

—Bueno, solo para saber eso— Mintió.

—¿Seguro? ¿Estás bien?

—Sí, solo...

El mayor le prestó toda su atención.

—Lo siento— Se le quebró la voz en cuanto estas palabras salieron de su boca.

El mayor se paró de la mesa para abrazarlo. Sus brazos rodeaban cálidamente al menor, dándole seguridad; pero por más que se sintiera seguro, las lágrimas no pararían de salir.

Realmente lo sentía, se había comportado como un idiota todo el tiempo, y no quería aceptarlo.

—Soy un idiota— Habló una vez que se tranquilizó.

—No, no. No lo eres— Respondió el mayor, aguantando el dolor que sentía al escuchar esas palabras por parte del menor.

—Me enoje por algo absurdo y casi arruino tu salida con ese chico, solo por mi egoísmo.

If I were you (Changlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora